19 Solo si eres tú

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Sin darme cuenta me quedé dormida encima de la cama tal y como me había tirado, con medio cuerpo fuera. Y, aun así, había cogido el mejor sueño desde hacía varios días. Sin llamar a la puerta primero alguien entró y del susto caí al suelo despertándome bruscamente.

-¿Qué haces en el suelo?

Justo cuando iba a recriminarle que llamase primero, vi algo que daba saltitos a su alrededor, algo peludo y monísimo que nunca había visto antes.

-¡Yo! Kajisuke, déjame tranquilo y dame algo de espacio_ dijo dirigiéndose al animal.

Motonari estaba irritado. Pero no sabía por qué, aquel animal era lo más parecido que había visto a un canguro en las ilustraciones de libros sobre animales de tierras lejanas.

-¡Kajisuke!_ me puse de rodillas alargando los brazos para tocarle_ ¿Lo has llamado así de verdad? ¡Qué mono! ¡Qué monada de chiquitín!

Motonari se sentó en la cama.

-No es mono y no es un bebé. Es un adulto.

-¿De verdad? ¡Pero es tan pequeño!

Entones no era posible que fuese un canguro... hice memoria y rebusqué en los archivos de mi mente, pero no había nada que encajase con canguro pequeño.

-¿Qué es?

-Ni idea. Pero estos bichos son comestibles.

El pequeño Kajisuke se acercó y me dejó tocarlo.

-¡¿Quién sería capaz de comerse algo así?!

Motonari me contó que en uno de sus vienes le obsequiaron con el animal.

-Nunca para quieto, pero al menos no ha atacada a nadie, así que todavía lo he dejado estar a mi lado.

Acaricié las manitas del pequeño animal.

-Ya sé por qué lo has guardado contigo todo este tiempo. Es una ricura.

Motonari rio.

-Lo he tenido conmigo porque hasta ahora no nos ha faltado comida. En cuanto eso pase irá directo a la cocina.

No pude evitar coger a Kajisuke entre mis brazos.

-¡Eres un monstruo!

El pequeño canguro miró a Motonari.

-¿Ves? ¡Hasta él te lo está diciendo!

-No sabía que hablases su lengua.

Dejé libre al animal que continuó dando vueltas alrededor de Motonari que se levantó marchándose hacia la puerta.

-¡Espera! Todavía no me has dicho por qué has venido.

Sus pasos se detuvieron y se quedó unos minutos dándome la espalda antes de girarse.

-Hay varias formas de apreciar el océano en la noche. Si quieres verlo, ven conmigo y te lo enseñaré.

Cogí una manta, la enrollé sobre mi cuerpo y salí detrás de Motonari y Kajisuke.

Para mi sorpresa el mar estaba tan en calma como la cubierta, en la que todos los piratas habían desaparecido y la fiesta había terminado. No sabía a qué tipo de "apreciación" se refería, pero se estaba dirigiendo a su cuarto cuando de repente dio un salto y subió encima del techo que daba a la proa del barco. Para mi sorpresa el pequeño animal le siguió dando un gran salto.

-¿Qué hay ahí?

-Ya lo verás.

-Pero...

- ¡Vamos, sube!

Motonari x OC COMPLETO (Ikemen Sengoku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora