Capítulo 1

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Dante llegó a la oficina y Sofía ya estaba allí. No sabía qué haría sin ella, llevaban muchos años juntos, y antes de ser su secretaria, lo había sido de su padre. En el trabajo era muy organizado, ellos dos ya tenían una dinámica, y pensaba que alguien nuevo vendría a romper todo eso. No quería que se fuera, pero la entendía.

—Buenos días, Sofía. —saludó mientras se dirigía a su oficina.

—Buenos días, Dante. Si no es mucha molestia, quería comentarte algo.

Dante se detuvo y fue hasta donde estaba ella.

—Te escucho.

—Cómo sabes, ya me retiro, y aún no has encontrado una secretaria a tu gusto.

—Sí, lo sé, lo entiendo, aunque no quiera. Y las secretarias que han venido no me convencen.

—Te tengo la ideal, a ella no podrás decirle que no.

—¿Es así como tú?

—Es muy competente. Y lo mejor, es secretaria jurídica. Mejor que ella no encontrarás. ¿Puedo decirle que venga para una entrevista contigo?

—Creo que aceptaré a cualquiera, no puedo retenerte indefinidamente. Confío en ti al juzgar su trabajo. Que pase por Recursos Humanos, y le hagan un contrato de prueba.

—Gracias, estoy segura de que les irá muy bien juntos. Igual yo estaré con ella tres semanas adiestrándola, enseñándole como te gusta todo.

—Yo también espero que nos vaya bien. —Y con estas palabras fue hacia su despacho.

Sofía no podía esperar a llegar a la casa y comunicar la noticia a Eva, así que la llamó. Después de varios timbres, Eva respondió.

—Dígame Sofía, ¿cómo puedo ayudarla?

—Mi jefe me ha dicho que sí, así que ven lo antes posible, porque mañana se va de viaje por una semana.

—¡¡Qué bien!! Sofía, gracias, para el mediodía estaré allí.

—Aquí te esperamos.

Se despidieron las dos muy felices, Eva porque encontró un trabajo y Sofía por un bien que hizo a los tres, a Eva, a Dante y a ella misma porque por fin podría viajar con sus amigos, sin pensar en regresar antes por el trabajo.

Dante entró a su oficina y antes de sentarse se sirvió un whisky, pensando en lo que acababa de hablar con Sofía, confía en que traiga a alguien competente. Solo esperaba que no fuera como la última que entrevistó. Él no tiene escrúpulos en cuanto a mujeres, pero esa rebasó los límites, estaba coqueteando con él, en medio de la entrevista entró su hermano y también empezó a coquetearle a él. Parecía que le daba lo mismo mientras fuera uno de los dueños. Su hermano es muy atractivo, no tenía problemas con él y nunca le envidió, estaba seguro de su atractivo, solo le molestaban esas mujeres, que saltaban de uno a otro viendo cuál agarraban. Por suerte su hermano, piensa como él y no le hizo mucho caso. Ella se fue muy ofendida al no conseguir el trabajo y más porque no consiguió nada de ellos.

Iba a dejar el vaso sobre la mesa cuando entró su hermano Lucas.

—Qué bueno que estás aquí. Necesito que firmes unos papeles. —dijo Lucas sin saludar.

—Buen día a ti también. ¿Tu secretaria no podía venir y entregarle los papeles a Sofía?

—Buenos días –repitió Lucas y puso los ojos en blanco—. Le di el día a mi secretaria, lo necesitaba para algo con su hijo. Y quería verte, estos últimos días solo te veo en alguna reunión.

El amor está en litigioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora