Mila.
Dejó las flores en la tumba de William Thomas, hoy se cumplen siete años de su muerte. Y duele como la primera vez, decir que fue un hombre bueno es poco para describir el ser que fue.
Tal vez no llegó a ser el amor de mi vida, pero sí me enseñó a que merecía más. A que no debía conformarme con menos que un amor sincero, me enseñó que no se necesita mucho para que te lleven al cielo, y en honor a eso lo recordaré el resto de mi vida.
Salgo del cementerio desanimada, me pongo los lentes de sol y repito hondo, volviendo a retomar la fuerza. El trabajo en la firma de abogados cada vez es más pesado. Luego de la luna de miel, el agotamiento y el desánimo me invade, eso y el miedo del regreso de Andrew Bell. No hay noche que no tenga una pesadilla donde me quita a mi Selene.
Camino por la ciudad buscando un estupido carruaje de princesa para mi hija. Amo a Derek pero a veces quiero ahorcarlo por convertir a mi hija en una niña tan caprichosa. A Selene Webb James, nadie le saca de la cabeza que es un princesa y por ende, sus demandas son muchas.
Sé que no debería sentirme así, sé que debería esta feliz. Tengo a mi hija adorada, y a un hombre sexy y amoroso que me cuida con la vida, pero simplemente no puedo dejar la depresión que me acompaña de lado.
Me detengo frente a una heladería, cosa extraña en mi, pero termino comprando un cono enorme que devoro en menos de minutos, antes de continuar con mi caminata.
El cuerpo me tiembla cuando en mi camino se atraviesa los ojos verdes del hombre que me ha causado tantas pesadillas, me mira sonriente y eso me aterra más.
—Mila, que casualidad verte aquí.
—Permiso.
—No seas hostil, ¿Ya olvidaste nuestras noches?
—Ya me voy.
Logró decir e intentó caminar. Me toma del brazo con brusquedad impidiendo que me alejara.
—No te vas a ir. Vamos a tomar un café ahora.
Niego y se zafó de su agarre.
—No quiero —suelto fría.
—No te pregunte si querías o no. ¿Camina o tengo que llevarte a la fuerza?
Sube la mano al aire y me teletrasporta a cuando salíamos juntos. Los golpes que me daba y lo poca cosa que me hacía sentir.
—Entonces, ¿Debo arrastrarte? —insiste.
—No…no es necesario, vamos. —terminó cediendo.
Me molesto conmigo misma, sintiéndome impotente, es más grande el miedo que le tengo a este tipo, que nada. Dejo que me guíe a un restaurante de mal aspecto, donde pide un café para ambos.
—¿Que ha sido de tu vida? —Pregunta.—Te ha ido bien, pareces hasta importante con esa ropa costosa.
No recibe respuesta de mi parte. Me mantengo de brazos cruzados en mi silla.
—Estás tímida. Bien, inicio yo. Por culpa de tu perra amiga, mi carrera de actor se fue a la mierda, mis finanzas están en cero y me jodieron la vida.
Le doy una mirada fija en silencio. Por más que quiera hablar no me salen las palabras.
Se acaba el café de su taza y le hace una señal al mesero para que le de más.
—¿Qué quieres de mi?
—Desde que te vi con esa mocosa, hace un par de semanas he estado pensando —comenta— Supuestamente, hace años cuando terminamos estabas embarazada de William. Por lo que se supone que su hijo tendría casi siete años.
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INDELEBLE✔️
Romance✮Trilogía Perdición✮ Libro III: Vínculos Inquebrantables. "De las llamas de lo Inefable y el Frenesí nació lo Inedeleble" Cinco años después, sus vidas vuelven a cruzarse, esta vez con un lazo, que ni el tiempo es capaz de quebrar. Ambos han cambiad...