—¿Dónde está? — preguntó Christian mientras entraba en la casa y se quitaba el saco. Se le notaba molesto y Dulce sabía que él no se enojaba con facilidad.
—Chris, por favor cálmate, no te llamé para empeorar las cosas.
—¿Que me calme? Dul, no me puedo calmar. ¿Qué tenía Poncho en la cabeza? Y nunca me dijo nada, somos mejores amigos hace años... Si él me hubiera dicho algo...
—¿Me habrías hecho entrar en razón? — Alfonso estaba de pie junto a la entrada de la sala de estar. Estaba despeinado, con la corbata suelta y las mangas de la camisa enrolladas hasta el antebrazo. Estaba pálido, como si llevara días enfermo.
—Poncho, no sabía que ya habías salido de tu habitación, no abrías y yo... Estaba preocupada.
—Tenía muchas cosas en las cuales pensar, Dul.
—Y espero que entre esas cosas estuviera incluida la situación con Christopher y Anahí — Alfonso fulminó con la mirada a su amigo — Porque lo que hiciste, Poncho... Después de que te expliqué que el contrato estaba perfectamente bien, aún así te empeñaste en creer una historia sin ningún fundamento.
—Ya basta, ¿no Chris? ¿Tú qué sabes de todas formas?
—Conocí a tu padre durante años y sé que Arturo no era el mismo en los últimos meses, estaba pasando por un momento difícil, Poncho. Las personas actúan de maneras extrañas al enfrentarse a la muerte — Christian se acercó a Alfonso, pero mantuvo la distancia — Si hubieras confiado en mí, habríamos podido encontrar una explicación juntos.
—¿Explicación? — Alfonso se puso de pie con el rostro desencajado — Sí, me encantaría que tú o Dulce me explicaran... Que me explicaran por qué mi papá, mi héroe, me pudo haber mentido, que me explicaran por qué el hombre que más he admirado en mi vida me traicionó — la voz de Alfonso se quebró — Tal vez alguno me puede explicar por qué mi propio papá no pensó en que me podía lastimar a mí, a su hijo con un odio hacia una personas que yo ni siquiera conocía. Quizá alguno me pueda decir por qué mi papá nunca pensó en el daño que le podía hacer a su propia familia — Alfonso calló en el sofá y se pasó las manos por la cabeza mientras las lágrimas bajaban por sus mejillas.
—Poncho — Dulce se acercó a él y lo abrazó. Ambos lo dejaron llorar hasta que no pudo más. Cuando se hubo calmado, Dulce lo llevó a su habitación mientras Christian esperaba noticias en la sala. Después de un rato de esperar, Christian vio a Dulce entrar. No lo había notado, pero ella también estaba pálida, lucía cansada.
—Ya por fin se quedó dormido después de que se tomó el calmante. Nunca lo había visto así, Chris.
—Yo tampoco Dul, creo que esto ha sido muy difícil para él. Llevo años conociendo a Poncho y creo que de verdad está enamorado de Any.
—Pues sí, pero ahora no creo que ni ella ni Ucker quieran saber nada de nosotros.
—¿Tú cómo estás? — preguntó Christian mientras la abrazaba.
—No lo sé... Quiero comunicarme con Ucker, explicarle, pero no sé si pueda, no sé si él quiera escucharme... Todo esto... Lo hubieras visto Chris, nunca lo había visto tan enojado. Y Any... — Dulce hundió su cara en el pecho de su amigo mientras las lágrimas bajaban por sus mejillas.
—Dale tiempo, Dul. Sé que lo quieres de verdad. Y también sé que él te quiere a ti. Todo va a estar bien y ustedes no están solos. Me tienen a mí.
—Gracias, Chris, por todo.
—Ya sabes que para estoy. Ahora, me voy porque necesito arreglar unas cosas en la empresa. Mañana llegan los reemplazos de Any y Ucker y quiero tener todo listo. Cualquier cosa que necesiten, no duden en llamarme. Yo me puedo hacer cargo de todo mientras tú y Poncho se sienten listos para regresar — Christian le dio un beso a Dulce y salió.
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La Venganza (AyA)
FanfictionAnahí es una chica soñadora, alegre, risueña, divertida y con una sonrisa hermosa. Tiene un pasado doloroso que no le gusta recordar. Alfonso es solo la sombra del joven gracioso y feliz que fue un día, después de la muerte de su padre, todo cambió...