27 La alianza

59 3 0
                                    

Me golpeé el cuerpo contra la pared varias veces hasta que de repente sentí que chocaba contra otro tipo de superficie. Eran las copas de los árboles y sus ramas que iban cediendo y rompiéndose por mi peso.  Hasta que de pronto sentí un golpe fuerte y seco y supe que había dejado de caer, por lo que al fin había llegado hasta el suelo. 

No quería pensar en que me podía haber roto algún hueso, y quizá por eso me daba miedo moverme e incluso abrir los ojos. Pero de pronto el suelo debajo de mí se movió.

-¿¡Pero qué!? ¿Yukiji?

Esa voz...

Abrí los ojos de par en par y comprobé que no había caído sobre el suelo de tierra, si no sobre Masamune. Literalmente estaba encima de él que sin saberlo había amortiguado mi caída.

-¡Masamune!_ le abracé con todas las fuerzas que me quedaban_ ¿Cómo es posible que estuvieras aquí en este preciso instante?

El daimio me cogió por la espalda y me ayudó a levantarme todavía abrazado a él.

-Mitsuhide y yo estamos barriendo la zona en busca de Motonari, oí ruidos y pensé que podían ser uno de los hombres de Motonari_ hizo una pausa interior izando la situación_ ¿De dónde diantres has salido muchacha?

-De ahí arriba_ apunté hacia la cima del acantilado sin darle más importancia.

La cara de Masamune no tenía precio.

-¿Has conseguido escapar de Motonari tú sola?

Entonces reaccioné de nuevo, no tenía tiempo que perder, debía avisar cuanto antes de Nobunaga de la catástrofe que avecinaba. Me puse en pie lo más rápido que pude y con voz nerviosa apremié a Masamune.

-¡Nobunaga, llévame con él! ¡Es importante!

Ambos montamos en el caballo de Masamune y galopamos hacia el campamentos base de los Oda.

--

Los daimios tuvieron diversas reacciones ante mi inesperada llegada y todas ellas dignas de mencionar. Hideyoshi salió despedido en mi encuentro  y no paró de revisar todas mis extremidades en busca de algún daño mientras no paraba de recitar una y otra vez "maldito bastardo" "¿cómo pude dejarte con él?". Ieyasu mostró su afecto y aprensión a su manera, es decir, vino a mi lado me palpó las heridas que había causado la caída y dijo "sabía que eras especial, pero creo que has establecido un nuevo récord superando a Masamune". Mitsuhide mostró una sonrisa acogedora al verme y me lanzó una de sus frases "no contaba con que nuestro pequeño ratoncito pudiese reunir tanto coraje como para tirarse de un acantilado para reunirse con nosotros". Mitsunari se acercó con su cara angelical y al abrazarle solo fue capaz de susurrarme "no vuelvas a dejarnos así nunca más, lo hemos pasado muy mal sin ti". Y Nobunaga se levantó de su silla lentamente esperando su turno pacientemente, me sonrió con ese toque sensual que le caracterizaba y dijo "no esperaba menos de ti, Yukiji ".

Acto seguido les expliqué a todos la situación de peligro en la que se encontraban actualmente frente a la inminente amenaza de Motonari, también traté de convencer a Nobunaga sobre una posible alianza con Motonari. El daimio de Owari no se opuso rotundamente ni accedió, simplemente se quedó escuchando mis argumentos, mientras los demás debatían los pros y contras de aliarse con el Dios del Engaño, cuando de repente todos desenvainaron sus espadas y apuntaron hacia un objetivo detrás de mi al que no veía.

-Buenas noches, señores.

Me giré lentamente y vi la figura de Motonari apuntando a Nobunaga con un arma cargada.

-¿Cómo has logrado llegar hasta aquí?_ preguntó Ieyasu.

El dios del Engaño le miró sonriendo.

Motonari x OC COMPLETO (Ikemen Sengoku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora