NOTIMECORP (Parte 3 de 4)

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La única conclusión a la que llegaron es que sólo podrían ofrecer viajes en el tiempo hacia el futuro, bajo dos premisas: o los viajeros se quedaban en el momento que decidieran visitar para siempre –para ellos deberían recurrir a los viajes reales que ofrecían en las sedes de venta y no usar los TIF–, o al volver al presente, deberían borrase la memoria. Algo que consideraron inviable, pues a pesar de que podían hacerlo, no era lo mismo borrar una serie de recuerdos a unas pocas personas pudientes, que hacerlo con miles de millones de potenciales clientes. El proceso de borrado de memoria era casi más costoso que el viaje en sí y suponía asumir unos riesgos ante la salud del cliente que, NOTIMECORP, no estaba dispuesta a asumir.

Así, tras largas reuniones e interminables pruebas, sin conseguir ningún otro resultado, decidieron que la única opción viable era que los viajeros que realizaran un viaje real y no virtual a través de los TIF, se quedarían en la época que decidieran visitar. Además, al gobierno no le interesaba que se expandiera más la posibilidad de borrar los recuerdos, ya que era un "arma" que solían usar ellos mismos, sobre todo en las prisiones, donde borraban la mente a los delincuentes más peligrosos para que jamás sintiesen la necesidad de escapar o volver a delinquir.

Así pues, se estableció una única norma global: quien sea que viaje al futuro a través de un viaje real ofrecido por las sedes de NOTIMECORP, deberá permanecer en la época seleccionada, sin posibilidad de regresar atrás. Además, sólo podrían viajar ciertas personas seleccionadas, las cuales no tuvieran demasiada posibilidad de alterar el único futuro que estaba establecido. Algo que discernían gracias a los antepasados de cada individuo, su vida actual, sus logros y éxitos en la vida y unos algoritmos diseñados por el equipo de NOTIMECORP, para calcular la probabilidad de que dicha persona causara un acontecimiento histórico en el futuro. Además de esto, para establecer más exactamente quién podría viajar y quien no, se creó un equipo formado por cien científicos leales e íntegros, procedente de todas partes del mundo, para llevarlos a través del futuro, estudiando todos los sucesos importantes y su origen, para que ningún viajero desde el presente pudiera evitarlos, ni modificarlo. Dichos científicos estuvieron de acuerdo en que, tras informar sobre todas las personas que podrían viajar, que calculaban por millones, accederían a borrarse los recuerdos de su experiencia temporal para jamás influir, evitar ni contar nada a nadie.

Pero cuando los científicos se adentraron en los tiempos venideros y vieron ciertas similitudes en algunos futuros tras avanzar más de cien años. Empezaron a sospechar que algo ocurría... Revisaron cada punto y cada coma del proyecto. Desde la A hasta la Z, sin dejarse nada. Contrataron los mejores informáticos del mundo, incluso algún detective que pudiera buscar información por las calles. Y al final, descubrieron la subrutina que había instalado OBSYDIAN...

Una vez avistado el problema, eliminaron la subrutina y continuaron investigando. No sin antes realizar una copia, por si fuera necesaria para el correcto funcionamiento del sistema.

Continuaron con los viajes al futuro y entonces fue cuando ellos se toparon con la desagradable sorpresa. No encontraron nada más que destrucción. No les hizo falta viajar muchos años hacia delante, pues apenas un par de siglos después del momento en el que partieron, encontraron que nada quedaba con vida sobre la faz de la Tierra. En el año 2666, todo muere, todo desaparece. No sabían que ya habían cambiado el futuro, sin ellos saberlo, pues en lugar de cien años de margen, ahora tenían hasta el año 2666; habían ganado unos doscientos años extras para evitar la catástrofe.

El equipo de investigación regresó al presente, tras visitar todo el futuro que estaba por existir y, en ningún momento de dicho futuro, averiguaron nada que pudieran hacer para evitar el fin de todo. Todos volvieron asustados, algunos vomitaban y se desmayaban. Pero todos tenían claro lo que debían hacer: viajar al pasado, averiguar qué debían cambiar y cómo hacerlo. No importaba si modificaban el presente si así se salvaba la raza humana; si así llegábamos a vivir en algún otro planeta.

Los clientes llevaban meses esperando el lanzamiento de los viajes en el tiempo hacia el futuro para todos los bolsillos y ya empezaban a impacientarse. Por muchas mejoras que quisieran hacer y por muchos TIF que vendieran; los clientes seguían pidiendo lo mismo. Mientras NOTIMECORP abarataba y actualizaba más sus TIF más modernos, con jugosas actualizaciones, como obtención de modificaciones genéticas, de armas, de súper poderes, etc., intentaban hacer más interesantes las visitas al pasado; pero la población seguía sin contentarse. Querían viajar al futuro y querían hacerlo ya.

Mientras el descontento global empezaba a hacer mella en las arcas de NOTIMECORP, los científicos viajaban una y otra vez al pasado, sin encontrar nada que les indicara que fueran por el buen camino. Era momento de realizar un importante cambio. Era momento de empezar a "jugar" con la realidad y cambiar el presente para comprender qué y qué no debían hacer en el pasado. Decidieron crear un dispositivo capaz de modificar virtualmente el presente. Podían viajar al pasado, realizar algunos cambios y volver a un presente virtual, nunca real, que podrían estudiar, para conseguir sus objetivos. Si no surtía efecto, sólo tenían que borrar el presente virtual y volver al original. O, de forma más sencilla aún, regresar de nuevo al pasado, en otro tiempo, y volver a viajar al presente virtual creado por la modificación que hicieran en dicho pasado.

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