24 De Enero De 2023.
ERICK PULGAR.
— No quiero.
— Tení que comer, amor, te puedes enfermar.
— Pero es que no me gustan los garbanzos.
— ¿Y? Abre la boca.
— Puedo comer sola.
— ¿No que no te gustaban?. — la veo rodar los ojos y oculto mi sonrisa tapando mi boca con mi mano libre, llevo mi otra mano que contiene la cuchara con garbanzos a su rostro y ella abre la boca echándose el contenido en ella, hace una mueca mientras mastica y suelto una risa viendo su rostro.
— Deberíamos terminar, no entiendo como te gustan estas cosas. — hace una mueca y toma su vaso de agua dándole un gran sorbo, vuelve a hacer una mueca.
— Por que son ricas y buenas para la salud, ahora come y no, no vamos a terminar. — me mira con los ojos entrecerrados y vuelve a abrir la boca cuando llevo la cuchara hacia ella.
Apoyo mi brazo en la mesa mirando en su dirección, hace varias muecas mientras mastica que me hacen mucha gracia, se nota que no le gustan, podría perfectamente haberle hecho otra cosa, pero cuando me dijo que las odiaba se me ocurrió molestarla un poco.
— No quiero más. — dice y yo miro hacia su plato.
— Pero si ni comiste, te queda mucho.
Hace un puchero mirándome y estira sus brazos hacia mí tomando mis manos.
— Por favor, por favor, no quiero más. — sonrío tomando sus manos y negando con mi cabeza.
— Solo una más.
— Pero si ya me dijiste eso hace rato. — cierra sus ojos y hace sonidos de llanto que me hacen reír, abre sus ojos mirándome nuevamente y suelta mis manos. — No te rías.
— No me estoy riendo. — ella suelta un suspiro exagerado y apoya su espalda en la silla mirándome seria, sonrío mirándola y aparta su mirada cuando noto que se le escapa una sonrisita. — Puta que erí linda.
— Ya, si ya lo sé. — suelto una risa al escucharla y dejo la cuchara sobre el plato.
— Ya oh, no comas más, pero si después andas con hambre no alegues. — me saca la lengua y se levanta despacio haciendo una pequeña mueca. — ¿Te duele?.
— No, me pica, ¿Me la puedes revisar?. — asiento y me como las ultimas cucharadas de la comida, frunzo levemente el ceño al tragar y la Vane me queda mirando. — Te dije que estaban malas.
Oh las hueás, están asquerosas.
— Le faltó sal nomas, no seai exagerada, amor. — ella sonríe y veo que camina despacio hacia la habitación entrando a ésta.
Tomo el plato junto al servicio y lo llevo a la cocina dejándolo en el lavamanos, camino hacia la habitación y entro viendo a la Vane recostada en la cama mostrando su estómago, me acerco a ella y me inclino dejando un pequeño beso a un lado de su ombligo, ella suelta una pequeña risa y me levanto buscando lo necesario para curar su herida.
— Oye, amor. — me dice y apenas la escucho.
Me ha dicho así muy pocas veces, pero le sale tan lindo la forma en la que lo dice que me deja echo pico.
— Dime, amor. — sonrío mientras busco el algodón en los estantes de mis muebles.
— ¿Tienes que hacer algo pasado mañana?.
Niego tomando ya lo necesario y camino de vuelta a la cama, dejo las cosas sobre esta y observo a mi polola.
— No, ¿Por?. — ella me mira colocando sus manos detrás de su cabeza.
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El Mino De Los Tatuajes. [Erick Pulgar]
Ficção Geral"Siento sus manos bajar por mi cuello mientras me sigue besando contra la pared, escucho la música de fondo y los gritos de emoción de la gente pero estoy más concentrada en el hombre que está comiéndose mi boca. Me separo por unos segundos quitándo...