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╰┈EN MIS MANOS┉╮Jaz tenía un dolor de cabeza casi insoportable, tal vez porque bebió mucha champaña en la boda de Bill y Fleur... No recordaba nada, excepto que había entrado al baño de La Madriguera cuando Kingsley anunció mediante un patronus que alguien iba hacia allá... ¿Quién era ese alguien?
Recordó un destello de luz roja y gritos, muchos gritos histéricos y desesperados que atravesaron sus oídos como si ella estuviera en ese lugar... Estaba recostada en algo blando. Era una cama. Aún usaba el vestido negro que tenía puesto en la boda y se encontraba muy despeinada, pero por lo demás completamente sana e ilesa.
Se incorporó un poco con la vista borrosa gracias a que había estado dormida profundamente. ¿Dónde estaba? ¿Cuánto tiempo había pasado?
Se restregó los ojos y se encontró con una habitación desconocida y oscura, pero al mismo tiempo bastante lujosa. No había ventanas por ninguna parte, sólo un enorme candelabro que iluminaba tenuemente la estancia con una luz amarillenta. Las paredes eran rojas y brillantes, sin ninguna mancha, sin ningún detalle ni alguna decoración. Por más que se esforzaba en poner a trabajar su memoria, Jaz no reconocía para nada el lugar.
Junto a la cama de dosel negro se encontraba un estante lleno de cajas de calderos de chocolate, calaveras de chocolate y barras de chocolate. Demasiado chocolate. Sin embargo, aunque tener tanto chocolate podría haber sido fácilmente un sueño para Jaz, supo que estaba en peligro y que eso no era nada bueno.
Sacudió la cabeza y se puso de pie muy alarmada, sin saber aún dónde estaba. Caminó por la habitación y se encontró con un baño, sin ni una sola ventana tampoco y con unas velas que iluminaban ligeramente. La habitación era muy amplia. Había un pequeño tocadiscos en una mesa de noche, y Jaz se dio cuenta de que la puerta parecía más bien una entrada a alguna cámara de banco, como si dentro de ella se guardara algo más valioso que billones de galeones.
Entonces una voz suave y fría surgió de una esquina.
—Buenas noches, JazJaz. ¿Qué tal? ¿Cómo has estado?
Jaz dio un salto del susto y se volteó. Unos ojos rojos con pupilas verticales la miraban detenidamente desde una esquina sombría de la habitación. Él salió de las tinieblas, con la piel tan blanca como la cera y los dedos largos deslizándose alrededor de su varita. A su lado se arrastraba una enorme serpiente con el cuerpo tan grueso como el muslo de un hombre, siseando levemente. Lord Voldemort y Nagini.
Jaz escuchó el mismo susurro que sentía cada vez que lo veía y también la fuerte electricidad que le recorría toda la espalda hasta salir por sus dedos, pero, a diferencia de otras veces, ni una sola chispa se asomó por sus manos. Se desesperó y buscó rápidamente su varita entre medio de su vestido.
—¿Buscas esto? —preguntó Voldemort con tono divertido, levantando la varita de Jaz—. De todas maneras, no sirve.
—¿Cómo que no sirve? —inquirió Jaz, empeñado por inercia un tono de voz fuerte y brusco.
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Jazlyn Ramsay y los Horrocruxes
FanfictionEl final se acerca. Sucede algo inesperado gracias a lo que Jaz tendrá que hacer un cambio de planes y luchar por escapar de esa situación, pero finalmente logra encontrar a sus amigos y la caza de Horrocruxes comienza. Jaz tendrá que superar prue...