The last summer.

Capítulo 42.

Comemos en silencio. Thomas al final se quedó a comer después de que mi madre intentara convencerlo por todos los medios. No se porqué narices insistió tanto pero espero que sólo haya sido por educación. Sé que todavía siente algo por él aunque diga lo contrario ya que cada vez que lo ve aparece ese brillo que tenía en los ojos cuando aún estábamos los cuatro en familia, pero también sé que no quiere volver con él porque el daño que nos hizo sigue presente.

Sigo sin encontrar la razón por la cual me pidió dar un paseo y hablar. Es decir, ¿no quiso saber nada de mi hasta hoy y ahora le interesa cómo estoy? A lo mejor es cierto lo que dijo mi madre y está cambiando pero si lo que quiere es volver con nosotras, no se lo voy a poner fácil, tiene que currarse las cosas.

- ¿Y qué tal en clase Susan?- pregunta cuando llegamos al postre.

- Muy bien. Ya tengo dos amigas y saco muy buenas notas. ¿Que más puedo pedir? Además, estás aquí con nosotras y me hace feliz.- responde mi hermana haciendo que me sienta mal. Sabía que ella quería que Thomas volviera con nosotras pero no pensé que fueran tan grandes las ganas.

Cuando nos abandonó la segunda vez, Susan dejó de hablar con muchas de sus amigas y se volvió menos sociable al igual que yo. No quería saber nada de nadie por miedo a que la abandonaran como su padre y por eso ahora está feliz de tener un par de amigas de confianza y que no la presionan.

- Claro que estoy aquí. Y haré lo posible para volver a tener vuestra confianza.- dice y me mira fijamente a los ojos.

- Con ellas lo tendrás fácil pero conmigo no.- espeto cuando acabo el yogurt.

- Lo sé. Y por eso te pedí el paseo para esta tarde.

- ¿Yo puedo ir papi?- pregunta Susan emocionada y estoy a punto de decir que si ya que no me apetece estar a solas con el toda la tarde pero me interrumpe.

- No cariño. Quiero estar a solas con tu hermana para hablar de cosas de mayores. Pero te prometo que mañana saldremos tú y yo a comer un helado. ¿Te parece?- le dice con voz de cariño.

- ¡Si!- grita Susan y se lanza a abrazarlo.

Se me escapa una lágrima sin darme cuenta al recordar viejos momentos en familia pero rápidamente la limpio para que nadie me vea, aunque ya es tarde.

- Cariño. ¿Estás bien?- me pregunta mi madre y asiento.

- Voy arriba.

Cuando llego a la habitación lo primero que hago es llamar a Jake. Necesito contárselo todo y rezo para que Eve esté con el y Peter para que así puedan oírlo.

Llamada telefónica.

- ¿Si?- contesta su voz al primer tono.

- Jake.

- ¿Estás bien?

- No. ¿Están los Tortolitos contigo?

- Sí, están a mi lado. Pongo el altavoz.

- ¿Que pasó?- oigo la voz alarmada de Eve.

- Ha venido mi padre a comer y me ha dicho que quiere saber como estoy. Me dijo que esta tarde quería dar un paseo conmigo y he aceptado.- hago una pausa pero me interrumpen cuando estoy a punto de volver a hablar.