—Eres tú...—dije decepcionada. Debí suponerlo. Adán ya no me miraba bien, podía notar como estaba cansado, o quizás el martillazo afecto.
Jeje.
—¿Quién más iba a ser?
—¡Intentaste matarme! ¿Por qué ?—hice una pausa analizando—¡La nota! ¡Dijo que si te encontraba sabría todo! ¡Dime que tengo que saber! ¿Me conoces? ¿Me recuerdas?
Este se mantuvo en silencio.
—No—dijo seco aún sin moverse.
—¡MIENTES!, ¡DÍMELO!—me agache para estar a su altura nuevamente.—Dímelo Porfavor. Necesito saber.
—No sé, tampoco recuerdo bien.
—¿Cómo creerte? Ibas a matarme.
—Si me hubieras soltado no te hubiera intentado asesinar.
—Eres un mentiroso.—dije sentándome también, me sentía cansada—Debería huir, no sé ni qué hora son, pero creo que debe estar amaneciendo, tengo mucho sueño.
—Yo también.
—Pero ni de chiste me duermo contigo.
Por algún motivo en lugar de huir me quede ahí, quizá no tenía fuerza, o quizá...
¿Por qué no tenía miedo?
—¿Sabes como salir de aquí?—volví a hablar
—¿Crees que si supiera seguiría aquí?—suspiro un poco—me golpeaste muy fuerte, aún duele.
—Tú me abofeteaste.
—No es igual.
—¡También me diste un cabezazo y me jalaste el cabello! ¡Tú fuiste quien comenzó!
—¡No ibas a soltarme!, me veías como una amenaza, podrías traicionarme después.
Un silencio reino el lugar.
—¡No importa eso!, ¡dime todo lo que sepas!, lo necesito Adán, ¿realmente te llamas así?
—Sí me llamo así, y...no sé. Créeme.
No dije nada más, sentí como poco a poco el sueño me invadía.
—Si vas a dormir cierra la puerta.—dijo él aún molesto.
—Ciérrala tú.
—Tú estás más cerca, además siento que me voy a desmayar si me levanto.
—Ojalá te desmayaras, así dormiría más a gusto.—una idea pasó por mi mente—¿Y si te desmayas? Leí que con un buen golpe es fácil.
—¿Qué estás pensando?—su gesto fue de preocupación.
—Bien, bien no te haré nada—me levanté—o tal vez....
—Comienzas a darme miedo.
—Se siente como halago escuchar eso, es decir, aquí todos ustedes dan bastante miedo.—tomé unas cuerdas y fui hacia Adán.
—No me toques maldita loca.
—¿Yo soy la maldita loca?—sonreí sarcasticamente—¿Quién tiene un maldito sello rojo tatuado?—aclare mientras lo amarraba con demasiadas vueltas porque no quería que se soltara, aunque lastimosamente la cuerda se acabó por lo que no estaba muy convencida de los nudos.—Tengo que dormir, pero no sé dónde hacerlo, igual creo que batallaré pero quizá sea aquí un buen lugar, no ha venido nadie más que ella desde que llegamos.
Cerré la puerta, noté que también se podía poner llave por dentro así que lo hice, una parte de mí me decía que era sumamente peligroso, pero créanme que tenía mucho sueño, y prefería dormir con él lunático que había intentado matarme, a qué me encontraran y quizá no regresara nunca.
ESTÁS LEYENDO
Steve
Teen Fiction"Es decir; si preguntarán ¿quien es el chico te llama la atención? Todas responderían que Bruce, el chico más popular y deseado. Pero yo...yo diría que Steven Clifford, quizás no sea popular ni sea jugador en el equipo de fútbol pero es por eso mism...