Capítulo 21

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Más de los Gold

El regreso a Los Ángeles es de los más triste, me duele dejar a mi familia de nuevo pero es necesario. Seth y yo nos prometimos casarnos en dos meses. Ese es el tiempo que tengo para acabar con todo lo de Benedit.

En cuanto llegamos a la ciudad, Maximilian me lleva directo a mi penthouse ahí nos encontramos con Victoria y Benedit, quienes nos invitan a cenar de lo mejor como si la cena fuese para la realeza ¡Malditos hipócritas!

Después de la cena Maximilian se va debido  al trabajo, me agrada estar sola con estas dos arpías. Tomo una ducha y me acuesto intentando dormir, Benedit entra a mi cuarto y se acomoda frente a mi en la cama.

—Te traje una taza de café.

—Gracias, Benedit.

Me acomodo y le doy un sorbo a mi taza, no me gusta como me mira pero solo así estoy segura de que aun cree lo de mi amnesia.

—¿No recuerdas nada?

—No, es frustrante no recordar cinco años de mi vida ¿Hace cuanto me conoces?

—Cuatro años, un año después de la muerte de tu padre.

Lo miro fijamente y la sensación amarga de recordar que él es quien asesinó a mi padre me provoca arrojarle el café a la cara.

—¿Cómo murió mi padre? —preguntó con un hilo de voz.

—Un criminal llamado Thomas Ainsworth lo asesinó.

«¡Mentiroso de mierda!»

—¿Por qué?

—No lo sé, aún no lo sabe nadie —toma mi mano—. Aileen no se como decirte esto ...no nos recuerdas pero tu y yo teníamos una relación secreta.

Lo miro con la boca abierta y niego no puedo creer lo que me está diciendo este malnacido. Ahora que esta planeando al decirme esto.

—Eso es mentira yo estoy con Max y eres el novio de mi madre. Yo no haría algo como eso.

—Por eso éramos amantes, nos enamoramos en secreto pero no queríamos herir a nadie.

La tranquilidad con la que habla solo demuestra la poca cosa que es y lo desalmado.

—Pero yo no siento nada por ti.

—Quizá con un beso lo recuerdes.

Se acerca a mi, siento que es una prueba y si me alejo o me rehusó sospechara de que no perdí la memoria. Me besa y contengo las ganas de vomitar, mi cabeza se devuelve a recordar a Seth y nuestra despedida anoche, donde me demostró que me extrañaba tanto como yo a él.

—Si es verdad que éramos amantes necesito tiempo, yo no me siento bien engañando a nuestra madre.

Sonríe de lado asíntiendo con la cabeza.
—De acuerdo mi vida, recuerda que me amas a mi y solo a mi —vuelve a besarme—. Descansa.

—Tu igual Benedit. —sonrió amable.

La noche la paso en vela pensando una y otra vez cómo es que Emily Fernández es la clave de todo esto. Necesito respuestas para poder recuperar a mi familia.

Despierto temprano y me visto para salir a mi empresa, paso por la sala de estar y encuentro a Victoria y Benedit en la sala de estar con Athena. Los tres me observan de arriba a abajo y Victoria es quien habla.

—¿A dónde vas?

—A trabajar, Max me habló sobre la compañía y lo que hago alla.

—¿A la compañía que me ibas a regalar? Hija dijiste que ese sería mi regalo de cumpleaños.

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