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El silencio muchas veces puede llegar a ser demaciado abrumador, pero también muchas veces es demaciado necesario cómo cuando queremos pensar para tomar una decisión, el silencio nos ayuda mucho para analizar y pensar con la cabeza fría. Bueno este no era el caso, por qué está vez el silencio era denso y muy incómodo. Y es que el maestro de avanzada edad había castigado a todo el salón y obvio no era su culpa, muchas veces la materia de lengua suele ser aburrida.

El rubio se encontraba mirando al pizarrón repleto de oraciones y cosas que se suponía tenía que anotar o memorizar, pero no lo hizo, de hecho ni siquiera había sacado su cuaderno. Y es que un maldito pero ardiente azabache no salía de su mente, tal vez y solo tal vez lo necesitaba ahí mismo para prestar atención. De pronto sintió esa necesidad de voltear a ver a la ventana y como por arte de magia lo vio, aquel hermoso, precioso, dios, alto, ¡alto!, Realmente ya estaba mal por el.

Vio como el mayor hacia muecas graciosas, sabía la tortura que todos vivían al tener al profesor Park. Comenzó a reír por las ocurrencias del mayor y como era de esperarse, fue escuchando, regañado y reportado, el profesor Park era conocido por ser "estricto" pero más que eso era su arrogancia y su "superioridad" por tener un título, ni al director del instituto le caí bien.

~Por lo que veo señor Yoon, usted prefiere perder mi valioso tiempo, si tanto le aburre mi materia, puede salirse- hablo con un tono enojado.

El rubio solo bajo la mirada, sentía todas las miradas de sus compañeros y la de su profesor.

~Ni siquiera está escribiendo, por favor, ¡salga de inmediato!.- señaló la puerta y gritó asustando a los presentes.

Apresurado recogió sus cosas y se levantó, salió lo más rápido que pudo, se sentía avergonzado, pero si le veía por otro lado era un alivio.

Caminando por el desolado pasillo miro su reloj, aún faltaban tres horas para salir y lastimosamente no podía entrar a su salón.

Se fue directamente al árbol de jacarandas que tanto le gustaba, se sentó y se recargo en el tronco, conecto sus auriculares para escuchar música y saco su libreta tenía inspiración y la iba a aprovechar.

Comenzó a trazar delicadamente en la hoja a la única persona que estaba en su mente, recordado cada una de las bonitas facciones de el, mientras trazaba recordaba, mientras recordaba sonreía y mientras sonreía más se enamoraba, sonaba algo cursi pero así era esto, estaba tan concentrado que no noto al acompañante que iba llegando.

Sintió como alguien levemente golpeaba su pie.

~Oh, Hola hyung, ¿Cómo está?- rápidamente quitó sus audífonos y cerro su cuaderno.

~Yo muy bien.- señaló un lugar al lado de el- ¿Puedo?- y recibiendo un asentimiento se sentó.

~Me alegra que esté aquí.- saco unas paletas de caramelo y le extendió una al peliblanco.

~Me abandonas, te olvidas de mi, como no nos soy SeungCheol.- se quejó dramáticamente.

~Basta, eso es mentira, desde que Seokmin acepto salir contigo no te despegas de el, ya ni siquiera almuerza con nosotros.- hizo un leve puchero.

~Esta bien,está bien, los dos estamos ocupados.- discutir con su menor no era una opción.

~¿Cómo va todo? Es decir, el que piensa, cuéntamelo todo.- el menor estaba emocionado sus dos amigos serían felices y el sería feliz de verlos bien.

~Vamos lento, estamos conociéndonos mejor, pero lo quiero demaciado- el mayor hablaba de él con una sonrisa, sus ojos mostraban un muy bonito brillo, se notaba su interes.

~que bonito es el amor.- sonrió a su Mayor.

~Si, si que lo es.-suspiro.- y Cheol, que te dice?.- ahora era su turno de interrogar.

~Pues estamos bien, creo- hablo con cierto cambio de actitud.- el y yo estamos probando algo nuevo, bueno aún lo estoy pensando.- recordó que había prometido no decir nada.

~¿Que es lo que estás pasando?, No es lo que querías?.- el mayor estaba confundido.

~Es complicado Joshua hyung, no es como comprar goma de mascar, mi dignidad y estabilidad mental están en juego.- si como no, eso fue en lo último que pensaste al aceptar, pensó para si mismo el Rubio.

~Por que dices eso, no es como si fueran amantes mártires, los dos se quiten, el te quiere.- sin darse cuenta se le salio un secreto.

~El te dijo que me quiere?- sonrió mientras miraba a su mayor- o sea, el te lo dijo así, abiertamente?.- trato de esconder su felicidad.

Bien, ahora sí había Metido la pata, se supone que era un secreto ente Bros, pero la ingenuidad de estos dos lo hacía tan difícil.

~Bueno no así como tal, pero lo supongo por como te rogó, solo confía.- mentir con la verdad, una buena opción.

Y así pasaron el rato platicando sobre el amor y sus dificultades.

[★★★]

Los días lluviosos son los más bonitos, bueno al menos para el Rubio, son esos días perfectos en donde puedes estar en pijama, acostado escuchando la lluvia mientras lees o ves alguna película, son esos días en donde puedes tener la paz en la soledad de tu habitación. Clara que no solo es así con los días lluviosos, pero suelen disfrutarse más.

El bonito rubio estaba en medio de su cama envuelto en dos cobijas y con la calefacción prendida, pero aún así temblaba de frío. Deseaba conocer n toda su alma que el pelinegro estuviera ahí, para que estén acostados acurrucados mientras veían alguna película. Lo deseaba tanto pero eso no pasaría.

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Si, si lo seee, es aburrido pero ajá, :(
Me disculpo por desaparecer pero estoy en los últimos proyectos de escuela y pues mi tiempo no es mío.

Lxs quiero muchooo.

Bye 💜

☆゚.*・。゚P E R D I C I O N   A N G E L I C A L    ☆゚.*・。゚ JCh.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora