—¿¡Pero qué crees qué haces!?—dije quitándome de su beso.
Porfavor Abi, te morías por eso. Pensé.
—¡Shh!—me coloco una mano sobre la boca y trato de llevarme un poco más lejos del centro de la pista.—no llames la atención.
—¿Entonces porque hiciste eso?
—Te dije que teníamos que actuar como ellos.
—¿A si? ¿Era necesario besarnos?
—¿Tenías una idea mejor?
Ambos nos quedamos unos segundos callados.
—¿Que haremos?—hable queriendo cambiar de tema.
—No lo sé aún, pero necesitamos que alguien más que nosotros se de cuenta de la situación. Es decir; ocupamos que haya gente que no esté drogada.
—¿Y eso como lo hacemos?
El se lo pensó un momento.
—Podríamos...
—¡Ya se!—lo interrumpí.—podemos intentar hacer que entren por la puerta trasera. Salgo y a los que vea que están llegando les digo que también pueden entrar por atrás.
—¿Pero no será muy obvio?
—Pues tampoco le diremos a todos; solo a unos cuantos y de la manera más discreta posible.
—O podías decirles que es más fácil entrar por atrás y sin hacer fila.—sugiere.
—Lo que sea pero, debemos hacerlo ya.
El asintió y entre empujones muy apenas logramos salir de allí por donde habíamos entrado.
La fila era bastante larga. Así que se me ocurrió la idea de que hiciéramos fila también, pues tenía un propósito.
—Huy, la fila está enorme.—le informe a Steve quien aún no comprendía mi plan.—¿Sabes?, un amigo me dijo que la puerta trasera está abierta, así que es posible entrar por ahí ¿y lo mejor? Sin hacer filas.—grite y varios me miraron escuchando.
Era perfecto, de esta manera no tenía que decirles directamente que entrarán por atrás y lo harían de todos modos.
—¿Es verdad? Pues vamos.—mencionó Steve siguiéndome el rollo una vez que lo entendió.
No tardo mucho cuando los demás jóvenes también nos siguieron, nosotros entramos y ellos lo hicieron después.
Al comprobar que era verdad fueron por sus amigos para decirles que entrasen por la puerta trasera.
Entonces mucha gente empezó a entrar por atrás; haciendo que ya hubiese más gente lo suficientemente cuerda; quienes se dieron cuenta que había algo mal con varios de sus amigos o compañeros. En poco tiempo varios jóvenes se quejaron de lo que pasaba y fueron a dar aviso a los maestros.
—¿Que sucede?—dije acercándome a Steve. Ya que nos habíamos separado para notar si había algo raro.
—Escuché que están buscando a los maestros pero no los encuentran, y que uno encontró a la maestra de Biología pero que estaba encerrada en el baño de chicas.
—¿En el baño de chicas?—cuestione extrañada y el se encogió de hombros.
Los tacones resonando a toda velocidad de la maestra advirtieron su llegada. Al parecer era cierto que la habían encerrado pues se notaba muy furiosoa. Tomó el micrófono que tenían y habló rápidamente.
—¡Se terminó la fiesta! ¡No se que graciosito planeó todo esto pero...—
—¡El guardia escapó!—gritó uno de los presentes.
—¿Que? Atrápenlo.—ordenó pero nadie lo hizo así que ella se vio dispuesta a tener que ir tras el.—¡Ash! Vayan a sus habitaciones todos, ¡AHORA!.—fue lo ultimo que dijo para salir corriendo de allí.
El ambiente se quedó raro. La mitad parecían idiotas, riendo y haciendo estupideces. Y la otra mitad no sabía ni qué rayos pasaba, estaban igual que nosotros de confundidos.
—¿Que es exactamente lo que sucedió?—pregunte más luego recordé la principal razón por la que habia venido.—¡Beth! ¿Donde esta? ¿La has visto?
—¿Eh? No.
Sentí un gran miedo apoderarse de mí.
Técnicamente la única razón por la que había venido era para proteger a Beth pero ni siquiera sabía dónde estaba.
— Ella no está en ningún lugar de aquí...—susurre observándolos.—Tampoco está el chico con el que la vi.
—¿Un chico? ¿Cual chico?
Frustrada me salí de aquel lugar corriendo sin saber exactamente a donde dirigirme o donde buscarla.
Sentía en cada paso que daba la culpabilidad de que le pudiese estar sucediendo algo en estos momentos, me culpaba el no haberla buscado en cuanto entre o no haberle insistido más para que no viniese.
—¡¿Beth?!—gritaba por los pasillos pero lo único que conseguía era que la poca gente que había en ellos me mirase como loca.—Oye, ¿no has visto a Beth? Es una chica medio alta de cabello oscuro....
—No, no la conozco.—respondió el chico a quien me acerque mientras continuaba caminando.
—¿No? ¿Nada? ¿Tal vez la viste un poco o algo? Recuerda bien...
—Lo siento, no la he visto.—concluyó retirándose.
—Mierda.—susurre.
No me detuve, tenía la esperanza de encontrarla, tal vez solo se había ido a un rincón con aquel chico o yo que se...ella estaba loca.
A pesar de todo, tenía un mal presentimiento, el mismo que hacía que no me parara en buscarla en toda la instalación.
—¡Maldita sea Beth! ¿Donde estas?—pronuncie entrando al comedor donde no había nadie.
Me quede quieta mirando alrededor y descansando un poco.
Otra vez volvió esa sensación de estar siendo observada, y un escalofrío recorrió mi cuerpo.
—Beth, ¿estas aquí?—era estupido pero deseaba que me respondiera ella y no alguna otra persona.
Oí algunos pasos de un extremo.
—¿Beth?
En cuestión de segundos alguien salió corriendo de allí, ni siquiera pude ver su rostro o algo ya que tenía una capucha, pero sabía que era quien llevaba tiempo mirándome, solo que como estaba oscuro y escondido no lo había notado.
—¡Ahh!—solté un grito al verlo y retrocedí instantáneamente asustada.
Me lleve una mano al pecho, sobresaltada por lo sucedido.
Giré mi mirada al suelo y una nueva nota estaba allí.
Estaba temblando; al punto donde realmente quería huir y dejar de leer las estupidas notas.
Pero ...¿y si tiene que ver con Beth?
Así que me trague mi miedo y lentamente me fui acercando para tomar la nota.
Tú puedes, solo léela.
Extendí la nota para leerla:
"Ellos se la llevaron"
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Steve
Teen Fiction"Es decir; si preguntarán ¿quien es el chico te llama la atención? Todas responderían que Bruce, el chico más popular y deseado. Pero yo...yo diría que Steven Clifford, quizás no sea popular ni sea jugador en el equipo de fútbol pero es por eso mism...