8 Reunión esperada

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Tras dos días en aquella posada siendo vigilada por Hiroyoshi nos llegó una orden de embarcar de nuevo, rumbo desconocido al menos para mí.

Ya en el puerto pregunté a Motonari.

-¿A dónde vamos ahora?

-De vuelta a Aki_ me miró sonriendo_ ¿No estás contenta? Se avecina una lacrimosa reunión entre tú y tus amigos.

No estaba de humor para bromas. Ardía en deseo de volver a ver a todos y comprobar que realmente se encontraban bien. Y si pudiese... debía advertirles sobre Motonari.

-Vamos a dejar las cosas claras. Suelta algo fuera de lugar y mueres, ¿savvy?

Intenté sacar valor de la nada.

-¿Y-y qué sentido tendría matarme si digo algo?

Se acercó y me susurró al oído.

-Eso lo decides tú, sería una pena que murieses por nada.

Me tragué el poco orgullo que me quedaba. Debía morderme la lengua y esperar. Esperar hasta que pudiese pararle por completo a él y sus planes.

Tras tres días metida en las bodegas de la nave, llegamos a Aki. De nuevo en el edificio donde perdí el contacto con Hideyoshi y Mitsunari.

-Hideyoshi, Mitsunari, por fin he podido traer a mi lady a salvo hasta Aki.

Luché por no tirarme en brazos de los daimios y antes de eso escupir en la cara al falso Shoujomaru.

-¡Yukiji! Es una bendición verte sana y salva.

-Estábamos completamente preocupados por ti, menos mal que estás aquí.

¡Hideyoshi! ¡Mitsunari! Ambos me saludaron con una gran sonrisa.

-S-siento haberos preocupado.

Mi voz se cortó. Tanto la emoción a ver sus caras como saber que estaban al lado de su enemigo, al que no podía delatar pudo conmigo. Y a la vez sabía que debía anteponerme a la situación y tratar de continuar con el falso teatro o "Shoujomaru" podría cartas sobre el asunto.

Ambos nos contaron cómo lograron esquivar los ataques y salvaron a la ciudad de los piratas.

-Soy yo el que debe disculparse con ustedes por haber tardado tanto en traer de vuelta a mi lady. Con Motonari en las costas es difícil conseguir un pasaje seguro hasta puerto.

Hideyoshi agradeció a Shoujomaru.

-Si alguien era capaz de hacerlo eras tú. No sé cómo hubiésemos conseguido traer a Yukiji sin ti. Déjame agradecerte de nuevo todo lo que has hecho.

Ambos hicieron una reverencia.

-No merezco sus agradecimientos.

"NO. Desde luego que no los mereces." ¿Por qué se le daba tan bien engañar a la gente?

El rostro angelical de Mitsunari se oscureció.

-Siento no haber estado a tu lado, tus guardias nos dijeron que te intercambiaste con ellos a los piratas a cambio de sus vidas.

-¡¿Están vivos?!_ exclamé.

No podía creer que al fina cumpliesen con su palabra.

-Sí, gracias a ti.

Hideyoshi parecía sumergido en sus pensamientos.

-Ahora que las cosas se han calmado en Aki, deberíamos conseguir alguna pista sobre el paradero de Motonari.

"¡Hideyoshi, no necesitas pistas! ¡Está aquí! ¡Justo a mi lado!". Ladeé la cabeza en dirección de falso Shoujomaru. Tras varios días con él podía reconocer esa pequeña sonrisa falsa. Sabía que no podía decir nada y eso debía de divertirle incluso más.

-Yukiji, ¿qué llevas en el cuello?

Una pequeña lucecita se encendió en mis ojos. Bien por Hideyoshi, había notado algo nuevo en mí.

-¡Esto es...!_ me llevé la mano al cuello.

Pero Motonari me cortó antes de que pudiese decir nada.

-Me dolía ver que mi lady cargase con los moretones que la cadena había dejado sobre su delicado cuello. Así que tuve que taparlo con esa gargantilla.

Mi boca se abrió al escuchar semejante cantidad de estupideces.

-Mi lady, por favor, dejad que me disculpe de nuevo por tener solo ese humilde collar para tapar vuestras heridas.

Intenté controlarme.

-¡OH! ¡Por favor! ¡Guárdate tus disculpas!

Mis heridas ya habían curado y no hubiese tenido esos moretones si no hubiese sido por tu maldita culpa.

-¿Te dejaron heridas?_ susurró horrorizado Mitsuhide.

-Cuando volvamos a Azuchi, iremos directamente e Ieyasu para que no te quede ninguna marca.

A pesar de que quería sonreír no pude hacerlo.

-Gracias...

"Shoujomaru" dio un golpe sobre su pierna.

-Respecto a la ubicación de ese pirata.... He intentado seguir su rastro, pero la mayor parte de mi tiempo la he dedicado a cuidar mi lady. Siento no poder ofreceros más información.

Mitsunari movió sus manos.

-Sabemos que es complicado, no podemos espera información sobre el Dios del Engaño como nos gustaría.

Motonari se irguió.

-Respecto a eso, tengo una petición que haceros.

"Oh dios mío. ¿qué va a ser ahora?"

-Me preguntaba si podría ir a Azuchi con ustedes para colaborar en su búsqueda de Motonari, al fin y al cabo, Aki solo está a un día de viaje.

Aquella proposición casi me hizo desmayarme.

-¿Quieres... ir a Azuchi? ¿Al castillo...?

"¿Y vivir con nosotros? ¡No, no, no! ¡Tendremos al enemigo comiendo nosotros!"

-Motonari se mueve tan rápido que no sería tan mala idea, después de todo.

Ese era el plan de Motonari. Infiltrarse en el mismísimo Azuchi conocer los planes contra él y anteponerse a ellos. O peor. Y si su propósito era destruir por completo el castillo con ese nuevo cañón que había acordado con Kicho. Esto era una pesadilla.

Mi alma dejó mi cuerpo unos segundos, y sentí como me costaba respirar.

-¿Yukiji? ¿Estás bien? _ preguntó Hideyoshi.

-Estás un poco pálida.

-Mitsunari tiene razón, será mejor que compruebe que no le pase nada mi lady.

Motonari se acercó haciendo que chequeaba mi estado y susurró.:

-Relájate. No voy hacer a Azuchi lo que he hice en Aki. Pero si lo fastidias todo, se acabó la promesa, ¿savvy?

A pesar de que solo salían mentiras de su boca, era cierto que si hubiera querido acabar con Azuchi lo hubiera podido hacer mucho antes. Sus planes iban más allá por ahora.

-Estoy bien_ dije_ Es solo que han sido unos días... complicados.

Lancé la mejor sonrisa que puede a Hideyoshi para que no se preocupase

-Me alegra escuchar eso_ dijo el pirata.

Hideyoshi se levantó.

-Debemos avisar a todos para preparar una fiesta de bienvenida a Shoujomaru a Azuchi.

Motonari se giró y clavó sus ojos carmesíes sobre los míos.

-No puedo esperar a pasar más tiempo con usted mi lady.

Motonari x OC COMPLETO (Ikemen Sengoku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora