7: ルサンチメンズ (Resentimientos)

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Todos sus pensamientos iban dirigidos hacia él.

Uno de los culpables.

Tenía que matarlo, mientras esas dos escorias sigan con vida su familia nunca podrá descansar en paz.

Ni la suya ni las inocentes familias que esos investigadores arrebatan. Odiaba que los mataran por ser como eran ¿Qué culpa tienen? Solo tratan de sobrevivir... Pero no podía hacer nada para cambiarlo no mientras siga siendo débil.
-Oye-Su acompañante le llamo la atención volviéndolo en sí-¿Quieres moverte?-Parpadeo varias veces percatándose en qué lugar estaban sus manos, bajo la mirada y no solo eran las palmas pues las intimidades de ambos estaban juntas.

Con un tremendo sonrojo se separó, en el fondo le gusto hacerlo pues bastantes eran los sueños húmedos con ella como protagonista, pero sabía que esa erección solo le traería problemas.

Takatsuki no pudo evitar relamerse al ver su dureza.

Llevaba reprimiendo esos deseos demasiado tiempo y para suerte suya ahora estaban solos.

Otro fuerte golpe sacudió la estancia. Recordandandole quien estaba fuera.

Se acerco a una de las ventas la cuál era cubierta por unos fuertes barrotes lo que dificultaba su visión.

Sin embargo, eso no le impidió verlo con esa sonrisa macabra. Exactamente la misma de hace 4 años. Coloco las manos en las barras mientras la ira e impotencia de no poder hacer nada lo consumían.

Termino de ver como ejecutaban al ghoul y celebraban la muerte, no logro apartar la mirada del quinque, eso era lo único que quedaba de él.

Estrujo el hierro con furia llegando a romperlo su kakugan se activó y antes de que el kagune saliera recordó quien estaba a su lado, por nada en el mundo permitiría que lo viese de esta manera, no dejaría que mirara a un monstruo.

Se tapo ambos ojos ante la atenta mirada de la mujer, claramente ella sabía que le ocurría pero volvió a fingir.
-¿El ghoul lastimo tus ojos?-Fingió preocupación.
-N-no s-solo una piedra entro e-eso es todo-
-Enséñame, creo poder ayudarte-Se acerco tocándole las manos.
-¡No!-Grito sobresaltándola-Y-yo solo puedo ¿H-hay un baño por aqui?-
-Ehhh... Si detrás tuya-Acato la dirección no sin antes tirar varios objetos creando un sonido ensordecedor, tras golpearse varias veces entro al baño encerrándose-Idiota-Musito para sí misma.

Ya más tranquilo se vio al espejo.
-Tienes que calmarte-hablaba consigo mismo tratando de calmar la sed de sangre, pero un fuerte dolor en su estómago se manifestó recordándole que no había comido nada hace un mes.

Se tiró con un dolor intenso buscando alimento.
-Ese olor-De nuevo sintió a su amada-Takatsuki será deliciosa y mientras me la como puedo...-Con una sonrisa desagradable se golpeó la cabeza-Con ella no-Logro recuperar un poco la compostura.

Aguantar hambre era un inferno y él lo sabía muy bien de hecho, ya estaba a acostumbrado. Si no fuese por Kaya ya estaría muerto.

Alimentarse de sí mismo no podrá mantenerlo, pero tampoco podía robar comida del Aogiri si lo encuentran morirá.

Tenía que comer cuanto antes y estar encerrado con esa mujer no le ayudara nada, pero si tenía algo bueno era la resistencia a palabras de Irirmi él era un ghoul capaz de soportar más que la mayoría, no solo en batalla también en hambre y muchas cosas más.

Por lo que por hoy podría sobrevivir comiendo un poco de su brazo, pero mañana tenía que comer carne humana sí o sí.

Mientras miraba su reflejo arrancó un trozo del brazo con mucho dolor recordando con terror como si Eto fuese quien mordía esa zona.

Mi Querido Perdido (Una historia de Takatsuki Sen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora