-Dos-

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Estaba sorprendida; el sonido de el timbre me hizo reaccionar.

Salí lo más pronto de allí pero unos ruidos en el otro pasillo me detuvieron.

—Veamos que tenemos aquí...—escuché la voz de Osmar uno de los integrantes de el equipo de Fútbol.—Venga Steve, estas pálido, ¿que tanto estuviste haciendo en el baño?

Cuando escuché el nombre me asomé un poco hacia el pasillo. Efectivamente era quien pensaba, y Osmar junto con su grupo de amigos al cual pertenecía también Bruce—el chico más "guapo"—lo arrinconaban en un casillero.

Todos rieron ante aquella referencia.

Todos menos Steve,quien no dejaba de mirar seriamente a Osmar; no era su cara de siempre, pero tampoco mostraba enojo más bien parecía que analizaba la situación.

—¿Que quieres?—habló el.

—¿La verdad?—río Osmar.—Nada, solo molestarte.—siguió sonriendo a la vez que miraba a sus amigos y estos también lo hacían.

El rostro de Steve se enfureció un poco pero contuvo la calma. Eso pareció enojarle a Osmar quien comenzó a mirarlo más serio.

—¿Ahora no dices nada? ¿Tiene miedo el niñito?—hizo una voz más burlona.

—¿Miedo?

—Así es, puedo notarlo, finges estar firme por fuera pero por dentro estás temblando.

Steve río por eso.

—¿En realidad hablas de mi? ¿O te estas describiendo a ti mismo?

Pensé que el otro lo negaría más sin embargo se callo por un momento hasta qué Steve quizo caminar para irse y este lo agarro bruscamente.

No pude soportar mas y sentí que debía intervenir.

—¡OYE QUE TE PASA! ¡¿ACASO NO TE ENSEÑARON A RESPETAR!?—grite saliendo como toda defensora de la humanidad.

Todos me miraron extrañados, en cambio Steve hizo un gesto como si le pareciera absurdo.

—¿Y tú quien eres?—me dijo riéndo el tal Bruce.—Oh ya veo, ya salió tu noviecita a defenderte.—mencionó.

Por otro lado Osmar lo soltó y me miró curioso.

—Vaya Steve..., debo admitir que tienes buen gusto.—comentó mirándome de arriba hacia abajo lo cual me hizo sentir incómoda. Luego siguió caminando hacia mi con esa expresión.

—Déjala...—habló Steve tomándolo del brazo para detenerlo.—El problema es conmigo.

Osmar miró lentamente la mano de Steve agarrando su chaqueta de cuero.

—¿Pero quien carajos te crees?—pregunto quitándole la mano fuertemente.

—Te dije que la dejes; ella no tiene que ver con nada de esto.

Osmar río como si le estuvieran contando un chiste y miró a sus amigos quienes también rieron.

Se quedó así por un momento hasta que su risa desapareció; girándose y dándole un gran puñetazo a Steve en el rostro.

Eso lo tomo por sorpresa haciéndolo caer a un lado donde los amigos de Osmar lo agarraron para que no se moviera.

—¡Steve!—grite asustada y fue peor cuando aún en esa posición Osmar le dio otro golpe en el abdomen.

Vi la intención de seguir golpeándolo, y no iba a permitirlo. No con mi Steve. Ok no, pero el simple hecho de que lo golpearan de eso modo me molestó.

—¡Oye estúpido!—le grite antes de que golpeara nuevamente a Steve y con todas mis fuerzas lo giré para que quedara frente a mi. Rápidamente le di un cabezazo tan fuerte que hizo que su nariz sangrara, después le di un golpe bajo y por último me le colgué para morderlo de el cuello.

Si, me creía vampiro.

—¡QUÍTENMELA! ¡QUÍTENMELA!—grito a dolorido mientras seguía colgada sobre él y le mordía el cuello.

Eso sin duda sorprendió a todos; sus amigos lo miraron confundidos; Steve aprovechó ese momento y logró zafarse de todos.

Todo sucedió tan rapido, en un abrir y cerrar de ojos Steve estaba pelando contra ellos. Eran tres incluyendo a Bruce; en ese momento Steve parecía tan habil. Osmar seguía gritando; yo no me caía por más que él tratara de quitarme; además su nariz estaba tan mal que hasta me hizo pensar que quizás estaba rota. Lo dejé de morder en el cuello cuando noté la gran manera de pelear de Steve; eran tres contra uno más sin embargo el solo parecía llevar mucha ventaja. En esos segundos que me desconcentre Osmar logro tumbarme y hacerme caer a el suelo de senton.

Soltó un quejido y se tocó el cuello; donde también estaba sangrando gracias a mi; asustado se retiró de ahí corriendo, supongo que con la intención de revisarse.

Y de sus amigos tampoco no quedaba mucho; Bruce había desaparecido—maldito cobarde.—y los otros dos estaban en el suelo completamente rendido.

Steve estaba de pie, su respiración estaba agitada por lo sucedido, un chorro de sangre escurría de su nariz y boca, pero aún así seguía de pie.

—¿Estas bien?—pregunté cuando me levante yendo hacia el.

Este asintió sin verme pero cuando lo hizo pareció sorprenderse o asustarse.

Pensé: Esta bien que estoy fea pero no es para tanto.

—¿Te lastimaron? ¡Estas sangrando!—dijo y con su pulgar limpio el lugar donde sangraba que era en el extremo de mi boca.

—¿Eh?—dije dudosa, no recordaba haber sido golpeada ni nada por el estilo.—Ahh, debe ser sangre de Osmar por cuando lo mordí.

—Ahh...—se limpió el dedo en su pantalón.

—¿Seguro que estas bien? ¿No te duele?—dije con la intención de tocar la zona dañada de su rostro pero velozmente me tomo las manos con fuerza impidiéndolo.

El acto me desconcertó.

—Ni lo pienses.—finalizó.—Y no vuelvas a meterte en asuntos que no son tuyos; puedo arreglármelas solo.

Se dice gracias malagradecido.

Yo sólo quería ayudar...

—Pues no lo hagas, además odio deberle favores a los demás.—agregó.—Así que deja de involucrarte, tú y yo no somos amigos ni conocidos ni nada por el estilo, mantente apartada de mi vida.—inquirio soltandome las manos algo brusco. En ningún momento deje de observarlo, sus ojos verdosos tampoco; pero había una gran diferencia, él me miraba serio e inexpresivo mientras yo lo miraba confundida.

Sin decir nada más se marcho de aquel lugar dejándome sola con mil dudas.

¿En realidad podría mantenerme apartada de su vida? ¿En especial ahora que por fin hemos hablado?

SteveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora