—No tienes que dármelas, querido. Es lo mínimo que puedo hacer para conseguir nuestro objetivo. Y sí, de verdad existe La Estación.
—Y, ¿cómo es posible que tengas contactos con ellos? Tenía entendido que era un mito. Y de no serlo, sería básicamente imposible tener relación con ellos. ¿Puedo preguntarle cómo lo ha hecho?
—Oh, mi querido Charlie, muy sencillo: La Estación pertenece a esta empresa. —Vaya, no ocultó la verdad. Me sorprendió.
—¿Cómo? ¡Jamás lo hubiera imaginado! Desde luego, Boreal, está llena de sorpresas. Si sigues dándome estas buenas noticias, al final pensaré que me quieres engañar... —¿Me he pasado? ¿Se habrá dado cuenta?
—Oh, mi querido Charlie —¿No tiene otra muletilla esta mujer? —, qué cosas me dices... Quería guardarme esta sorpresa para cuando tuviéramos un trato que cerrar.
—¡Y qué sorpresa! La verdad, Boreal, tengo que confesarte algo... —No, no iba a contarle toda la verdad, aún...— Cuando venía hacia aquí, no tenía muchas esperanzas en este acuerdo. Nunca he creído en las grandes conglomeraciones y estaba seguro de que queríais engañarme a mí y al periódico en el que trabajo. Pero mira, me alegro mucho cuando me equivoco para bien. Ha sido un acierto venir y hacer este trato contigo.
—Me alegra escuchar eso, Charlie. He de entender, entonces, que estás de acuerdo con lo redactado en el contrato, ¿es así?
—Por supuesto. Me parece todo redondo. Aunque sí que iba a hacerme el chulo y pedirte tres millones de euros de donación —le dije sonriendo, de forma sarcástica, para que supiera que era broma.
—De acuerdo, no hay problema —contestó.
—¿Perdón?
—Sé que lo has dicho en broma, Charlie. Pero para que veas que esta relación va en serio, os donaremos un millón más —me dijo mientras me miraba de una manera que la hacía parecer tan poderosa que ni el mismo Sol podría brillar más que ella.
—Guau... ¿En serio? Pues... pues, gracias, Boreal. De verdad... Si quieres algo a cambio, aquí y ahora, no dudes en pedirlo —le dije, postrándome metafóricamente a sus pies, antes de lanzar el gancho final.
—Bueno, Charlie. La verdad, sí que hay algo que puedes hacer por mí. —Vaya, que sorpresa—. Entregarme los documentos para que corrija la cantidad y puedas firmar la corrección con tres millones de euros totales —me había adelantado, pensaba que me iba a pedir otra cosa.
—Sí, claro, aquí los tienes.
—Dame un minuto, Charlie. ¿Evan? —llamó por el interfono, haciendo venir a su secretario—, ven por favor.
—¿Sí, señora? ¿En qué puedo ayudarle?
—Imprime de nuevo los documentos del contrato con el periódico El Medio del Ambiente y corrige la cantidad de dos millones de euros por tres millones, por favor.
—En seguida, señora. —Evan salió del despacho.
—Guau, Boreal —le dije—, no podría estar más contento con este acuerdo, la verdad. En cuanto traiga tu chico los papeles, te los firmo y te dejo tranquila.
—Tranquilo Charlie, esto está ya cerrado, ¡brindemos! —Sacó una botella de licor de un panel oculto que había en una pared junto una ventana y su escritorio principal.
—De acuerdo, sí, brindemos. Esta reunión ha sido un éxito y merece un brindis. Un brindis que repetiremos cuando acabemos con OBSYDIAN.
—Te tomo la palabra Charlie. "Chin, chin" —Sucia embustera...
—Ya verá la cara que ponen en OBSYDIAN —Era hora de abrir el cajón de los secretos—, cuando les enseñemos todas las pruebas que tenemos del mal que están haciendo al planeta.
—¿Pruebas? —preguntó "mi querida" Boreal.
