EIDER (Parte 2 de 5)

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Pero dejemos ya de lado las presentaciones, pues faltan solo unos minutos para que la MARS-01 encienda motores, despegue y rasgue el cosmos ante nuestros ojos. Desde aquí podemos ver cómo los tripulantes se dirigen a la escotilla de acceso de la nave, los tres saludan a los cientos de personas que nos encontramos bajo ellos. El capitán Sampulu de manera firme , con la mano derecha alzada y la izquierda presionando su pecho. Sus compañeros, Ponce y Ross, más jóvenes, nos saludan con ambos brazos, pero mostrando un solemne respeto por la misión que van a emprender. Y sin más espera, ¡han entrado en la nave! Podemos ver desde aquí, gracias a la gran pantalla que la NASA ha instalado para los espectadores, cómo han accedido al interior y cómo revisan todas las medidas de seguridad, así como su correcto funcionamiento.

Se escuchan ruidos de motores y maquinaria, tan suaves y precisos como el ronroneo de un pequeño gatito. La nave está lista y nuestros héroes se dirigen a la cabina de mando y toman sus distinguidos asientos. En el centro se encuentra el capitán de la nave. A su derecha, como era de esperar, tenemos a la increíble Yolanda Ponce, dando la mayor de las confianzas en este viaje a sus compañeros. Y a la izquierda, nuestro técnico favorito, Eider Ross, preparado para subsanar cualquier contratiempo que pueda surgir –que esperemos, no pase.

En la pantalla ya se muestra la cuenta atrás. Los motores han sido activados, una cortina de humo y fuego sale disparada de los reactores y, desde megafonía, empiezan a descontar segundos:

Diez, nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres, dos...

¡Un momento! Algo ocurre en el interior de la cabina de la nave. Eider Ross –uno...– está gritando; no podemos oírle debido al intenso ruido, pero vemos como se mueve agitadamente y –ignición– se lleva las manos a la cabeza, mientras grita visualmente fuerte.

La nave está despegando, no han podido cancelar el despegue. La MARS-01 está ascendiendo inexorablemente hacia el cielo. Vemos desde la pantalla que el capitán Sampulu está en la radio; seguimos sin escuchar nada, pero mueve los brazos de un lado a otro enérgicamente. ¿Estará pidiendo cancelar el despegue? Ya es muy tarde, la nave no deja de ascender, si detienen los motores ahora, se estrellarán y morirán. Deben completar el despegue y después, una vez en órbita, contemplar el regresar a Tierra. La imagen va teniendo interferencias, la señal se debilita, pero el ruido ya es más tenue y podemos escuchar algunas palabras que se pronuncian en el interior de la cabina:

—...Eider está... debemos... no podremos... extraño... —se le escucha decir al capitán Sampulu.

Vemos como Eider continúa gritando, parece tener un dolor intenso en la cabeza. La astronauta Yolanda le está cogiendo de los hombros, intenta calmarlo, pero no lo consigue. En la pantalla vemos los continuos zarandeos, con horribles interferencias. Y seguimos escuchando:

—...Órbita...volveremos... Tierra —dijo el capitán.

—...¡Eid... ¡Eider!... ¿Qué...rre... —se escuchaba a Yolanda.

—Ayud... soc... Paul, ayud... Yus... Dr. St... —gritaba ininteligiblemente Eider— No, no, NO... no... por favor... Yus... Pa... Dr. Ste... —continuaba diciendo.

No sabemos realmente lo que está ocurriendo, pero todo parece ser que Eider está teniendo alguna especie de brote psicótico. Está pronunciando nombres sin sentido. Desde aquí investigaremos esos nombres, para averiguar si pertenecen a miembros de su familia. Nunca le había pasado nada así a este famoso astronauta; ¿Qué habrá ocurrido? La imagen en la pantalla se ha cortado y de la megafonía empieza a sonar una señal de alarma seguida de un mensaje:

—Evacuen inmediatamente las instalaciones; la nave MARS—01, regresará a Tierra conforme se estabilice en órbita. Repetimos: evacuen las instalaciones de inmediato.

Parecía ser que la nave al final regresaría conforme consiguiera estabilizarse en la órbita terrestre. Algo grave debía ocurrir para que decidieran volver sin esperar a que su compañero tuviera ni siquiera tiempo de tranquilizarse.

O, quizás, era el mismo aprecio que se procesaban que había hecho que el capitán Sampulu ordenase el regreso de la nave. Algo que averiguaremos más adelante, si conseguimos hablar con ellos. Pero, por ahora, debemos alejarnos de la zona de aterrizaje para dejar vía libre y que la nave MARS—01 logre una aterrizaje seguro y rápido.

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