Capítulo 6

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—Bueno, ¿entonces ya me vas a contar cómo te fue anoche? — le preguntó a Anahí a Christopher mientras iban en el auto de camino a la oficina.

—¿Cómo me fue de qué?

—Ay Ucker por favor. Te escuché tocando la guitarra, te levantaste tarareando y has estado con una sonrisa que no te la quita nadie. Cuéntame.

—Lamento haberte despertado, de verdad intenté tocar lo más bajito que pude. ¡Auch! — dijo cuando sintió el golpe de su hermana en el brazo — Ok, ok. Me la pasé muy bien la verdad. Dulce es... No sé, no creo haber conocido a alguien como ella antes — Christopher no apartaba la vista de la carretera, pero Anahí lo vio sonreír y se pudo imaginar el brillo en los ojos de su hermano.

—¿Te gusta?

—Es una mujer muy atractiva.

—Ucker...

—Sí, enana, me gusta. Me gusta mucho.

—¿Y qué tal besa? — Christopher soltó una mano del volante y se puso a hacerle cosquillas a su hermana — Era broma, era broma — gritó sin aire — Me alegra mucho, hermanito. Hace mucho no te veía tan contento. Ella me cae bien.

—¿Y a ti qué tal te fue con Herrera?

—Pues creo que tal vez ya no le caemos tan mal como al principio. No sé, algo en sus ojos cambió. Quizás ya se dio cuenta que lo único que queremos es ayudar.

—Pero no te hizo pasar un mal rato, ¿o sí?

—Ay bebé, ¿cómo crees? Probablemente soy yo la que le hace pasar malos ratos — dijo Anahí riendo — Él se portó muy bien, es todo un caballero. Aunque creo que le haría bien soltarse un poco más, digo, es de tu edad, ¿no? Tal vez puedes hacerte su amigo y ayudarlo a liberarse. En especial ahora que van a ser cuñados.

—Cállate, enana.

Christian había llegado temprano a reunirse con Alfonso para revisar unos contratos de un nuevo proyecto, pero desde que había entrado a la oficina de su amigo, sintió que no le estaba poniendo atención.

—¿Poncho? ¡Poncho! — lo llamó Christian alzando la voz.

—¿Qué te pasa, Chris? ¿Por qué gritas?

—Porque llevo media hora hablando de los contratos que nos llegaron y no has escuchado ni una sola palabra de lo que he dicho. Perdona si te aburre hablar del trabajo que nos está llegando que, para que lo sepas, son muy buenas noticias.

—Lo sé, lo sé — dijo Alfonso mientras se levantaba de su escritorio y caminaba por la oficina — Créeme que me alegra, es solo que... Dul está muy emocionada con Uckermann.

—Ni me lo digas, hace años no la veía tan contenta, la verdad — Chris sonreía viendo a su amigo, pero notó que no dejaba de caminar de un lado a otro — ¿Acaso te molesta?

—Sí... No... No sé... Me preocupa, es todo. Es mi hermana pequeña y no quiero que le pase nada. Hasta estaba pensando en ir y hablar... — Alfonso se detuvo al ver a su amigo con una sonrisa en el rostro — ¿Ahora qué te pasa?

—Nada, nada. Es una sensación un tanto extraña ver al viejo Poncho resurgir de las cenizas — Chris sonaba divertido.

—¿De qué hablas, Chris?

—Poncho, desde la facultad no te veía así de celoso por tu hermana. ¿Te acuerdas cuándo le pasabas espantando a todos los chavos que se le acercaban? Hasta yo te ayudé con algunos cuantos. Y bueno, después de todo lo que ha pasado, no has vuelto a ser el mismo. Es bueno ver a mi mejor amigo de nuevo.

La Venganza (AyA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora