Steve

-Veintiseis-

Esa sensación aún permanecía en mi. Sus ojos se mantenían concentrados en los míos, solo analizaba cada detalle de su rostro, o mejor dicho las vendas, aunque, como anteriormente se había quitado una podía apreciar su mejilla izquierda.

Levanté mi mano para tocar esta nueva parte de su rostro descubierta, el no me lo impidió. Solo se quedó en silencio como si también estuviera analizando la situación. Su mano aún sostenía con fuerza mi brazo, estábamos llenos de sangre por donde lo viéramos, mi camiseta blanca era más roja que nada, y sus vendas empezaban a llenarse de sangre, debe ser por heridas que tiene debajo. Aún así, no estaba importándome nada, solo estaba dejándome llevar por el momento.

Por los sentimientos.

¿Quién era esta persona realmente? ¿Salí con Luke? ¿Llegue a tener algún amor con él?

Otra duda surgió. ¿Cuándo empezó mi curiosidad por Steve? ¿Por qué no recuerdo la primera vez que lo vi? ¿Exactamente cuál es mi relación con él?

La respiración de Luke se agitó mientras yo acariciaba su rostro, después las vendas que lo cubrían, las fui jalando poco a poco, pensé que se molestaría pero aún seguía mirándome curioso. Empecé a estirar, aún no lograba ver su rostro ya que tenía que desenvolver por completo, estuve por terminar pero él me empujó para después acomodarse sus vendas nuevamente.

Su acción me sorprendió y me trajo de nuevo a la realidad.

—Tengo que encargarme de esto.—me miró como si insinuara que por mi culpa ahora tenía que resolver otras cosas.

—¿Y las cámaras?

—Las apagué.

—Vaya, que poca seguridad. Todo se ve tan fácil, es decir, hemos asesinado a 8 guardias en total. Quizá deberían capacitarlos mejor.

—Entonces ¿qué querías? ¿Que te dejará ahí mientras te asesinan?—dijo enojado empujándome para empezar a arrastrar a los guardias, juntándolos en un rincón.

—¿Qué harás?

—Ya te dije, me encargaré de esto. Debes irte.

—Pero, ¿Cómo?

—No reveló cómo me deshago de alguien, así que vete por favor, y no trates de espiar me daré cuenta.

—Quiero ver tu rostro.—finalicé.

—¿Qué?—dijo para dejar de hacer lo que hacía y prestarme atención.

—Tengo recuerdos contigo, siento ciertas cosas extrañas. Adán dijo que corría el rumor que éramos pareja, quizá si veo tu rostro pueda recordar más cosas.

—¿Eso crees?, mírate, todo lo que has visto en estos días y aún no logras recordar ni una mierda. No te dejare ver mi rostro.

—Entonces cuéntame si era verdad. ¿Teníamos alguna relación? ¿Sentías algo por mi?—hice una pausa—¿Sientes algo por mí?

Él se hecho a reír.

—¿Tu crees que llegue a sentir algo por ti?—soltó un bufido—peor aún, que siento algo por ti. Y dices que tú sientes cosas ¿conmigo? Definitivamente no eres la Abigail que conocí, nunca dirías algo como eso.

—¿Si o no?

Nuevamente se acercó a mi, pero esta vez de forma intimidante.

—No.

—No te creo.

—Pues no me creas.

—Entonces...¿estás enamorado de Amanda?