Lagartijas

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LAGARTIJAS 

Capítulo 19

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Los nombres de los personajes no me pertenecen, están basados en la serie Ranma y medio de Rumiko Takahashi.

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El despertador de la mujer comenzó a sonar cerca de su oreja. Akane gruñó molesta por el constante pitido y apretó el botón para silenciarlo. Se quejó en voz alta por el ligero dolor que sentía en sus músculos y apartó las cobijas de su cuerpo, obligándose a levantarse.

Después de cambiarse de atuendo, salió de su habitación y caminó en silencio hasta la cocina, ya que no quería despertar a su compañero. Akane sonrió al ver que las manzanas se encontraban en el frutero y caminó hacia la estufa para poner a calentar agua. Abrió la cortina de la ventana de la cocina y arrugó el gesto cuando se dio cuenta de que afuera se encontraba nublado. Ella odiaba salir de casa en días como este. Pero, si quería empezar a tener una mejor condición física debía empezar a ejercitar sus piernas más seguido. Estiró sus engarrotados brazos sobre la cabeza y se quejó un poco cuando sintió tensión en sus hombros.

—¿Estás bien? —preguntó la inesperada voz masculina desde la entrada de la habitación.

Akane respingó por la sorpresa y le frunció el ceño en cuanto lo tuvo a su lado.

Ranma mantuvo su expresión seria (a pesar de que le había divertido su reacción) y tomó una manzana del frutero.

—Sí, estoy bien —respondió molesta—. Pensé que estabas durmiendo.

Ranma le dio una mordida a la manzana y observó superficialmente la vestimenta de su compañera: sudadera y pantalón deportivo.

¿Planeará salir a correr? pensó el peligro con curiosidad.

—Lo estaba, pero me despertó una alarma muy escandalosa, así que vine por algo de comer —comentó, divertido.

Akane se tensó y apartó la mirada al sentirse culpable por haberlo despertado.

Tras otra mordida a su fruta, Ranma sonrió y tomó una manzana del frutero para ofrecerla.

—¿Vas de salida? —le cuestionó en tono amigable.

La mujer asintió con la cabeza y aceptó la manzana de la mano masculina.

—Sí.

Ranma volvió a morder su manzana y formó una pequeña sonrisa tensa.

—Ten un buen día, Akane —se despidió mientras giraba sobre sus pies y comenzó a caminar hacia el pasillo.

Akane abrió la boca con la intensión de llamarlo, pero una vez que el hombre desapareció por el pasillo, ella se detuvo. La mujer suspiró y recargó la cintura en la orilla del fregadero mientras observaba la fruta que tenía en su mano. No le gustó haber tratado así a su compañero pero, si quería mantener las cosas frías entre ellos, lo mejor que podía hacer era comportarse de esa manera.

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Ranma cerró la puerta de su habitación y se sentó en el cojín frente al escritorio para continuar trabajando.Tecleó la contraseña para desbloquear su laptop y continuó revisando su correo de la empresa.

Le había mentido a su compañera ya que él se había despertado mucho tiempo antes de que su alarma sonara, pero su curiosidad por saber en qué términos se encontraba su relación con ella fue mayor a su autocontrol.

Una hora transcurrió cuando Ranma finalmente terminó de responder sus mensajes y escuchó que la puerta principal se abría y cerraba por segunda ocasión. Lo cual era el anuncio de que su compañera de piso finalmente se había ido del departamento.

Apartamento Compartido (18-B)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora