-Dieciocho-

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No pude decir nada más. Lágrimas cayeron de mi rostro mientras negaba con la cabeza. No podía con todo esto, era, demasiado.

—Tienes que huir—negué con la cabeza.

—No puedo, no lo haré.

—Tienes que hacerlo, es la única manera para sobrevivir.

—No, no está bien hacer lo que otros te hicieron, no está bien huir. Ellos, no tienen a nadie más que a mi, soy la única que puede apoyarlos—él aún sostenía mi rostro así que me hice a un lado—No me importa si me acompañas o no, encontraré la forma de poder encontrarlo.

Este me miró suspirando.

—Tú no cambias.

—Quisiera recordarte por completo, ¿por qué...? ¿Por qué olvidamos cosas?, mis amigos también lo hicieron.

—Aún no lo sé, tengo ciertas teorías más sin embargo no logro entenderlo por completo.

—¿Por qué estás aquí?—pregunté confundida.

—Eso...tampoco lo sé.—su mirada bajo un poco desesperado—Abigail, debes huir por el otro conducto aún así no puedo prometerte que todo saldrá bien, se suponía que tú ya habías huido.

—¿Huir?—negué con la cabeza—siento que mi mente no termina de procesar absolutamente nada. ¿Qué hay detrás de la puerta?

—Es el pasillo que da hacia otras habitaciones, si vas por ahí hay posibilidades de que te visualicen, o peor aún te grabe la cámara de seguridad.

—¿Cómo sabes qué hay cámara...?

—Una vez la vi, mientras salía.

—Bien, entonces lo más seguro es que huya por el otro conducto. ¿Habrá alguien haya? ¿Debo protegerme de una persona es especial?

—Quizá de...Amanda, es peligrosa.—sugirió con un rostro serio—Se qué hay alguien por encima de ella pero nunca lo he visto.

—¿Alguien por encima de ella?

—Decían que era su hermano—susurró—no lo recuerdo bien.

—¿Quienes decían?—pregunté desconcertada—Es decir, ¿tienes contacto con más personas?

—Lo tenía, anteriormente se me permitía salir al comedor donde se encontraban todos los demás pero...como verás no tengo ningún compañero de habitación.

Fruncí el ceño sin comprender.

—Me refiero a que lo mate y por eso no me dejan salir más. Fin.

Abrí los ojos sorprendida, la persona delante mío ¿era realmente un asesino?

—Estas mintiendo.

—¿Eso crees?—dijo acercándose lentamente.

—¿Por qué lo mataste?

—El quería...intento violar a alguien que me importaba mucho, así que , no siento ningún remordimiento de haberlo hecho.

Solté un suspiro. Estaban siendo demasiadas cosas que analizar y comprender. Debería irme de una vez por todas y...

—¿Qué fue ese ruido?—murmuró el antes de que yo también escuchara lo mismo.

—Alguien viene por el conducto.—dije sin poder creerlo.

—¡Mierda lo encontraron¡—me jalo del brazo bajándome del conducto para después cerrarlo con el mueble rápidamente. Busco entre los alrededores algo con que defenderse más sin embargo solo encontró un palo el cual desconocía dónde salió.Se mantuvo en una posición esperando atacar.

—No podremos contra ellos—solté asustada—te harán daño.

—No importa, solo quédate detrás mío.

Retrocedí asustada topando con la pared mientras quería reaccionar. Si nos encontraban sería el final para nosotros, son mucho más fuertes y tienen más armas por lo cual es básicamente imposible ganarles.

Una persona empezó a empujar el mueble tirándolo. Un chico moreno salió de ahí con la respiración agitada, automáticamente recibió un golpe del chico de las vendas haciéndolo caer al instante.

Este se quedó inmóvil por un momento, incluso creí que había muerto pero después de un rato empezó a toser.

—¿Dónde...?

—¡¿QUIÉN ERES?!—soltó el chico de las vendas molesto—¿CÓMO CARAJO SABIAS DEL CONDUCTO? ¿POR QUÉ VINISTE HASTA AQUÍ?

—Yo solo...lo descubrí y lo seguí.

—¡NO MIENTAS!—levantó el palo para darle otro golpe en el rostro, lo detuve antes de eso.

—¡Espera!, deja que acabe de contar su versión.

—No tengo más versión, juro que solo hice eso.

—¡MENTIROSO!

—¡NO!

En eso las puertas de la habitación se abrieron dejando ver a dos guardias entrando, los cuales obviamente se sorprendieron al vernos.

La expresión del chico de las vendas era como: Y-A-V-A-L-I-M-O-S, mientras que el chico moreno se sorprendió.

Uno de los guardias me atacó con una pistola la cual traía un tranquilizante pero el chico de las vendas me movió para que no me diera.

El chico moreno levantó las manos asustados por lo cual los policías no le hicieron nada. El otro chico optó por hacer lo mismo y me dio una mirada indicándome que debería hacerlo, como si fuese la única opción de no morir.

¿Deberíamos entregarnos? ¿Así es cómo acaba todo esto?

Levanté confundida los brazos lentamente mientras ambos guardias nos apuntaban con sus pistolas tranquilizantes, uno camino hasta el chico moreno y le colocó unas esposas, él otro fue hasta el de las vendas para hacer lo mismo dejándome a un lado aún con los brazos extendidos.

Ví el rostro del chico de las vendas molesto, como si pensara en que todo se había ido al carajo, quiso forcejear un poco pero el guardia lo volteó bruscamente e incluso empezó a apretar las esposas, pude observar cómo se le empezaban a hacer rojas las manos, lo cual más que darme desesperación me dio coraje.

No sé qué fue pero algo se encendió en mí.

No podíamos perder, no así.

Tome rápidamente la pistola de entre las manos del guardia y le disparé, una flecha cayó sobre su ojo izquierdo por lo cual soltó un grito desesperado, él otro guardia soltó al chico moreno pero en un rapido movimiento también ya le había disparado.

El chico de las vendas le metió un golpe en el rostro con la mano que aún no le colocaban la esposa al primer guardia lo cual lo terminó de dormir y al otro el chico moreno le dio un cabezazo.

Estaba impactada ante la escena, sentía como si mi cuerpo hubiese reaccionado solo, como si anteriormente ya hubiese hecho esto.

Sin pensarlo salimos corriendo de ahí, las alarmas se empezaron a escuchar, mientras caminábamos por el pasillo se escuchó claramente la voz de algún robot o ayudante artificial que decía:

—Paciente G7 fuera de su habitación, no presenta ataduras y no pasó la prueba de seguridad por lo cual es probable que esté escapando, se le reconocé al paciente K9 junto a él, no se reconocé al tercer objetivo por lo cual no hay información de este—después de unos segundos agregó—NO ABRIR PUERTAS SIN PRUEBA DE SEGURIDAD, PELIGRO, PELIGRO, MAQUINAS PROGRAMADAS PARA ATACAR.

En ese momento todos nos miramos sin comprender.

—Puta madre...—solté mirando como se había cerrado la puerta al final del pasillo pero eso no era todo. De los lados de la pared sobresalían huecos, no comprendí su función hasta que una soltó una especie de bala.

Ahí fue cuando pensé: ¿Saldremos de esta?

SteveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora