En las calles de esta ciudad, el chico de cabellera oscura y piel canela avanza con pasos decididos. El sol de verano acaricia su rostro mientras se sumerge en la nostalgia de los últimos días de vacaciones antes de enfrentar su último año universitario. Apenas cuatro meses separan al joven de la culminación de su carrera, y la incertidumbre sobre su futuro lo acompaña como una sombra.
No es un alma ambiciosa, y eso lo distingue en un mundo que valora los logros deslumbrantes. Las voces a su alrededor insisten en que debería aspirar a grandes hazañas, pero él se siente cómodo en su sencillez. No necesita más que la brisa cálida y la certeza de que el dinero no es un obstáculo. En esta ciudad, las oportunidades laborales abundan, especialmente en el mantenimiento de construcción, una rama que ha estudiado con dedicación. El trabajo puede ser arduo, pero la recompensa es justa.
Sin embargo, hay un secreto que flota en el aire, un conocimiento compartido solo por unos pocos: los "S.T.A.R.S.", los superhéroes que patrullan las calles. Poseen habilidades sobrenaturales, pero también enfrentan desafíos únicos.
El chico avanza por las calles, sus pasos resonando en el silencio del callejón solitario. Las voces de la gente se desvanecen poco a poco, como si la ciudad misma se hubiera retirado a un segundo plano. El aire apenas se percibe entre los altos edificios que lo rodean, y la sombra se adhiere al pavimento, enfriando el ambiente. Afortunadamente, su sudadera negra lo protege del gélido abrazo de la penumbra.
El callejón se estrecha, y al final, un muro de ladrillo bloquea su camino. Dos contenedores de basura, cerrados y olvidados parecen custodios silenciosos de este rincón abandonado. Sin titubear, el chico se impulsa con un salto ágil, sus músculos entrenados llevándolo hasta la cima del contenedor más cercano. El muro no es insuperable; para él, es solo otro obstáculo en su camino.
Sus manos se aferran al borde del muro, los dedos buscando cualquier asidero. Con determinación, se estira, sus brazos tensándose hasta que logra sujetarse con ambas manos. El esfuerzo lo impulsa hacia arriba, y sus piernas se enroscan alrededor del ladrillo. El mundo se reduce a ese instante. Y entonces, cruza al otro lado.
Aterrizando detrás de unos árboles, el chico se encuentra en un pequeño parque. El verdor contrasta con la aspereza del callejón, y el silencio aquí es diferente: más amable, más natural. Las hojas susurran secretos entre sí, y el aroma a tierra y vegetación llena sus pulmones. Es un oasis en medio de la urbe, un espacio tranquilo donde el tiempo parece detenerse.
Avanza unas calles más, y allí, al final de su recorrido, se alza una casa de estilo rupestre. Sus paredes de piedra parecen contar historias antiguas, y las ventanas pequeñas guardan secretos en sus cristales empañados. El chico se detiene frente a la puerta.
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SECTOR 13 Los Spaceforce
Science FictionLos Spaceforce son una nueva raza de prodigios, humanos con habilidades increíbles, quienes aparecieron después de uno de los eventos mas alarmantes para la raza humana. La mayoría de ellos se convirtieron en criminales que abusaron de sus poderes...