Eva y Laura bajaron juntas en el ascensor e iban hacia el garaje a buscar el auto, porque Lau la llevará hasta su casa. La rubia le iba contando toda la ropa que llevaba y Eva rio de esto porque parecía que se iba un año de vacaciones y no un fin de semana. Le dijo que su madre llevaba una semana en su casa para que Matthew se adaptara a estar todo el tiempo con ella, y Laura pudiera viajar.
—La verdad es que ya estoy desconfiando de tanta ayuda de mi madre. —Laura suspiró y se mordió el labio bajando la mirada.
—¿No crees que en realidad quiera ayudarte? Quizás tanto tiempo alejada de ti le ha hecho reflexionar.
—Ella no fue la peor madre, pero tampoco la mejor. Gael le hacía muchos regalos caros, por eso vivía en nuestra casa, antes de eso me visitaba ocasionalmente. Empezó muy bien, poco a poco, pero esta semana parece otra mujer, quiero creer en ella, pero me está costando.
—Espera y observa como van las cosas a tu regreso, Lea y yo iremos a tu casa para ver al niño y estaremos pendientes del comportamiento de tu madre, ¿te parece bien?
—Agradecería que lo hicieran, pero no quiero molestarlas tanto, tú tienes una cita hoy en la noche y si las cosas van bien, seguro estos días estarás muy ocupada.
Eva le respondió que no será ningún problema, que la cita es en la noche, no todo el fin de semana, y aunque se citen otra vez, nada impedirá que vele por la seguridad de Matthew. Laura le dio las gracias y le dijo que se iría más tranquila porque sabía que no dejaría completamente solo a su hijo, aunque su madre estuviera con él.
Llegaron a la casa y se despidieron, prometiendo llamarse y contarse lo que sucediera con las dos.
❤❤❤❤
Eva estaba de pie frente a la cama, encima de esta tenía tres vestidos, no encontraba por cuál decidirse, uno de ellos era negro, corto, con escote en V sin espalda y cintura alta sin pliegues plisado, el segundo era corto de color burdeos con escote plateado en la espalda, y el tercero era un vestido mini corto de color rojo, con un diseño halter, cuello en V escote profundo y espalda descubierta. Levantó los tres de uno en uno, mostrándoselo a Emma que estaba en una videollamada con ella.
—¿Qué crees? A mí me gustan todos. —preguntó Eva a su amiga.
—Usa el rojo, te verás muy sexy con él.
—Bueno, es mi favorito, ¿No es muy atrevido para una primera cita?
—Lo dejaras con las babas fuera, deseando quitártelo desde que ponga los ojos en ti.
—Esa es la idea, pero no quiero ser tan evidente.
—Pues que no haya dudas, ponte ese que te queda de infarto.
Rieron de las ocurrencias de Emma y se despidieron, ella agradeciendo la ayuda.
—Cuando quieras, para eso estamos las amigas.
Eva iba a colgar la llamada, pero Emma se lo impidió.
—Eva...
—¿Sí?
—Una última cosa... Si te gusta, no te cohíbas, nadie que importe te va a juzgar si terminas la cita con sexo.
—Valeee, gracias por el consejo. —dijo Eva riendo.
—Lo digo en serio. Sé que te gusta hace mucho tiempo. Me extrañaría que no salieran de allí quitándose la ropa.
—Esperaremos a estar solos, no nos exhibiremos en esta primera cita, quizás en las demás. Incluso te invitaremos.
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El amor está en litigio
Romansa¿Quién dice qué no se puede ser romántica y profesional a la vez? Eva es una secretaria jurídica, romántica a más no poder. Una mujer que no tiene miedo de demostrar sus emociones. Sueña con tener un amor como el de sus abuelos, que se demostraban a...