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14 de Enero de 2021.

VANESSA HERNÁNDEZ.

Le doy un mordisco a mi trozo de pizza mirando hacia todos lados menos al hombre que tengo frente a mí. La Pao habla y habla sin parar, está demasiado feliz.

— ¿Y en dónde vivías?. — pregunta la Pao dándole un sorbo a su bebida. — ¿Vivías sola o con amigos? ¿O con tu familia? ¿Tenías familia en España? ¿Y...?

— Enana, tranquila. — la interrumpe el Erick riéndose mientras la mira, respiro hondo viendo los tatuajes de su cuello. — De a una, te va a contestar todo pero tranqui.

Sonrío mirando a la Pao y ella me mira apenada, siento mi bolso vibrar y lo abro sacando mi teléfono.

Es un mensaje de la Javi preguntando si llegué bien, le contesto que si y guardo el celular otra vez.

— Te cuento, Pao que viví en Móstoles y Alcorcón, pero mi última residencia fue en Villaverde. — ella asiente escuchandome y la miro al sentir la mirada del Erick sobre mi. — Vivo, bueno, vivía con mi prima Javiera y un amigo, Cristian.

El Erick frunce el ceño escuchandome y lo miro de reojo cuando saca su celular, devuelvo mi vista a la Paola y sigo hablándole.

— Tengo unos tíos que viven en España, los ví poco, celebramos el dieciocho juntos así que sí , tengo familia allá. — ella asiente y se estira sacando unas papitas de la bandeja del Erick, él no se inmuta.

— ¿Y cómo eran los españoles? ¿Son divertidos?.

— La mayoría sí, mi prima de hecho se parece caleta a la Isi, es muy simpática y siempre anda tirando la talla, pero el problema es que se enoja muy fácil, así que varias veces me peleé con ella porque era muy explosiva. — me encojo de hombros y le doy un sorbo a mi botella de agua, el Erick deja su celular de lado y sigue comiendo de su pizza en silencio.

— ¿Y encontraste un pololo por allá?. — me pregunta la Pao con una sonrisa traviesa en la cara, el Erick me mira de reojo y carraspeo mirando hacia otro lado.

— Eh, no. — la miro fijo y sonrio. — Los hombres son muy ahueonaos, inmaduros, nunca saben lo que quieren y son muy impacientes.

La veo reírse mientras asiente, miro hacia adelante y el Erick me mira sonriendo, asiente y se inclina en su lugar hacia mi dirección.

— Interesantes palabras. — me guiña un ojo y veo a la Pao levantarse.

— Oigan, voy al baño, vuelvo altiro. — ambos la miramos.

— ¿Quieres que te acompañe?. — le pregunto y ella niega.

— No, tranquila, ya vuelvo. — se da media vuelta y la veo caminar hasta el baño.

Giro mi rostro cuando escucho la risa del Erick y alzo mi ceja mirándolo.

— ¿Que?.

— Pensé que ese amigo tuyo era tu pololo, ¿Como se llamaba?. — le doy el último mordisco a mi pizza y me limpio los labios con la servilleta.

— Cristian. — le digo y él asiente.

— Ah, si, el Cristian. — me lamo los labios mirándolo y él frunce el ceño desviando la vista.

— ¿Por qué? ¿Acaso estai celoso?. — me cruzo de brazos y él suelta una risita.

— ¿Celoso? ¿De ese hueon? Ni cagando. — estira sus brazos hacia atrás y su polera se levanta dejándome ver los tatuajes de su estómago.

— Ajá. — murmuro. — Oye, eh... ¿Sabes si la Isi o la Gabi están por acá? ¿O están en Santiago?.

— Creo que solo la Gabi está en Santiago, pero iba a viajar hoy en la noche pa acá. — asiento escuchándolo y saco mi celular revisando instagram. — ¿Vai a hacer algo pa tu cumpleaños?.

El Mino De Los Tatuajes. [Erick Pulgar] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora