☆ﾟ.*･｡ﾟP E R D I C I O N A N G E L I C A L ☆ﾟ.*･｡ﾟ JCh.

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La intensa mirada que se dieron bastó para decirse lo que las palabras no pudieron expresar, el bonito rubio lo miro con súplica y el bonito azabache sonrió y con una mirada decidida asintió, volvió a jalarlo hacia si mismo, sumergiendo sus labios en un deseo incontrolable, saboreando a la perfección aquella boca que le encantaba, sin tiempo que perder, pasó sus manos por debajo de la enorme camisa que llevaba y se deleitó acariciando cada centímetro de la tersa piel, delineando su esbelta cintura, bajo sus besos a su cuello, mordiendo con un poco de rudeza esa zona y pronto se deleitó con los agudos jadeos de su menor, sonrió ladino y llevó sus manos a su trasero, apretándolo e intensificando las mordidas hasta conseguir su objetivo, escuchar los dulces gemidos de su ángel, el menor sin descaro alguno comenzó a gemir cerca de su oído dejándose  llevar por el intenso momento, se separaron un poco asustados por el repentino trueno que se escuchó a los alrededores, el bonito pelinegro abrazo más su cintura, apegándolos más a su cuerpo, por otra parte el ángel, se dejó hacer, sentía como ahora las traviesas manos del mayor subían a su pecho y comenzaron a estimular los rozados botoncitos en su pecho, los pellizco haciendo que un grito saliera de sus labios...

de un momento se encontraban enredados en las tersas sabanas, piel con piel. sintiendo el fuerte calor que emanaban sus cuerpos, pequeñas caricias que parecían nada, pero lo eran todo... el bonito rubio sentía como el mayor recorría con sus labios cada zona de su anatomía, sentía como el corazón quería abandonar su cuerpo, el intenso calor que le provocaban aquellas caricias, sintió como un temblor enorme lo recorrió y abrió los ojos de golpe, noto como estaba en total obscuridad y su mayor dormía plácidamente a su lado, otro maldito sueño húmedo, se sentía sofocado y asfixiado,esa maldita necesidad incontrolable de que lo tomara, no lo dejaba en paz, Se destapo por completo y bajo a la cocina, abrió la nevera y sacó un helado de cereza, se sentó en la encimera y comenzó a comerlo, se sentía patético y sin negarlo estaba algo excitado, su cuerpo se había puesto demasiado sensible y lo confirmo a la hora de que se le cayo un poco de helado por sus piernas, lo que lo hizo jadear, cuando se iba a limpiar sintió como unas fuertes manos abrieron sus piernas y el robusto cuerpo del mayor se puso entre ellas, pasó su pulgar por aquella zona y recogió aquel frío líquido, el bonito rubio sintió una corriente eléctrica que le llegó hasta la Columna, suspiro y el azabache lo miro.

~¿qué haces solito?...— Susurro después de observas los dilatados ojos de su menor.

~tenía mucho calor, pero no quería bañarme... pensé que no haría hecho mucho ruido, perdón por despertarte.— dicho eso llevo una cucharada de helado y miro a su mayor, este sonrío y paso el pulgar por los labios ajenos, dejo de lado su bote y lo acerco a si mismo, tomando sus labios y sintiendo en intenso beso por parte de ambos, mezclado con lo frío del contenido en la boca contraria...

~han... me haces caer en tentación... eres mi perdición.

Acomodó el brillante y sedoso cabello rubio hacia atrás y comenzó a besar el cuello ajeno, robando suspiros y pequeños jadeos, mientras tanto el bonito rubio solo podía recibir gustoso las caricias y toques extremadamente delicados y que le ardían en la piel como nunca había sentido, sentía como el mayor bajo sus manos a su pecho comenzó a desabotonar su camisa y sus beso bajaron por su pecho, y abdomen...

Suspiraba de manera pesada, estaba muy receptivo y los labios de su mayor recorriéndolo no ayudaban, se sentía perdido y extasiado, confundido pero lo quería que parara, quería seguir si entiendo ese cálido tacto que lo estaba poniendo a delirar...

~No juegues de nuevo... no si no seguirás.

~no quiero jugar, no quiero seguir, pero no quiero parar... ¿que me has hecho, Yoon?...

susurro contra su piel y la mordió hasta que dejó una morada marca, escuchó el grito de su menor y sonrió ladino, pasó sus grandes manos por los delgados y suaves muslos descubiertos, t sus manos un poco al interior, sonrió como el menor se encorvó un Poco hacia sus labios y sonrió.

~tan sensible... me encantaa...

~por favor...~ aquel susurro salió tan necesitado y de una manera muy diferente a las otras veces, el pelinegro sintió como un escalofrío recorrió su cuerpo y tomó el rubio cabello para tirar de el , levantó el rostro del menor y tomó sus labios con desespero, su mano libre recorría sus piernas y abdomen, dejando leves pellizcos y caricias, escuchando los lloriqueos de placer, sentía como el cuerpo de su menor se estremecía ante su tacto y eso lo tenía mal.

~aquí no precioso, si voy a hacerte el amor, tendría que ser en el lugar correcto.

Dicho eso tomó al menor por si trasero e hizo que enrollara sus piernas en su cintura y tomó rumbo a si habitación, camino era tortuosamente largo para ambos, mientras caminaba no podía evitar chocar con alguno que otro objeto, subió con éxito las escaleras y entre penumbras dejó al rubio sobre el suave colchón, las manos ajenas recorrieran aquel bello y esbelto cuerpo, deleitándose con los bonitos gemidos agudos del rubio, se encargó de despojarse de sus prendas hasta dejarlo con su camisa y ropa interior, no lo veía con claridad, pero estaba seguro que el bonito rubio estaba totalmente sonrojado, se levanto y aprendió las lamparitas que descansaban en la mesa de noche, la tenue luz le aclaró lo que se imaginó, sonrió al ver al casi desnudo rubio, su cabello era un revoltijo, su pecho subía y bajaba con prisas, sus rojizos labios hinchados y ese Perfecto sonrojo que lo hacía tan único, abrió las piernas contrarias y se puso entre ellas, beso con profundidad y lentitud aquellos hinchados y rojizos belfos, mientras tocaba cada parte de su piel expuesta, era la jodida gloria...

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DALEE, se quedó en lo más Importante, les prometo que ya no lo cortaré JAJAJAJAJA, se me cuidan.

Btw, si ven dislexia no se preocupen al final la editaré.