57: 鐘 (Campana)

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~歹~


Allí, en lienzo de suicida, el órgano vivía.

En él se reflejaba, la carne que amaba.
Pero ahora, más que vendada era payasada.

Una nefasta hipérbole.
¿Realmente lo es?

Describir algo como sus deseos como nefasto... sí es eso lo que quiere...

Los órganos se le movieron, cayeron al profundo pozo donde ahora, junto a este la carne rebosaba.

Brillante y deliciosa.

Una vez más.

Si ese es su deseo...

¿Importa acaso?

No pudo responder esa pregunta.

Pues, la sonrísa ante sus ojos, le deslumbró de forma tal, que sangre lloró y, supo.

Que tal belleza había solo una.

Y no estaba cubierta en vendas.

Sino en polvo.















-Vaya... ¿y este milagro ante mis ojos?-Miró con agradable sonrisa.
-¿Cuál de los cuatro?-
-Te hizo daño estar tanto con Touka-
-Con Koma diría yo-
-Pobrecito, mucho le molestan-La mujer cerró sus ojos con los hombros alzados.
-Yo no tengo culpa-
-De mi insulto si, vieja-
-No soy Kaneki para llamarte superior, un poco de respeto Nishiki-Mencionó su nombre con especial detalle.

Él adulto sonrió melancólico.
-Sabes... me gusta Re pero-Miró el suelo, acomodándose sus lentes-No es Anteiku-Acabó.
-Lo sé-
-Se que Touka se esfuerza, era realmente divertido verla desvivirse para que Haise regresara-Evocó las hilarantes discusiones, done incluso alguien como Renji Yomo había reído.
-¿Divertido? Creí que era patético-Se cruzó de brazos.
-En su momento, lo aprendí...-
-...-Irimi rió, y por fin tomó asiento de uno de los cuatro sillones de esa sala.

Justo frente a él.
-¿Sucedió algo?-Ella, acorde a su postura, con amable y apaciguado tono cuestionó con decoro.
-Solo recordaba a Kimi... y tú qué sabes ¿por qué...?-
-Ukina...-Susurró.
-¿Eh?-
-La madre de Eto-
-¿Eh?-
-La pareja del Jefe-
-¿Qué...?-Ella sonriente continuó.
-Touka siguió los pasos de Anteiku-Sus sentimientos al hablar la hacían ver todavía más hermosa-Y; es por eso, que para mí, es lo mismo-Sonrió de forma deslumbrante ante los mechones café-Además-Se levantó-Yo hago café allí; ¡obviamente será igual de bueno!-
-¡INCREIBLE!-El grito rompió.
Tan bello como cristal roto.

Ambos adultos se sobresaltaron, poniéndose en pie y, con suma rapidez, se dirigieron a la cerrada puerta de donde el sonido surgió.
-Y yo que pensaba que habías venido a visitarme-Con tono burlón el castaño reclamó, Irimi trató de sonreír, pero en el fondo no pudo con la preocupación, pues, por más "S" que tenga, para ella, seguirá siendo su niño.

¿Su?

Seguía siendo ¿su...?

La puerta se abrió de sopetón y, de ella, una acalorada y ensangrentada ghoul se esfumó como alma que lleva al diablo.

Por su camino, el suelo empapó, pues de sus labios goteaba abundante sangre.

Detrás, un pelinegro apareció, quien, con su vocabulario, detuvo Nishiki.
-Déjala, no lastimará a nadie-
-¿Cuándo...?-Él, como el guardia de Gypsy, no se percató de la visita del zagal.
Boris negó con la cabeza y por fin, salió de la habitación, quedando cara a cara con Kaya Irimi.

Quien, con horror (no demostrado) recorrió el rostro de Boris, notando que los labios junto con la piel de la barbilla habían desparecido y sus dientes se mostraban.

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Mi Querido Perdido (Una historia de Takatsuki Sen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora