—Dios mío, es hermoso.—suspiro mi amiga mientras lo miraba.—¿Verdad que lo es? ¿No te resulta tan interesante?—decía emocionada.
Del otro extremo venía sonriendo el chico más popular y codiciado de todo el instituto. Sonreía con orgullo; sabiendo que la mayoría de las chicas morían por el.
Más sin embargo yo miraba en otra dirección.
La pregunta sonó en mi cabeza: ¿No te resulta interesante?
—Claro que es interesante, cada detalle de él lo es.—respondí.
Pero no lo decía por quien ella creía. Si no más bien por aquel chico que caminaba rápidamente por el otro pasillo.
Aún no lo entendía.
¿A dónde es que iba en cada receso?
¿Porque jamás lo he visto junto a más amigos?
¿Porque todos suelen ignorarlo?
—¿Porque es tan extraño...?
—¿De quien hablas?—cuestionó mi amiga sin comprender.
—De nadie Beth—me corregí.—Solo estaba pensando.
Tampoco quería que descubriera esta rara obsesión; no quería que me viera como una loca.
Pero es que últimamente hasta me he memorizado su rutina dentro de la escuela.
Llega y se sienta en el fondo sin hacer ningún tipo de ruido; aveces dibuja y parece olvidarse de todo el mundo. Solo lo he escuchado hablar cuando participa en clases; lo cual es muy poco y solo hemos conversado una vez, cuando me pidió una pluma y se la preste—bueno esta bien, quizás no cuenta como conversación pero para mi si.—aunque estoy segura que ni me recuerda ni sabe mi nombre, ni mucho menos que tenemos todas las clases juntos.
Y después todos los recesos se escabulle por los pasillos donde no lo vuelvo a ver hasta las clases.
Ni siquiera yo sabía la razón de esta curiosidad. Simplemente surgió de un momento a otro.
Es decir; si preguntarán ¿quien es el chico te llama la atención? Todas responderían que Bruce, el chico más popular y deseado. Pero yo...yo diría que Steven Clifford, quizás no sea popular ni sea jugador en el equipo de fútbol pero es por eso mismo que lo hace interesante al resto, el hecho de que sea tan diferente despierta mi curiosidad al máximo.
—Ni creas que no me he dado cuenta.—hablo Beth.
—¿Eh?
—De nuevo estás viéndolo.
—¿A quien?
—A Steven.—pronunció sorprendiéndome.
—¿Que?—me hice la desentendida pero una pregunta surgió de mi mente. Si ella lo nota...¿el también?—¿¡Porque dices eso!? ¿!Se nota?!
—Ahí está, ya ves que si...
—¡No!, me refería a que ¿porque piensas eso?
—Porque es obvio...—contestó.—Y además soy tu mejor amiga, te conozco perfecto.
Joder, el plan de que no me descubriera se había ido a la basura.
—Y respondiendo tu pregunta...—habló nuevamente.—No eres nada discreta, tal vez hasta el se haya dado cuenta.
—¡¿Que?!—pregunté asustada.
—Pero tranquila...—ella abrió la boca sorprendida como si descubriera algo.—¡No puede ser ahora lo entiendo! ¡Te gusta!
—¡No!—negué.
—¿Y porque te estás poniendo roja?
—¡No me estoy poniendo roja!—exclame poniéndome las manos sobre las mejillas.
—¡Si lo estás!
—¡No!—dije casi gritando mientras me ponía de pie.
—¡¿A dónde vas?!
—¡A mis clases; no puedo llegar tarde!
—¡Pero aún faltan 10 minutos!
—¡No importa, necesito llegar muy temprano, adiós!—grite despidiéndome al mismo tiempo que huía de ahí aún con mis manos sobre mi rostro, no quería que nadie viera mi cara roja.
Corrí hacia los baños, necesitaba relajarme y lavarme la cara.
Ya una vez ahí me humedecí el rostro y suspiré observándome en el espejo.
Tranquilízate Abigail, todo esta bien.
Y así hasta qué lentamente fui relajándome poco a poco aún observando mi reflejo en el espejo.
Me acomode la blusa y me quede mirándome; siempre había sido delgada, por lo que la camisa de el uniforme me quedaba aguada, para acabar tampoco tenía muchas bubis así que no me veía con mucha forma.
—Mmm...—se me ocurrió algo mientras veía el rollo de papel a un lado.
Me giré hacia los lados y no había nadie. Era extraño ya que usualmente en los baños de mujeres siempre había mucha gente pero por alguna extraña razón hoy no.
Hazlo rápido me dije.
Tome un poco de el papel higiénico y me levante la blusa, después lo acomode dentro de mi sostén.
Me vi varias veces en el espejo mientras las acomodaba mejor.
—Creo que sólo falta un poco más.
Me volví a girar con la intención de tomar más papel,aún con la blusa levantada pero mi mano chocó con la de otra persona.
Al notar que había alguien más me quede paralizada viéndolo, y esa persona también a mi.
No sabía qué cosa era peor.
1.Que me hayan visto poniéndome rollo higiénico en el sostén.
2.Que hasta este momento me di cuenta que me metí al baño de los hombres.
3.Que no solo es el hecho de un hombre me este viendo si no de quien!!!
4.¡Steven Clifford estaba frente mi!
Abrí la boca asustada; el también estaba sorprendido primero por ver a una mujer pero después cuando su mirada viajo hacia mi camisa levantada su cara de confusión se hizo presente.
Baje mi camisa velozmente.
Yo aún seguía nerviosa sin poder procesar una palabra.
Luego la expresión de él se calmó, y volvió a la de siempre. Esa cara de amargado contra todo el mundo.
—¿Podrías soltar el papel?—me pidió al notar como yo aún me aferraba a él mientras lo miraba con los ojos bien abiertos.
—Ah, si, claro.
Me quede quieta sin decir o hacer nada.
El solo se limitó a secarse sus manos con el papel y tirarlo después. Luego camino con la intención de marcharse...
—¡Oye!—me atreví a hablarle.
El se volteo sobre sus talones y me vio.
—Yo solo estaba jugando, no es como si lo hiciera siempre, bueno si lo hacía antes porque quería que se vieran más grandes pero...
—Está bien, no tienes porque explicarte.—dijo cortante mientras se disponía a irse nuevamente.
—Por cierto soy...
—Abigail, lo sé.—finalizó con obviedad y se fue sin decir nada mas.
Si antes había estado asombrada ahora aún mas. Quizás acabo de pasar el ridiculo pero al menos hijos dos cosas buenas de esto.
*Tuvimos nuestra segunda plática
*¡Sabe mi nombre!
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Steve
Teen Fiction"Es decir; si preguntarán ¿quien es el chico te llama la atención? Todas responderían que Bruce, el chico más popular y deseado. Pero yo...yo diría que Steven Clifford, quizás no sea popular ni sea jugador en el equipo de fútbol pero es por eso mism...