Una noche agitada (parte 2)

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Los nombres de los personajes no me pertenecen, están basados en la serie animada Ranma 1/2 de Rumiko Takahashi.

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El cielo ya se había oscurecido.

El departamento se encontraba semi-obscuro, pues la única fuente que iluminaba el lugar era la de la pantalla donde se proyectaba la película "Por siempre a tu lado".

Katsuni, el hermano de Akari, suspiró aburrido. La película que habían llevado a la casa de Akane no era de sus favoritas, pero no se había quejado ya que podía comer libremente las golosinas que habían en la mesa sin que lo regañaran.

Acercándose a la mesita por otra dotación de gomitas con azúcar, notó un refresco de color blanco con la etiqueta dorada que decía "piña colada". Dejando descuidadamente las golosinas en la mesa, miró de reojo hacia su hermana, quien se encontraba inmersa en la película, y después observó con esperanza hacia la peliazul.

—Akane... —susurró con voz tierna.

La peliazul dejó de mirar la pantalla para prestarle atención al menor.

—¿Mm? —inquirió en voz baja.

—Tengo sed, ¿Puedo beber de este refresco? —le preguntó con voz angelical.

La peliazul tomó la botella de las manos del pequeño, destapó el envase y comenzó a llenarle su vaso.

—¿Akari, quieres refresco? —le preguntó, una vez que también llenó el suyo.

Akari asintió distraída y aceptó lo que Akane le ofrecía.

Cuando terminó la película y se encendieron las luces. Katsuni propuso que jugaran su juego de mesa favorito  "muecas y gestos" y, como ellas también querían divertirse un poco, le aceptaron la propuesta.

Akane, luego de darle un sorbo más a su refresco, se dirigió animada hacia su habitación, tomó el juego de mesa de su closet y regresó a la sala.

Sin acomodar el espacio para jugar, el primer turno fue de Akari, quien,  después de colocarse frente al televisor, comenzó a hacer movimientos exagerados con sus brazos y piernas, interpretando el comportamiento de un chango.

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Varios minutos pasaron y el juego se había convertido en un show de risa.

Los tres se encontraban tan mareados por el efecto del supuesto "refresco", que cualquier ligero sonido o insignificante mueca les provocaba una ruidosa e incontenible carcajada.

Cuando fue nuevamente el turno de Akane para jugar, tomó una de las tarjetas y al leer la palabra "gallina", en un arranque de locura, se subió a la pequeña mesa y comenzó a imitar a aquel animalito.

Akari y Katsuni comenzaron a reirse por la excelente imitación de gallina que hacía la peliazul y ella también lo habría hecho de no ser porque un segundo después miró hacia la entrada y se dió cuenta de que Ranma Saotome la observaba sorprendido.

Eufórica por querer que él se uniera a la diversión. Se acercó a la orilla del mueble y sin querer pisó una gomita azucarada, provocando que se resbalara y perdiera el poco equilibrio que tenía sobre el mueble.

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Ranma, –quien observaba la escena desde la entrada—, salió de su estupor e impulsándose con cada paso que daba en su dirección, llegó hasta donde se encontraba la mujer y la atrapó a mitad de la caída, pero sin poder evitar que cayeran al suelo.

El ruido provocado por el impacto fue tal, que los dos espectadores se levantaron del sillón alarmados y se acercaron rapidamente para ayudarlos.

—¡Akane! —gritó el menor.

—Estoy bien, Katsuni. No me pasó nada... —exclamó la peliazul aliviada.

Apartamento Compartido (18-B)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora