Capitulo 24: Problemas

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Francisco apretó el botón de enviar en su teléfono con dedos temblorosos. El mensaje urgente decía:

Mark, necesito ayuda. Me persiguen. Estoy en camino al parque de StoneFish. Por favor, ven rápido.

El viento soplaba frío mientras Francisco esperaba en la oscuridad del parque. Las hojas crujían bajo sus pies y las sombras de los árboles parecían alargarse, amenazantes. ¿Quiénes eran sus perseguidores? ¿Por qué lo buscaban? No tenía tiempo para pensar en eso ahora. Solo sabía que su vida dependía de que Mark llegara pronto. Otro trabajo que salió mal.


*        *       *

Mark leyó el mensaje de Francisco y se levantó de un salto. Sin pensarlo dos veces, agarró las llaves de su moto y salió corriendo hacia el garaje. La noche estaba oscura, pero la urgencia en el mensaje de su amigo lo impulsaba.

Montó su moto y aceleró hacia el parque. El viento azotaba su rostro mientras se adentraba en las calles desiertas. Cada segundo contaba. Otro mensaje llegó a su teléfono:

Por favor, apúrate.

Mark apretó los dientes y aceleró aún más. El parque ya estaba a la vuelta de la esquina.

A la luz tenue de la luna, el Parque StoneFish se despliega como un oasis de tranquilidad en las afueras de la ciudad

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A la luz tenue de la luna, el Parque StoneFish se despliega como un oasis de tranquilidad en las afueras de la ciudad. Los senderos serpentean entre altos árboles, cuyas ramas se entrelazan formando un dosel protector. El aire está impregnado de fragancias: el dulce aroma de las flores silvestres y el frescor de la hierba recién cortada. La falta de multitudes otorga al parque una atmósfera íntima junto con los bancos solitarios.

Mark descendió de su moto, el ronroneo del motor aún resonando en sus oídos. Dejó el casco sobre el asiento y se ajustó la mochila. El Parque StoneFish parecía sumido en un silencio irreal, como si el mundo entero hubiera detenido su respiración.

El suelo crujía bajo sus botas mientras caminaba. Sacó su celular y revisó el mensaje de Francisco una vez más.

Me persiguen. Estoy en camino al parque de StoneFish.

¿Quiénes eran esos perseguidores? ¿Qué había hecho Francisco para meterse en problemas?

A medida que avanzaba, notó sombras moviéndose entre los árboles. Hombres altos, encapuchados, con ropas que no encajaban con la noche. No eran simples paseantes nocturnos; su actitud era demasiado vigilante. Mark se preguntó si también estaban tras Francisco.

El viento susurraba entre las ramas, y las estatuas de piedra parecían observarlo con ojos inmóviles. Una Venus con los brazos extendidos, como si quisiera advertirle. Un fauno, mitad hombre y mitad cabra, con una sonrisa enigmática. Nunca entendió eso.

Mark continuó su búsqueda, sorteando bancos solitarios y fuentes apagadas. El parque era vasto, y la oscuridad lo envolvía como un abrazo frío. ¿Dónde estaba Francisco? ¿Por qué había elegido este lugar para encontrarse?

SECTOR 13 Los SpaceforceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora