La Venganza (AyA)

Capítulo 11

Muchos besos después, Anahí y Alfonso por fin pudieron despedirse. Ella entró a su casa con una sonrisa en el rostro que aumentó al escuchar su celular sonar y ver en la pantalla el nombre de su mejor amiga.

—Mi Mai — contestó Anahí sonriente. 

—Cuéntamelo todo. 

—Maite Perroni, deja de hacer eso o en serio voy a pensar que me vigilas. ¿Qué te pasa, maldita?

—Te conozco, Anahí, te conozco. Incluso estando a kilómetros de distancia escucho la sonrisota en tu voz y puedo imaginarme cómo brillan tus ojos. Quiero todos los detalles — Anahí sonrió escuchando a su amiga hablar, la adoraba, era como una hermana y habían crecido juntas. Además de Ucker, era la persona que más la conocía en el mundo. 

—Nos besamos, Mai — dijo ella dando un gritito. Su amiga también gritó del otro lado y Anahí la podía imaginar corriendo de un lado a otro.

—¡Por fin, caray! Parece que Alfonso quería ir despacio, ¿eh? ¿Y cómo fue? 

—Pues creo que ya ninguno de los dos aguantaba, si él no me besaba, lo hacía yo. Fue... Fue mágico, amiga. Tampoco es que tengo muchísima experiencia, pero imagino que así es como deben de ser los mejores besos del mundo.

—Aguas, wera que siento que te estamos perdiendo.

—Puede ser, Mai — agregó ella riendo — Alfonso es... Me gusta mucho, ¿sabes? Con él me siento segura, protegida, antes solo me sentía así con Ucker. Confío mucho en él. 

—Y más le vale que te cuide porque si no, me va a conocer. Y no solo a mí, Alfonso te hace algo y no queda vivo después de que Ucker y yo nos encarguemos de él. 

—Estás loca, pero por eso te adoro. Te extraño mucho. 

—Yo también, flaca. Ya estoy deseando que regresen, aunque claro, tú con Alfonso y Ucker con Dulce... Ni siquiera sé si van a regresar del todo.

—No seas tonta, Mai. Además, estoy segura de que tan pronto los conozcas, los vas a amar. Tienes que ver a Ucker, está irreconocible. 

—No si ya hablé con él también, es otra persona completamente. ¿Quién hubiera imaginado que Ucker caería en las garras del amor? Nuestro bebé se está haciendo grande.

—Sabes que siempre te quise como cuñada — Maite rio a carcajadas al otro lado.

—Me alegra que ya te hayas dado cuenta de que Ucker es como mi hermano también, Any. Crecimos juntos los tres y él siempre me ha cuidado, no tanto como a ti, pero es mi hermano mayor. Así que deja esas ideas y acepta a tu verdadera cuñada.

—Dulce es super linda, creo que hacen una pareja maravillosa. 

—Bueno ya, que me pongo celosa. 

—No tienes por qué, sabes que nadie va a ocupar tu lugar nunca. Te amo, tonta. 

—También te amo, flaca. Regresa pronto ¿sí? Y dile a Alfonso que tenemos una plática pendiente él y yo. 

—No me lo quieras espantar.

—Me alegra escucharte tan contenta, Any. Lo mereces, solo... — Mai suspiró, adoraba a su amiga y le daba miedo pensar en que alguien le hiciera daño, ya había pasado por bastante — Cuídate mucho, no quiero que sufras. 

—Todo va a estar bien, Mai. De verdad, Alfonso es de los buenos.

Después de conversar unos minutos más, por fin colgaron. Anahí se preparó para dormir, pensando en que esta vez no se estaba equivocando y su corazón saltaba cada vez que recordaba el beso de Alfonso, la dulzura y suavidad de sus labios. Ya quería verlo de nuevo.