—¿Segura que estás bien?—preguntó mi madre.
—Sí, segura.
Aún seguíamos en la cafetería, él todavía no salía; lo sabía porque observaba su camioneta la cual aún seguía allí.
—Estas muy rara, ¿te ha pasado algo?
—Si...—susurre sin prestarle mucha atención ya que vi como Steve abrió la puerta trasera de su camioneta y arrojó algo.
—¿Si?
—¿Eh? ¡No!, quise decir...—nuevamente no sabía qué decía. Steve se giró como si supiera que lo miraba; aunque claro que era muy fácil pues lo podía ver ya que era como una ventana transparente muy grande. El me giño un ojo antes de subirse a el vehículo.
Pero qué raro sujeto.
Mira nadamas quien lo dice, me respondí a mi misma.
—¡Abigail!, ¿Pero que te pasa?
—Perdón madre, me duele la cabeza, creo que no dormí lo suficiente.
Ella aún no parecía creerme de él todo.
—Entonces será mejor que comamos rápido y puedas ir a dormir.
Asentí aunque en el fondo me sentí un poco triste. No entendía porque eran de ese modo; o como podían pasar tanto tiempo sin verme y comportarse como si nada hubiese sucedido. Extrañaba a la familia que éramos antes; la que salía en todo momento; aunque mamá siempre me niegue diciendo que casi ni salíamos yo sé que si, papá también lo sabe, pero últimamente los dos parecen ser tan diferentes.
[•••]
—¿Como te fue con tus padres?—le cuestione a mi amiga. Ya era la mañana de el día siguiente; afortunadamente ella se había quedado a dormir en casa de sus padres y por desgracia a mi me habían traído de vuelta demasiado rápido.
Mi madre dijo que por más que le encantara la idea de que durmiéra fuera de el instituto no podía porque debía ir a trabajar al día siguiente y no quería ser descuidada.
Si supiera lo descuidada que me tiene...
—¡De maravilla! ¡Por fin dormí agustamente! ¡No como aquí que tienen todas las camas duras y feas!..—explicó mientras avanzaba en la fila de el comedor con el plato y lo extendía para que le sirvieran el desayuno.
—Me alegro por ti...a mi me trajeron de volada a mi casa...—mencione triste a la vez que seguía mi turno.
—Ay amiga...—habló Beth al notar mi cara triste.—¡Pero no te deprimas! Lo bueno es que tan siquiera pudiste verlos; piensa qué hay gente aquí que ni eso.—comentó y tenía razón.
Inmediatamente alguien pasó por mi cabeza.
Steve.
¿Donde se habrá metido?
—Lo se...—agregue observando hacia los pasillos; el siempre andaba por ahí escabulléndose o yendo en dirección a el baño.
—¡Por cierto! ¿Viste a la mamá de Bruce? ¿Como es?
—¿Eh?—respondí desorientada. Se me figuró ver una silueta parecida a la de Steve.—¿Sabes? Creo que ahorita te alcanzo.
—¡Abigail! ¡Abigail!—me nombró varias veces pero yo ya iba tras aquella figura.
En el acto no me fijé y choqué con alguien embarrándole la comida.
—¡Perdón! ¡Enserio, perdóname!—le pedí a la chica que se encontraba enfrente de mi.
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Steve
Teen Fiction"Es decir; si preguntarán ¿quien es el chico te llama la atención? Todas responderían que Bruce, el chico más popular y deseado. Pero yo...yo diría que Steven Clifford, quizás no sea popular ni sea jugador en el equipo de fútbol pero es por eso mism...