—Si, Boreal. Tenemos prueba de todos sus oscuros secretos. Fotografías, videos, audios, documentos, testimonios... Tenemos todo lo necesario para desmantelar la empresa en un periquete. Y ahora, gracias a tu ayuda, por fin podremos lograrlo. ¡Chin, chin!
—No me habías dicho que tuvieras pruebas, Charlie... —Su tono de voz cambió.
—¿Qué clase de periodista sería si no tuviera pruebas en las que basar mis hallazgos? Sabemos todo lo que han ido haciendo con el paso del tiempo. Incluso descubrimos que hay una empresa que quiere absorberlos y quedarse con todo su mercado —le mencioné—, pero desconocemos su nombre —le mentí.
—Vaya, es usted una caja de sorpresas, Charles... —de nuevo, era Charles para la Sra. Palmer.
—Sólo intento hacer bien mi trabajo, Boreal.
—Llámame Sra. Palmer, por favor. —¡Guau!
—¿Ocurre algo, Bor... Sra. Palmer? ¿He dicho algo que pudiera importunar? —pregunté, sabiendo que había dado en el punto clave.
—Me he replanteado el trato y creo que debo pensarlo detenidamente. Tres millones de euros y una planta completa de I+D quizás es demasiado de lo que nuestras arcas puedan soportar.
—Ah... De acuerdo... Bueno, pues no se preocupe, anulamos el contrato. —Rompí las hojas que acababa de traer su secretario, Evan, sin ni siquiera mirarlas—. De todos modos, ya tengo todo lo que necesito.
—¿Disculpe? —me preguntó con cara sorpresiva.
—Sí, justo aquí. —Me agaché para sacar de debajo del sillón el dispositivo de escucha que había instalado momentos antes.
—¿Qué es eso, Charles?
—Es un dispositivo de escucha de larga distancia. He escuchado toda su conversación con su amigo Martyn, mientras fingía que hablaba con mi jefe. —Su rostro se tornaba en furia cada segundo que pasaba.
-Pero ¿cómo te has atrevido? ¡No saldrás de aquí con ese cacharro! —Me volvía a tutear, definitivamente, ahora quería acabar conmigo...
—No necesito sacarlo de aquí, se ha grabado todo en nuestra base de datos, a kilómetros de aquí. Y si no salgo, toda la conversación se hará pública en todos los medios, de inmediato.
—Maldito hijo de puta... —Sus ojos parecían enrojecer del enojo que emanaba.
—Curiosamente, me llaman así muy a menudo. Si me disculpa, yo me marcho. Y tranquila, nosotros vamos a por OBSYDIAN. No voy a publicar la información que he obtenido aquí; siempre y cuando nos haga llegar un nuevo contrato, redactado y escrito de su puño y letra, alegando que es verídica la información de la que dispongo y que su empresa, EURASACORP, se abstiene rotundamente a realizar la compra de OBSYDIAN, por ningún medio posible.
—No te saldrás con la tuya, Charles. ¡Te encontraré y acabaré contigo y con tu periodicucho! —Curiosas palabras se le escaparon.
—Te recuerdo —enfaticé el "te"—, mi muy querida Bory —Iba a por todas— que este cacharrito sigue grabando. Y para que veas que no es ningún farol... —reproduje parte de la grabación obtenida.
—Maldito hijo de... de acuerdo, te mandaré el documento firmado. Pero después, deberás elim...
-あきら!起きる時間だ!あなたは遅れます!
-ママ行くよ...
-あきら!遅れないで...
-すでに低い...
La vista se me emborronaba, los ojos se me cerraban. Sin más espera: morí...
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SOY REM
FantascienzaCon Soy Rem, te traigo una historia absorbente y emocionante, para que descubras un nuevo mundo y una nueva forma de ver la vida. Porque... ¿alguna vez has recordado algo, que no parecía que fuera de tu vida? ¿Crees en mundos paralelos o realidades...