CREACIÓN (Parte 3 de 3)

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—Incluido su marido...

—¡PATRICK! Así que eso es lo que le ocurría...

—Me temo que sí, Sra.

—Pero... ¿Por qué se habrá ido de esa manera? Podría habérmelo dicho, habérmelo explicado... Parecía triste y cabreado... Irascible...

—Quizás, todas sus vidas pasadas hayan hecho mella en su persona... No sabemos todo lo que le puede haber ocurrido en todos esos pasados que ha vivido...

—¿Podemos verlo?

—No creo que sea lo correcto, Sra. Es su marido... Seguro que cuando se calme, le dará una explicación.

—No puedo esperar que eso ocurra. Debo saber qué le ha ocurrido y debemos saber cómo solucionar este problema.

—Ya estamos en ello, Sra. Creemos que podremos enviar algún ser virtual a todos esos pasados, para encontrar a los afectados y ayudarles a comprender lo que ocurre y que no teman por lo que pueda suceder. Al principio será complicado, pero lo lograremos.

—Eso espero...

—Además, ya estamos de lleno con las fluctuaciones y todo lo que sea necesario para eliminarlas y que no vuelvan a ocurrir.

—Gracias Éngel. Ponte con ello sin importar nada más, por favor.

—Sí, señora.

—Y... Éngel...

—¿Sí?

—Mándame todos los recuerdos de Patrick a mi ordenador. Quiero ver todo lo que le ha ocurrido para ayudarle lo antes posible.

—Sigo pensando que no es una buena idea, Sra. Palmer.

—Tú hazlo, por favor. Necesito verlo.

—De acuerdo, enseguida le mando toda la información que tenemos.

—Gracias. Hazme saber cualquier nueva información que obtengáis sobre todo esto.

—Sí, señora. Me marcho.

—De acuerdo, adiós.

En ese momento y mientras las piernas aún le temblaban, Boreal Palmer y el corazón que se le salía del pecho, se levantaron del sillón de su despacho en el que estaba sentada y se preparó una copa para relajar los nervios y llamar a la familia de Alex... Creyó que era mejor edulcorar la realidad, así que no les informó del motivo real del fallecimiento de su hija. Debía preservar toda la investigación, así como la calma general de la población y de la misma OBSYDIAN, claro.

Cogió el teléfono el padre de Alex. La jefa de su hija, Boreal, fue amable, paciente y comprensiva con todo el dolor que estaba mostrando el padre de Alex al otro lado del teléfono. Para la familia, Alex había fallecido por culpa de un disparo al interponerse en el camino de la bala que disparaba un atracador a su víctima. Boreal Palmer tenía los medios necesarios para crear toda esa historia y que pareciese real y nunca nadie la puso en duda. Se comprometió a hacerse cargo de todos los gastos de cualquier índole que tuviera la familia en ese momento, además de hacerle una donación de un millón de créditos, en compensación por el valor y el fabuloso trabajo de su hija. Los padres estaban devastados, pero era mejor esa falsa muerte, que la real. Sin duda.

Acto seguido, tomó asiento de nuevo en el sillón frente a su ordenador y, consumiendo el último trago de la segunda copa que se había preparado, empezó a revisar todos los recuerdos que su marido, Patrick Palmer, había absorbido en el romántico pero fatídico encuentro que estaban teniendo apenas unas horas antes en un precioso hotel de Berlín, durante la celebración del cumpleaños de este. Era el día de los inocentes del año 2327, todo podría haber sido una broma macabra, pero no había sido así. Patrick había salido corriendo, estaba extraño y no habló con ella más que para decirle varios improperios con una cara mezclada de ira y tristeza.

Boreal tenía que averiguar qué había ocurrido... Y allí estuvo horas y horas, revisando todos los pasados de su marido. Pero no encontraba nada realmente importante para que hubiera actuado de esa manera; claro que aún quedaban muchos por revisar... Hasta que...

—¿Alfa?... Facciones de remanentes... ¿Qué es esto, Patrick?... ¿Por qué me odias tanto en tus vidas pasadas? ¿Qué te ha ocurrido?... ¿Quién es... Rem?

El rostro de Boreal se tornó en ira y, viendo incansablemente una y otra vez las vidas que había descubierto en el DOT de su marido, empezaron a crecer en su interior el odio hacia todos los remanentes. Pero en especial por Rem, quien había visto que se había convertido en la protegida de su marido y le había ayudado tanto en sus vidas virtuales. Si él hubiera reaccionado de otra manera, esto no hubiera pasado. Ella le hubiera ayudado a solucionar lo que le ocurría y hubieran buscado juntos una solución a todo. Pero Patrick prefirió marcharse con sus queridos remanentes y con su pupila, Rem...

La sed de venganza ya llenaba todo su ser.

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