03.

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Hace unos días conocí a Erick, me gustaría decir que no le he tomado importancia, pero no es verdad. Encontré sus redes sociales y me meto todos los días para ver sus fotos, aún no lo sigo pero aún así estoy al pendiente.

La verdad es que parezco psicópata.

Dejo mi celular de lado y revuelvo los fideos en la olla, veo que la salsa ya está lista y tapo la ollita con una tapa. Unos minutos después los fideos ya están listos y echo un poco en un plato, luego le echo la salsa y me llevo el plato al comedor.

Me siento encendiendo la televisión y como mientras veo ésta. El Ignacio no está, anoche salió enojado y no llegó en la mañana, no me molesta, siempre hace lo mismo y yo puedo estar unas horas tranquila.

Reviso nuevamente mi celular y abro el perfil de Erick, reviso sus fotos y sonrío viendo algunas que tiene con la selección chilena.

Dejo mi celular de lado con la aplicación abierta y termino de comer mis fideos, se me cae el tenedor y me apoyo en la mesa para recogerlo.

Me levanto y me doy cuenta que el botón de "seguir" está negro, no azul, negro. Doy un brinco en mi silla apagando el teléfono y me voy a la cocina lavando el plato.

*****

Ya son las cuatro de la tarde y el Ignacio aún no aparece, me estoy preocupando un poco, la última vez que llegó tan tarde fue cuando le dijo a mi universidad que ya no estudiaría más.

Acomodo nuevamente los cojines y siento unas llaves, abre la puerta y entra buscándome con la mirada.

— ¿Dónde estabas? Estaba preocupada. — mentira.

— Qué te importa.

Se va a la habitación y luego de unos minutos vuelve.

— ¿Dónde está?. — frunzo el ceño confundida.

— ¿Qué cosa?.

— No seai tonta, tu teléfono po' Vanessa. — abro los ojos grande.

Mierda.

Se me olvidó guardarlo en el cajón, se acerca a mí y me toma fuerte del brazo.

— Pásamelo. — asiento sacándolo de mi bolsillo trasero y se lo entrego.

Lo prende y comienza a revisarlo frente a mí, frunce el ceño mirando la pantalla y luego me mira mostrando el teléfono.

— ¿Qué es esto?.

Enfoco mis ojos en el teléfono y es un correo de mi universidad, dice que les alegraría tenerme de vuelta.

— No sé qué es. — le digo y suelta una risa burlesca.

— No seai mentirosa, estaba abierto el correo, ya te dije ya que no podi ser Ingeniera, eso es solo pa' los hombres. — me tira el teléfono y lo alcanzo a agarrar en el aire.

Me queda mirando y el teléfono suena con una notificación, ambos dirigimos la mirada a éste y él me lo quita otra vez.

Lo revisa y me mira con las cejas alzadas.

— ¿Por qué chucha te empezó a seguir el Erick?. — me grita.

Pego un salto en mi lugar y me encogo de hombros.

El Mino De Los Tatuajes. [Erick Pulgar] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora