Maya
Maya-JungKooK ¿Qué ocurre?-Lo seguí hasta la sala principal esperando alguna respuesta de su parte-Jung...-
JungKooK-Necesito que vengas conmigo-pare en seco y lo mire confundida-No lo puedo explicar y como rey cercano a la especie 5 debo ir a ver que ocurre y brindar mi ayuda-una sirviente le coloco un abrigo-Por favor.-
Asentí algo dudosa de mi posición, no creo que sea mi deber estar ahí, la gente puede pensar cosas que no son verdad. Una sirviente me coloco un abrigo y mire a mi esposo con temor.
Jeon-Estare ahí, siempre estoy ahí-tomo mis mejillas y beso mi frente lentamente-Vigilare desde el bosque.-
Maya-¿Y si te pasa algo?-solo obtuve una pequeña risa como respuesta.-
Jeon-En ese caso, estoy seguro que mi esposa vendrá a mi rescate-sonreí ante su broma.-
Me aleje de él y llegué hasta JungKooK él cual me dirigió hasta el auto y me ayudó a subir, arrancamos hasta el reino 5 lo más rápido posible. La alarma había cesado hace unos pocos minutos.
Los árboles alrededor del reino estaban en constante movimiento gracias al viento, me pregunto si Jeannette esta entre ellos. Aún no e podido viajar al otro lado y hablar con mi padre, espero que este bien.
Cuando entramos al reino de la especie 5 el lugar era un alboroto completo, la gente estaba fuera de sus hogares preocupados y otros estaban frente al reino esperando respuestas, la policía estaba inspeccionado todos los rincones y preguntado a las personas, sin duda ellos ya sabían que había ocurrido pero la noticia aún no llegaba tan lejos.
Nos permitieron la entrada de inmediato y abrí la puerta del auto rápidamente cuando sentí una vibra extraña, era un mal augurio sin duda. La gente fuera del reino comenzó a murmurar cosa que me importo menos pero se volvieron aún más fuertes cuando JungKooK llegó a mi lado.
JungKooK-¿Qué sucede?-me quede estática en mi lugar mirando hacia la nada esperando tener una pista-Maya tus ojos... Están brillando-habló confundido. Lo mire con una pequeña sonrisa asustada quería irme sin duda.-
Maya-Entremos, no hay tiempo que perder.-
Me tendió su brazo el cual rechace al instante y camine hacia la entrada. La puerta se abrió y todo era un completo desastre en su interior. Los sirvientes estaban por todos lados, otros lloraban, otros tenían a la policía encima de ellos haciendo preguntas, algunos subían y bajaban con rapidez, era un caos total.
JungKooK se alejo de mí lado cuando le dijeron que todo ocurrió arriba, de pronto lo perdí de vista. La vibra extraña no se iba y sentía la presencia de alguien más pero no era la de mi esposo. Mire alrededor buscando algo extraño pero no encontré nada.
La multitud de sirvientes estaba ahogandome pero había un lugar en particular donde todos ellos estaban de pie. Me acerque a los sillones del Gran salón para ver que ocurría. Al verme comenzaron a moverse y a dejarme pasar para encontrarme con una pequeña niña la cual reconocía como Nia. Ella estaba cabizbaja, no miraba a nadie y se mantenía en un shock pero no parecía muy afectada así que deducí que lo que sea que esté pasando ella aún no lo sabía.
Me senté en una pequeña mesa frente a ella esperando llamar su atención lo cual falle, la mirada de todos estaba sobre mi y eso me ponía nerviosa aunque ya no debería afectarme. Sentí la gran presencia de mi pareja entre los árboles del exterior y al fin pude sentir la paz que me faltaba.
Tomé la mano de Nia esperando llamar su atención y hacerla sentir tranquila, su pequeña mano se enredo con la mía y le dio un apretón me miró con sus ojos azules algo asustada y confundida, me sonrió de manera sutil con sus dientes, su nariz pequeña y fina y sus mejillas son rosadas y lleno de pecas, su cabello era de un color rojo y era largo, por un momento me recordó a mi hija.
Le sonreí y de pronto sentí otra peluda mano sobre las nuestras y mire a un costado para observar a un gran perro Leonberger café, me miraba con ternura y después coloco su gran cabeza en mis piernas.
Nia-Le gustas, solo hace eso conmigo-su voz era muy suave y delicada.-
Maya-Bueno, me gustan los perros aunque prefiero animales más grandes ya sabes-reí nerviosa-Como osos o dragones.-
Nia-Los dragones no existen, sólo en los cuentos de hadas, mi hermana me contaba cuentos antes de irse.-
Maya-Bueno, dices eso por que nunca has visto uno en persona-sonreí aliviada de poder tener una conversación tranquila con ella. Acaricie la cabeza del perro mientras esté solo se acercaba más a mí-¿Cómo se llama?-
Nia-Hope, mi padre me lo regalo en mi sexto cumpleaños, en ese tiempo era un cachorro ahora ya no lo es.-
La gente alrededor comenzó a hacer mucho más ruido y había gritos que provenían desde arriba, algunas sirvientas susurraban de manera histérica y otras lloraban hasta caer al piso. Me mantuve tranquila ante la situación y trate de distraer a Nia esperando que no ponga atención a lo que ocurría pero no sirvió.
Nia-Mamá esta muerta, no es así-trague duro. Sabía que alguien había muerto pero no sabía que era la reina-Escuche a Padre gritar antes de bajar él repetía "Ella no puede estar muerta" debería estar llorando, era mi madre pero creo que mucha gente ya está llorando por ella, estoy segura que ella hubiera querido verme fuerte cuando esto pasara ¿Debería llorar?-me miró expectante.-
Maya-Sí tu no lo deseas, no creo que debas llorar, al menos no ahora-sonreí enternecida. Esta niña me recordaba a mi hija que se me hacía imposible no amarla.-
Sentí el aroma de JungKooK y mire hacia dónde el estaba, él me estaba buscando hasta que le señalaron mi lugar. Se acercó a mí rápidamente y me miró asustado mi sonrisa se desvaneció al ver su rostro y comprendí que había pasado.
Le di un beso a Nia y a Hope y me levante de mi lugar para subir al segundo piso con rapidez, no sabía que me encontraría pero era un crimen atroz.
Camine hasta la habitación de la reina la cual fue fácil encontrar gracias a la gente corriendo alrededor, las puertas estaban cerradas y había sirvientes fuera de ella. Me di paso entre ellos y suspiré antes de entrar.
-Él gran bebé Hope de Nia-
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RETURN
Fanfiction5 diferentes especies divididas por un bosque en el cual cada que entras no vuelves a salir, al menos no vivo. Una familia entro en aquel lugar y solo una pequeña niña logró salir sin darse cuenta que los fantasmas de aquella noche la atormentarian...