Capitulo 23: Celos

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En el corazón palpitante de la ciudad, Jessica se desliza entre las sombras, sus ojos fijos en la pareja que camina despreocupada delante de ella. Mark, ahora camina al lado de Astrid, ajeno a la tormenta de emociones que se agita en el pecho de Jessica.

El Centro Comercial Galerías del Valle, un laberinto de tiendas y luces se convierte en el escenario de su discreta persecución. Jessica, con la destreza de una espía, se camufla entre la multitud, observando cada gesto, cada sonrisa compartida entre Mark y Astrid, sintiendo cómo cada una es una puñalada en su corazón enamorado.

—¿Cómo puede él interesarse por alguien como ella? —Se pregunta Jessica, mientras su mirada crítica evalúa a Astrid de pies a cabeza. —Mi cabello tiene más brillo, mi estilo es superior. —Murmura para sí, intentando convencerse de que ella es la elección obvia para Mark.

La pareja entra en La Trattoria di Luca, un restaurante acogedor dentro del centro comercial. A través de los cristales, Jessica observa cómo se ríen, cómo Astrid toca el brazo de Mark en señal de complicidad. La ira y los celos hierven dentro de ella, y en un susurro venenoso, Jessica se maldice por no ser la que está sentada frente a Mark.

Pero entonces, una idea maliciosa asoma en su mente, un plan para desbaratar la armonía de esa cita.

—Mark es mío. —Piensa con determinación, —Y no permitiré que Astrid, con su apariencia mediocre, me lo arrebate.

Con un brillo astuto en sus ojos, Jessica se aleja. Con su corazón en un torbellino de emociones, se aventura a salir sin su traje de respaldo. En los baños públicos, se viste de la forma más llamativa que conoce: un atuendo que ella llama "Self-Love". La tela roja y blanca se envuelve alrededor de su cuerpo, y su máscara de encaje cubre su rostro, ocultando sus ojos y su identidad. Con cada paso, siente la mirada de los transeúntes curiosos, algunos atontados por su presencia y otros preocupados, pero Jessica está decidida.

Una vez fuera, su plan se pone en marcha. Jessica con su don especial: la habilidad de enamorar a la gente con solo una mirada. No es un truco; es una conexión profunda que despierta los sentimientos más profundos en aquellos que la rodean. Y hoy, Jessica tiene un objetivo claro: arruinar la cita de Mark y Astrid.

Jessica se mezcla con la multitud, su atuendo llamativo atrayendo miradas. Encuentra a un grupo de chicos despreocupados y los engaña con su encanto. Les susurra palabras dulces, los hace reír y los convence de que deben interrumpir la cita de la pareja. Los chicos, confundidos pero intrigados, aceptan el desafío con tal de impresionar a la rubia.

Cuando Mark y Astrid esperaban su comida, charlaban sobre la academia y de lo que paso en el festival, algo que incomodo en cierto sentido a Mark, pero supo ocultarlo, a su vez que los chicos se acercan. Interrumpen la conversación, hacen ruidos molestos y se comportan como adolescentes traviesos. Mark mantiene la calma, intentando ignorarlos, pero Astrid parece incómoda. Jessica observa desde la distancia, su corazón latiendo con anticipación. ¿Será suficiente para arruinar la cita?

Astrid, sin embargo, no se rinde fácilmente. Con determinación, sugiere que cambien de lugar y se alejen de los molestos chicos. Mark asiente, y Jessica aprieta los puños. Arruinar su cita no será tan sencillo como pensaba. Pero Jessica no se da por vencida.

Mark observa a Astrid, notando su incomodidad. A pesar de la situación, él intenta mantener la calma y ser comprensivo con ella. Astrid, por su parte, es una persona tolerante, pero incluso su paciencia tiene límites. Cuando ve cómo varios chicos se acercan a ella con malas intenciones, decide tomar medidas.

Con una determinación Astrid extiende un par de alas majestuosas que brotan de su espalda, Astrid se eleva en el aire, sosteniendo a Mark con firmeza de la mano.

SECTOR 13 Los SpaceforceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora