【 𝑇𝑎𝑡𝑡𝑜 】↠ 𝑴𝒆𝒘𝒈𝒖𝒍𝒇 !¡♡

q u i n c e

"—¡Ustedes son los peores padres del mundo! ¡desearía morirme!

—¡Muérete de una vez entonces y dejas de traernos tantos problemas!

Mew se quedó atónito al escuchar eso salir de la boca de su madre.

—¡Bien!—el chico enfadado y con lágrimas alistó su maleta con rabia.

Tiraba algunas ropas con furia, evitando caer en un lago de tristeza.

Era increíble que su familia lo tratara así sólo por no seguir con la empresa familiar.

—¡Los odio maldita sea!—gritó con furia, saliendo por las escaleras.

—¡Thomás!—exclamó una pequeña niña de once años.—¿A dónde va Thomas?

La niña empezó a patalear, pues quería ir detrás de su hermano.

—¡Thomas no será más tú hermano!—le reclamó su padre tirándose en el sofá, mientras se servía algo de beber.

Ana lloraba tirada en la sala, abrazándose a aquel peluche que su hermano Thomas le había regañado para su cumpleaños número diez.

—¡Ya deja de llorar Ana!—regañó su madre tocándose la frente con cierto estrés.

Luego de eso, Ana jamás volvió a saber de su hermano.

Thomas mientras tanto caminaba por unas calles frías y solitarias, limpiándose las lágrimas.

—¡Los odio! ¡Los odio tanto!

Tan sólo tenías dieciocho años...

Camino hasta que uno de sus amigos le contesto.

—Tul, hola ¿Podría hoy quedarme en tú casa?

Su voz sonaba rota y triste.

—¿Ha ocurrido algo?

—Sí, pero no quiero hablar de eso.

—¿Quieres que te recoja? ¿Dónde estás?

—Estoy tirado en un andén, no se dónde, te enviaré la ubicación, de verdad gracias Tul.

—Voy en cinco, y no es nada hombre.

Thomas se quedó algunas noches dónde su ex novio, no fueron muchas, mientras trabajaba como ayudante en el taller de celulares.

Ahorró, y con eso pudo pagar una pequeña habitación, cuando cumplió veinte años, se cambio el nombre a Mew.

No quería ser más Thomas, le traia recuerdos de una vida infeliz, él quería borrar todo malo que le había pasado.

Se interesó en el mundo del tatuaje, comenzó de aprendiz en un lugar no muy conocido, varia gente le dijo que tenía talento, se interesó aún más.

En pocos años Mew había sido la sensación por sus increíbles diseños, y el amor que le metía a su trabajo.

En esos años había cambiado totalmente su imagen, haciéndose perforaciones, y además de varios tatuajes, los cuales tapan marcas de dolor.

Ser tatuador le dió el suficiente dinero para darse una mejor vida, un mejor apartamento, y hasta un auto.

Mew estaba feliz de todo lo que había logrado, pero se sentía vacío, porque luego de eso empezó a decirse que nadie lo iba a amar de verdad.

Se convenció tanto que huía de los vínculos amorosos.

Cargaba con traumas, y eso nadie lo sabía.