SOY REM

CAPÍTULO 9; ECHO (Parte 1 de 2)

Es el año 2330. Han pasado casi siete años desde que OBSYDIAN tomó el mando de la economía y la política global. No nos dimos cuenta, pero mientras nos entretenía con sus viajes en el tiempo, la empresa iba creciendo más y más, hasta que compró a la mayoría de los gobiernos del mundo. OBSYDIAN se ha convertido en la más absoluta soberana del planeta Tierra.

Nadie le planta cara, nadie se enfrenta a su yugo, pues tiene a los seres humanos, prácticamente hipnotizados. La empresa ofrece trabajo, vivienda, buenos sueldos, buena vida, diversión, un futuro por descubrir y un pasado por explorar. Muy poca gente habla mal de esta empresa que tanto está costando al planeta. Un número reducido de individuos sabe realmente lo que ocurre tras sus puertas. Por eso existimos nosotros; REVO. Comprendemos que, cuando destruyamos OBSYDIAN, nos tendremos que ocultar en algún oscuro rincón del subsuelo terrestre, pues nos convertiremos en los enemigos públicos número uno de todo ser humano. Pero no nos importa. Sabemos qué está haciendo OBSYDIAN con nuestras vidas y qué le va a ocurrir al planeta y no lo podemos consentir. Los remanentes nos hacemos más fuertes cada día, literalmente. Y nada podrá detenernos cuando pongamos nuestro plan en marcha.

Ahora mismo, estoy oculta en la cueva donde tiene la base de operaciones mi facción. Hablo con Alfa desde el mundo real, mientras mantengo los ojos cerrados y estoy en mente y "cuerpo" en la línea temporal que encontré a Eider. Es una de las habilidades de los remanentes más experimentados. Junto a otras habilidades, que os contaré en un momento.

Pertenezco a la división sur y acabo de terminar de hablar con Alfa, he encontrado a Eider y ya sé que es Rem. Yo le di su nombre cuando se hacía llamar Sarah y es alguien de quien todos hemos escuchado hablar en el presente, pero que no sabemos si existe o no en este flujo de tiempo. Es el remanente más importante de todos, porque tiene la capacidad de absorber totalmente las capacidades de sus anteriores vidas...

Los más experimentados, como Alfa o como yo, podemos visitar todas nuestras vidas a nuestro antojo. Sabemos diferenciar perfectamente cual es la real de las que no, pero en las falsas podemos tener una existencia completamente normal, dentro de los días que estuvimos en ellas. Cuando era Cindy, mi vida se alargó hasta los ochenta años, que el momento en el que mi cuerpo se apagó por la edad.

Dejé atrás una bonita familia, que no viene ahora al caso. Lo importante es que, dentro de todos esos años yo puedo revivirla como quiera, siempre siguiendo unas pautas. No puedo cambiar elementos claves de aquella vida que fue creada virtualmente por las pruebas de OBSYDIAN, como con quién me casé, cuando nací o cuando morí. Pero sí que puedo caminar por las calles de ese mundo, libremente. Es como una especie de videojuego, donde hay personajes jugables y personajes que no. Rem es un personaje jugable, que tiene vida y alma y que poco a poco va a convertirse en un remanente tan experimentado como yo.

Ella, que todavía era Eider, no conocía las capacidades de su cuerpo. Ni siquiera yo sabía mucho más de ella que lo poco que había visto y conocido por los demás remanentes. Pues todos comprendíamos que, en un futuro, Rem era la pieza más importante de todo este entramado; que estaba destinada a ser la más grande de todos nosotros y nos llevaría directos a la victoria.

Pero en el mundo real, todavía no la habíamos encontrado. ¿Acaso se ocultaba? Era inconcebible que no hubiera llegado a existir... En el transcurso de todas nuestras vidas, nos habíamos topado con numerosos remanentes creados en esas realidades virtuales, que después no llegaron a existir en el presente real. Nos servían como fuente de información y a todos les contábamos con honestidad la realidad de sus vidas. Algunos lo comprendían, nos ayudaban y continuaban existiendo su línea temporal como cualquier otra vida real. Otros se sumían en un bucle de autodestrucción e intentaban suicidarse. Algunos lo lograban, los demás veían que no podían hacerlo, pues las pautas imprimidas en esas secuencias no se lo permitían.

Como decía, reencontré a Rem en mi vigésima vida, lo que conlleva que tenía en mi cuerpo la fuerza, la inteligencia y la experiencia de veinte personas. Eso no quiere decir que pueda levantar un coche, ya que muchas de esas vidas vieron su fin con muy pocos años; ni que tenga un coeficiente intelectual total de dos mil puntos, pues en algunas vidas, también sufría alguna discapacidad mental o simplemente era un granjero paleto que no sabía hacer un círculo con un tubo de papel higiénico.

Además, tampoco se nos transfiere el total de las capacidades adquiridas en esos flujos de tiempo, pero sí una gran parte. Excepto a Rem, ella tenía toda la fuerza de todas sus vidas juntas... Al igual que el resto de sus capacidades. Yo, con veinte a mis espaldas, podía asegurar una fuerza suficiente como para empujar un coche lateralmente –había dicho que no podía levantarlo, pero empujarlo es otra cosa–, una velocidad corriendo más alta de la media, capacidades intelectuales en varios ámbitos académicos complejos, como medicina, filosofía o astrología, y lo que más parecía servirnos a todos en nuestro mundo, la capacidad comunicativa. Yo conocía un total de trece idiomas a la perfección, lo que nos permitía movernos e infiltrarnos con facilidad en cualquier sistema del mundo.

Alfa, por ejemplo, que es uno de los primeros remanentes, tiene en un ser cincuenta y una experiencias completas... Ya os podéis imaginar cómo de poderoso puede llegar a ser. Pero, como supondréis, no le llega a la suela del zapato a Rem. Necesitamos a Rem...

Si no calculo mal –que no lo hago-, Eider (Rem) ya acumula 4 secuencias en el tiempo; pero no controla sus habilidades y estará desorientado, así que tendré que ir con cuidado. No es rival para mí, por ahora, pero nunca puedes acertar cómo va a atacar y sorprenderte un animal herido. He de recordarle que es Rem y lo qué debe hacer para que comience a tomar consciencia de cuál es su papel en esta lucha. Debo averiguar cuáles son sus pasos a continuación y porque no podemos hallar su paradero en el presente... 

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