Momias y zombies

622 61 26
                                    

Capítulo 9

.

Los nombres de los personajes no me pertenecen, están basados en la serie Ranma 1/2 de Rumiko Takahashi.

.

.

.

Ranma apretó el botón de acceso y miró a la peliazul con preocupación.

-¿Y ahora qué?

-Vamos a ocultar tus heridas.

Empujando la silla hasta la habitación de Ranma, le pidió que se pusiera la ropa más rota y holgada que tuviera, mientras ella iba a buscar lo demás.

~

Akane abrió la puerta y entre saludos y bromas por su vestimenta rota y su cabello alborotado, esperó a que los tres adultos se cambiaran los zapatos.

Una vez que estuvieron listos, el matrimonio Saotome fue el primero en entrar a la sala y se quedaron pasmados al observar a su hijo: despeinado, con ropas rotas holgadas, cubierto de vendas mal puestas y atado a una silla para escritorio con rueditas.

Ranma sonrió al sentirse el foco de atención de las miradas de los adultos.

-Hola -saludó con una pequeña inclinación de cabeza.

-¿Cómo has estado, cariño? -preguntó su madre, saliendo de su aturdimiento, mientras su padre le fruncía el ceño y el señor Tendo lo observaba con curiosidad.

-No me quejo. El departamento es cómodo y estoy más cerca del traba...

-¡¿A qué están jugando, muchacho?! -inquirió Genma con perplejidad interrumpiendo la vaga respuesta de Ranma.

-Pues, hoy fue... -comenzó el de la trenza.

-Fue día de películas de momias y zombies -interrumpió Akane, sentándose en el sillón individual.

Los tres padres la observaron confundidos mientras se acomodaban en el otro sillón.

-¿Día de películas? -preguntó Soun confundido.

-Pues, sí. Papá, ¿Ya olvidaste la conversación que tuvimos por teléfono?

Soun carraspeó y se acomodó sobre el asiento, cuando el matrimonio Saotome clavó su mirada inquisidora sobre él.

-Claro que lo recuerdo, Akane. Pero no creí que meterías a Ranma en ello.

-Bueno, no tuve otra opción, ya que a "alguien" se le ocurrió rentar sin ningún tipo de permiso la habitación libre que había en mi departamento -señaló con tosquedad, dejando al señor Tendo sorprendido.

Los Saotome se miraron entre sí con incomodidad, ya que Akane se había puesto de pie mientras regañaba a su padre.

-¡A mí me parece una buena idea! -inició Nodoka, tratando de aligerar el ambiente de la sala-. Un día de vestirse con temática de películas... Deberíamos hacerlo algún día, ¿Verdad, querido? -exclamó la mujer mirando a su esposo por apoyo.

-¿Eh? Ah, sí, sí, puede ser -murmuró el de las gafas poco convencido.

-Les traeré un poco de agua -señaló la peliazul, girándose hacia la cocina para ir a controlar su mal genio.

-Permíteme ayudarte, cariño -murmuró Nodoka, levantándose del sillón.

Ranma, quien se mantenía callado, reparó en que los hombros de la peliazul se tensaban.

Arqueando las cejas en su dirección, ella susurró: "Olvidé guardar el contrato".

-No te molestes, eres nuestra invitada -exclamó el joven tratando de persuadir a su madre.

Apartamento Compartido (18-B)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora