El mejor cumpleaños

2.1K 185 63
                                    

Sarah María guardó sus cosas en su mochila con premura en cuanto sonó el timbre de salida. Se despidió de sus amigos y amigas agitando la mano; y salió corriendo del salón de clases, sin hacer caso a su maestra, quien trató de impedir su huida tan rápida.

La niña corrió hacia la salida al tiempo que se iba acomodando la mochila en ambos hombros. En la entrada, en primera fila, estaba su mamá, como se lo había prometido aquella mañana, había llegado súper puntual por ella.

—¡Mami! —gritó feliz a escasos metros de la puerta.

Su madre se quitó los lentes de sol y se hizo el cabello castaño hacia atrás, antes de acuclillarse y recibirla con un abrazo. Luego, se incorporó, tomó la mano de la niña y se despidió de la directora con una sonrisa.

—Hasta el lunes, señorita —dijo.

—Buen fin de semana, señora Stark-Rogers.

Toni volvió a colocarse los lentes oscuros y volteó a ver a su niña.

—¿Lista? —le preguntó a su hija.

La niña asintió con entusiasmo y ambas se dirigieron a buen paso hacia el auto. Tenían mucho que hacer esa tarde. Pero, primero, fueron a la empresa de Toni, donde Sarah Marie se entretuvo en la computadora de su tía Pepper, mientras su mamá terminaba de firmar algunas cosas.

—¿Cuándo llega Steve? —preguntó Pepper.

—Justo el domingo —Toni sonrió —. Pero tenemos que tener todo listo, antes.

—Tienen tiempo—Pepper no entendía porque tenían tanta prisa en comenzar con los preparativos del festejo del 4 de julio.

—Marie está muy emocionada —dijo Toni al tiempo que estampaba su firma en el último documento —, quiere empezar ya a preparar la fiesta de cumpleaños de su papá; tiene el menú decidido y cómo quiere decorar la casa.

Pepper sonrió y acomodó en su carpeta correspondiente la hoja que le acababa de pasar Toni.

—Así que, si es todo, Pepp, me voy de compras.

—Es todo —Pepper asintió—. Si surge algo, te llamo.

Toni asintió, se incorporó de su silla y se estiró.

—Supongo que tú también tienes pensado que vas a regalarle —inquirió Pepper.

—Por supuesto —Toni le sonrió pícaramente y se dirigió con su amiga al despacho de ésta donde Sarah María jugaba en la computadora.

—Mamá —dijo la niña cuando las vio entrar—, así hay que decorar el pastel de papá.

Toni y Pepper se aproximaron y vieron la imagen que la niña tenía en la pantalla. Un enorme pastel blanco decorado con franjas azules y rojas con estrellas.

—Uh, a ver si nos sale —dijo Toni.

—Espera, ¿tú vas a hornear el pastel? —Pepper la miró azorada.

—Todo lo haremos mami y yo —contestó Sarah en lugar de Toni con una enorme y entusiasmada sonrisa.

—No digas nada—advirtió Toni a su amiga —, por eso empezamos desde hoy.

Pepper sólo rió por lo bajo.

Después de esa parada, Toni y Sarah Marie se dirigieron al centro comercial. Compraron todo para la comida, carne para las hamburguesas, papas para freír, el pan, etc. Era un menú muy fácil, se dijo Toni, que respondía más a los gustos de ella y de su hija que a los de Steve, pero sabía que su esposo no se quejaría, todo lo contrario. Además, ella y Sarah Marie prepararían la carne desde casi cero y cuidar que no se quemara, ya era bastante trabajo. También compraron todo para el pastel, ese iba a ser el verdadero reto; y se hicieron de una buena dotación de fuegos artificiales, antes de que se acabaran. Compraron las decoraciones, obviamente, muy patrióticas, pero también gorritos de fiesta y velitas para el pastel.

Stony Series Vol. 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora