No dijo nada, por unos momentos solo estábamos observandonos, sentí como escurría la sangre por mi nariz pero ya me daba igual.
—¡¿Tú?!—su pregunta me desconcertó más aún. Ella realmente parecía extrañada con mi presencia—No puedo creerlo, creí que estabas...
—¿Muerta?—completé, y no porque la reconociera si no que Luke cuando me vio pensó lo mismo.
—Hubiera deseado que así fuera, no sabes qué tan feliz era sin ti.
Sus palabras soltaban odio hacia mi. Prácticamente no entendía nada, pero bastaba con ver su mirada y así entender que quería asesinarme en esos momentos.
—¿A qué viniste?—hablo de nuevo—¿Por qué estás devuelta?
—Quiero a mis amigos, ¡Necesito que los liberes!—exigí gritando.
Su boca emitió una risa corta pero cruel. La analice completamente, llevaba un conjunto de falda roja con un saco del mismo color, al igual que sus tacones y labial. De un momento otro cambio su expresión y camino hacia mi, se agachó hasta quedar a mi altura.
—Debiste quedarte donde sea que estabas, ahora todo acabará para ti.
—¿Por qué me odias?—sabía que era estupido preguntar pero mínimo deseaba saber alguna explicación.
—Porque eres una basura, y siempre estás entrometiéndote en todo. Es por eso que me desharé de ti...
—¡Espera!—la tomé del hombro fuertemente.
En automático un recuerdo vino a mi.
—Eres basura Abigail, recuerda eso siempre—dijo Amanda antes de que me sirviera la cocinera una comida asquerosa en aquel comedor y a ella una deliciosa.
—Seré lo que quieras Amanda, pero incluso la basura como yo siempre va por delante de ti.
Fue lo último que dije antes de marcharme. Era tan extraño, incluso en el recuerdo podía sentir todo ese odio hacia mi.
Varios recuerdos llegaron donde nos peleábamos, la mayoría inconcluso pero ninguno explicaba la razón ni el motivo.
—¡No me toques!—me dio una bofetada haciéndome caer hacia un lado. Después camino hacia mi y con la punta de su tacón aplasto mi mano tan fuertemente que me hizo gritar del dolor.
El grito de alguien más me acompañó.
—¿¡Beth?!—dije aún soportando el dolor. Amanda se percató y dejó de encajarme el tacón para después jalarme del cabello y levantarme hacia el ventanal.
Me quedaban pocas fuerzas, sentía que iba a desmayarme en cualquier momento. En el ventanal pude observar cómo Beth se retorcía en el suelo, mientras le inyectaban sustancias desconocidas.
—Quiero que veas hasta su último aliento Abigail.
—¿Qué le están haciendo?—exclamé con desesperación—¡DÉJALA!
Ella tomo lo que parecía ser un radio entre sus manos y pronunció:
—Denle otra dosis, háganlo hasta verificar su límite, no se detengan hasta que lo ordene.
Negué con la mirada, no quería ver esto, no quería saber cómo tal vez por mi culpa ella estaba aquí. No quería verla morir,no aún.
Entendí que todo había sido una mentira, nuestras vidas, y por algún motivo había cosas que no podíamos recordar o con el tiempo olvidábamos, más sin embargo Beth era Beth, y seguía siendo mi amiga. La única que tenía en todo el maldito lugar.
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Steve
Teen Fiction"Es decir; si preguntarán ¿quien es el chico te llama la atención? Todas responderían que Bruce, el chico más popular y deseado. Pero yo...yo diría que Steven Clifford, quizás no sea popular ni sea jugador en el equipo de fútbol pero es por eso mism...