Capítulos 52

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Estábamos a punto de irnos cuando me detuve por un momento, giré hacia Sam y lo miré detenidamente. Sabía que podía confiar en él, a lo largo de mi vida aprendí con que tipo de gente es más fácil lidiar y con cual no, y Sam es ese tipo de persona en la que puedes confiar hasta con los ojos cerrados.

Admitó que aunque al principio no lo conocía del todo, tenía un idea errónea de él y si Nia esta cómoda, entonces lo demás estará bien.

—Lamentó que tengas que meterte en todo esto. —Hice una mueca.

—No lo lamentes, alguien debe tratar de hacer algo para cambiar los pensamientos de Jean y su novio no parece estar trabajando en ello. —Suspiró, parecía un tanto decepcionado, no de la situación, si no de JungKooK.

—Él lo afronta a su manera. —Traté de defenderlo, aunque se que es verdad. JungKooK solo sigue encerrado en su oficina esperando como si mágicamente todo se resolviera.

—Supongo.

—¿Llamaras a Sterling? Para entrar en la mente de Jeannette.

—No, esto lo tendré que hacer yo. Sterling se dedica más a cosas oscuras, magia negra. —Abrí mi boca mientras asentía.

—Es un brujo oscuro. —Sonreí, era extraño para mí escuchar sobre brujos, pero soy una diosa y convivo con dioses y criaturas extrañas con historias raras, no se que es más raro. —Tu eres un brujo blanco.

—Sí, esa podría ser una descripción exacta. —Sonrió.

—¿Cuando iniciará todo? —Pregunté, estaba nerviosa de cómo sería la situación.

—Empezaré hoy. Jean aún está débil mentalmente, sera más fácil entrar a su mente.

—¿Necesitas algo más? No lo sé, algo que le pertenezca o algún objeto valioso de Jean.

—Tengo lo que necesito. —Lo miré confundida. Se alejó de mi y de una vitrina sacó una pequeña cajita dorada.

Al abrirla se alzó una linda mariposa azul, esta giraba mientras una suave melodía sonaba, pero había algo más en su interior. Sam se acercó más a mí y me mostró lo que la caja resguardaba.

Era un mechón de cabello rubio.

Una pequeña parte del cabello de Jeannette antes de convertirse en lo que es hoy.

—¿Cómo...? —Lo miré.

—Necesito a aquella parte de ella pura y con inocencia, y esto es lo necesario. —Sonrió mientras veía el interior de la caja, parecía estar pensando algo, se veía nostálgico.

Puedo verlo en sus ojos, en la manera en que toca aquella caja como si fuera lo más delicado y frágil del mundo, puedo verlo en su sonrisa y en la forma en la que habla de mi hermana.

Esta enamorado de verdad.

Y él sabe los verdaderos sentimientos de ella y aún así, la ayuda.

¿Realmente Sam puede ser él verdadero protector de Jean?

[...]

Sabíamos que no podíamos hacer nada hasta que Sam haga el primer movimiento, no se cuando suceda eso, no se que repercusiones habra. Aún así espero que salga bien y que al menos Jean pueda estar de nuestro lado.

Debía estar tranquila así que traté de dejar el tema de mi hermana para centrarme en algo que me importa demasiado.

Mi esposo.

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