INDELEBLE✔️

Capítulo 11

Buenas noches mis bellas. Aquí el maraton de tres capítulos que prometí. Disfrútenlo y no olviden dejarme su voto y comentario si les gusta la historia.

Nick en casa

Aileen.

Dos semanas largas y tormentosas con lo de Mila. Lo único bueno aquí es que está embarazada, y tiene a Derek para cuidarla. Por suerte nos quitamos una escoria del camino y jamás volveremos a ver a Andrew.

El trabajo con Benedit no espera, toda la semana he estado día y noche con él. Me sorprende la tranquilidad que maneja y parece que en todos estos años no ha cambiado en nada. Es aún amable y cordial, pero no me agrada la manera en que habla de Seth.

Por otro lado, la audiencia por la custodia de mi hija, fue aplazada. No iré a la audiencia sin mi mejor amiga, por ende, exigí que la aplazarán.

Seth ha pasado día y noche con Lu, le ayuda en sus clases con la maestra y le enseña varias cosas nueva, se ha ganado el corazón de mi hija.

Hoy es domingo, decido trabajar en el jardín de mi casa, Lu duerme y solo tengo dos horas para terminar un documento para la disquera de papá.

El actorcito entra por la puerta trasera y camina hasta quedar frente a mi mesa.

—¿Tienes un minuto? —Pregunta  mirándome.

—Si es de mi hija bien.

Señaló el asiento frente a mi.

—Aileen, se que te tomaste como una amenaza, que pidiera la  custodia de mi hija. Pero, que me la den no significa que la arrebatare de tus manos.

—¿Te la den? Que hace que te sientas tan seguro de que ganarás el pleito. Es mi hija entiéndelo, ella y yo somos una.

Cada vez que habla solo me logra irritar más.

—Si tengo la custodia legal, me aseguraré de que siempre esté a salvo.

—Ella ha estado a salvo conmigo desde que nació. No necesita tu protección ni que me la quites.

—Si es mi hija, la OPW siempre la cuidará, sin importar que pase.

—Eso es lo que tu puto egoismo no te deja ver. Ella siempre ha sido tu hija. Le di tu apellido, le hable de ti, de tu madre, jamás te he dejado fuera de su vida ¿Y que recibo a cambio? Que me ataques por la espada, dándome, una puñalada en el corazón.

Sus ojos se centran en mí, el silencio que recibo de su parte no me agrada. Me frustra no saber qué piensa.

—Lo sé. Nuestra hija me ha contado todo lo que le has dicho de mí. Te lo agradezco, pero no puedo echarme atrás con lo de la custodia.

—Si eso es así no tenemos más que hablar.

Niega.

—No soy tu enemigo.

—Pues parece —me quejo.

—Si fuese así, no hubiera aceptado que pospusieran la audiencia, debido a lo que le pasó a tu abogada estas últimas semanas.

Cierro el computador y asiente. Apoyó los codos en la mesa, y centró mi atención en él.

—De acuerdo. Mientras esto sucede, vamos a dejar puntos claros. Te prohíbo peleas en este condominio. Y peor aun que pongas a mi hija contra Maximilian.

Rueda los ojos y me mira serio.

—Yo no ponga a Lucienna contra nadie. Ella sola toma decisiones.