Capítulo 16

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Ojalá sepa tan rica como se ve.

—¿Seguro que sabe bien? —le preguntaba a Lya.

Que era la jueza para degustar mi lasaña.

Había preparado otra para probar y ver que tal salió.

Según mamá era la lasaña más rica que había probado.

—Sí —afirmó con su boca llena—. Si no le gusta, la calientas y se la lanzas en su cara.

Que buen consejo. Subraye el sarcasmo.

—Lo consideraré —revisé visiblemente mi atuendo—. ¿Qué opinas del vestido? No crees que es muy sencillo.

—Te ves hermosa, ese tono de rosa te hace ver adorable.

—Bien, solo falta que venga por mí.

Faltaban cuatros minutos para que Trey apareciera y me raptara.

Mi maleta ya estaba hecha; tal vez más lista que yo para irse; también la lasaña estaba envuelta en un bonito papel de regalos.

—Tranquila, todo saldrá bien. —habló mi nana.

Había mejorado en cuanto a sus achaques de su edad, caminaba más seguido y nos terminamos Friends en la tv de sala, puesto a que era la tv más grande de la casa.

—Te vamos a extrañar, Mi niña.

—Los llamaré todos los días, además molestaré a Trey para que me vengamos a visitarlos semanal.

—Nosotros te esperaremos cada semana. —aludió mamá con ojos vidriosos.

—No me hagan llorar —limpié mis lagrimitas—, miren que se me escurre el maquillaje de Lya.

Y lo mucho que me había costado conservarla de maquillarme.

Le rogué hasta por mi alma.

—Nunca dejaran de ser unas sensibles sin causa.

—Papá tiene razón. —lagrimeó Lya.

Las dos éramos las sensibles y lo más vulnerables de la familia.

—Son las sensibles que yo más amo, mis niñas.

—Los amo. —vocee con agua en mis ojos.

En eso el timbre sonó. Era él.

—Debe de ser Trey —supuso mamá—. Yo iré a abrirle.

—Vendré cada semana, y estaré aquí cuando Lyon venga al mundo.

—Estaremos. —arregló Trey, pisando la sala.

Sonreí al verle.

Hoy era su cumpleaños.

—Feliz cumpleaños, cuñado. —Dylan fue el primero en felicitarle, después fueron Lya, el abuelo, mi mamá y papa, inclusive Nana le besó su mejilla.

Era mi turno.

—Colibrí. —me nombró con ansias.

Su sensual y a la vez dulce voz me empujó a abrazarle.

—Feliz aniversario de tu huida del útero. —susurré y oí su hermosa risa.

—¿Estas listas? —preguntó.

—Sí, aunque mi abuelo y mi mamá tienen unos presentes para ti.

Mi abuelo sonrió revelando una caja pequeña de forma rectangular.

—Era mío cuando era joven —dijo, entregándole la cajita—. Espero te guste.

Trey emocionado recibió y abrió sin vacile la caja.

Persiguiendo mi arcoíris © [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora