Entrar fue fácil, al menos a esta hora de la madrugada. Las calles del reino cinco estaban completamente vacías, no había ni una sola alma, a lo lejos el castillo se podía observar, tan brillante y reluciente. El reino cinco era grande, y había varios lugares destacables y varios castillos en los que también habían reyes y reinas, pero el castillo general es donde vivía ahora Sam, donde antes vivía la reina Sarina y él rey.
Sam pronto se convertiría en rey y al ser joven estaba a la expectativa de muchos, aunque por línea de sucesión y sangre real, la verdad sucesora del reino era Nia, dejando de lado a Jeannette que jamás hubiera aceptado el puesto de reina. Pero Nia era una niña, que aunque era demasiado madura para su edad y pensaba mejor que cualquier adulto, era una niña que merece vivir su niñez como se debe y es lo que sus padres hubiesen querido.
Bajamos con cuidado al estar frente a la entrada del gran reino, me parecía intimidante, no era la primera vez que estaba aquí pero las circunstancias eran distintas y no me sentía del todo cómoda. Miré a Nia la cual tenía una mirada de tristeza y nostalgia. Las puertas se abrieron y Sam salió con rapidez, no vestía formalmente, pero llevaba ropa cómoda, su cabello estaba levemente despeinado y su mirada se veía un tanto cansada.
Su mirada cayó en todos nosotros, no parecía sorprendido por nuestra presencia, en cambio, parecía que nos estuviese esperando; él sabía que vendríamos.
Bajó las escaleras con rapidez y se detuvó a una distancia de nosotros.
—Sam. —Nia habló, no parecía molesta si no sorprendida y con un tonó alegre.
—Alteza Nia. —Él pelinegro le respondió con una reverencia. Levantó de nuevo su mirada y en un rápido movimiento Rak bajo a Nia y ella corrió hasta él futuro rey para abrazarlo.
Estaba sorprendida, parecía que ella lo conocía bastante bien.
Sam la cargó y detuvé a JiMin cuando él intentó acercarse al pelinegro.
—Detente. —Señalé.
—Realmente los estaba esperando, sabía que vendrían aunque los esperaba antes. Entren. —Todos seguimos a Sam mientras llevaba a Nia en sus brazos, ella parecía cómoda y parecían tener una conversación muy normal.
Nos dirigimos a la oficina principal del rey, donde Sam nos pidió que nos pusiéramos cómodos, Nia bajo de sus brazos y después él se sentó del otro lado del escritorio observándonos. En realidad, nadie sabía que decir.
—Esperen. —Finalmente él rubio habló. —Yo pensé que ustedes dos se odiaban. —Señaló a Nia y a Sam.
Ambos rieron de forma leve, se miraron entre sí y pareció como si se leyeran la mente.
—Es un trató. —Dijo la niña pelirroja. La miré con confusión.
—¿Qué quieres decir con qué “es un trató” ¿Trató de qué? —Volví a hablar con el ceño fruncido.
—Proteger los pensamientos de Jean, esa era nuestra prioridad. —Me respondió la pequeña.
—Realmente no lo saben, pero Jean no recuerda su infancia. Ella solo tiene pensamientos de lo que fue, ella sabe que vivió una infancia feliz y con papás que la amaban, pero realmente no recuerda nada de lo que realmente fue. —Sam finalmente decidió tomar el control de la conversación.
—¿Por qué suenas cómo si la conocieras? —Mencioné, las dudas crecian en mi interior.
—Por qué la conozco. El día que ocurrió la tragedia, ese día yo encontré a Jean en las afueras del bosque desmayada y con heridas. Él rey JungKooK la salvó de lo que sea que habite ahí dentro, pero yo la cuide después de eso, también ayude a que los difuntos reyes la adoptarán. Estuve en todo su proceso de recuperación, hacia de todo para sacarle una sonrisa, Jean y yo siempre estábamos juntos.
—Yo aún era más pequeña de lo que soy ahora, pero veía la relación de Sam y mi hermana, Jean había encontrado un apegó hacia Sam. —Nia habló, su mirada estába baja pero mantenía una leve sonrisa, como si recordará cada detalle de lo contado.
—Tiempo después, a Jean pareciera que cada día la muerte de sus padres la atormentaban más, desarrollo estrés postraumático y eventualmente se alejó de todo y todos, mientras crecía más, los recuerdos y las memorias de lo que fue su niñez se borraron, luego me olvidó a mi. En aquel momento me molestó, había dado todo por ella y ella solo me había olvidado, por supuesto no lo entendía era un joven muy tonto y aquella imagen de patán e idiota se quedó en su memoria para siempre y pronto decidí que eso sería lo mejor, aunque siempre la cuidaba de lejos. —Había un sentimiento que empezaba a crecer en mi, tristeza. Aquello que contó de pronto me hizo sentir mal y no sabía el motivo.
—Así que Nia y yo hablamos, decidimos que lo mejor sería no forzar nada y ella me mantendría al tanto de su hermana, y yo seguiría siendo él idiota que Jean conocía. Pero es cuestión de tiempo que Jean se de cuenta de la verdad.
—¿Y esto en que nos ayuda? —Mencionó Rak a mi lado.
—Lo sueños, esa es la respuesta. Jeannette tiene una mente muy manipulable y siempre tiene dilemas morales, pero es fuerte y decidida. Ella merecía saber toda la verdad. —Dió un sonoro suspiro y se levantó de la silla en la que estaba. —Él día que vi al rey JungKooK, leí sus pensamientos. Él no planeaba decirle la verdad a Jean, él quería que el mundo de su pareja solo rodará ante él, se que la quería proteger pero yo sabía que no era lo que ella querría. —Sam tomó un libro de una pequeña biblioteca que tenía, era grande y de cuero tejido, parecía escrito a mano.
Él pelinegro volvió a su asiento y dejó el libro frente a nosotros dándonos a entender que quería que lo viéramos. En la primera hoja estaba resaltado con una letra perfecta y hermosa el nombre: “El lenguaje de las sombras”. Ciertamente al principio no lo entendí hasta que leí su interior, en el, Sam detallaba cada emoción, sentimiento, pensamiento, actitud, rutinas y demás cosas de Jean.
—Se que puede parecer enfermo, pero Jean era un persona muy cambiante, no es estable y escribir esto me hizo entender más cosas sobre ella.
Él sabía que ella deseaba entrar al bosque seco, es el pensamiento más recurrente escrito en el libro.
—Espera, ¿Cómo es que lees los pensamientos? —JiMin mencionó confundido, había dejado de ojear el libro.
—No soy humano.
—Eres un híbrido. —Hablé al darme cuenta.
—Eres observadora Maya. Mi papá era humano y mi madre una bruja —Sonrió con tristeza, parecía que aquello era un recuerdo triste. Aclaré mi garganta cortando cualquier tipo de sentimiento que lo recorriera, después de eso me observó atentó.
—Jean se dio cuenta de la verdad gracias a los sueños, ¿Tienes algo que ver en eso? —Hablé de nuevo.
—Si bien conozco cada pensamiento de Jean, jamás me quise involucrar en sus pesadillas y sueños, pero sabía que era la única manera de que supiera la verdad, así que le pedí a Sterling que le diera ese empujón. —Reí con sarcasmo. Así que siempre fue Sam. —Se que ahora es malo, pero pudo ser peor.
—¿Cómo los sueños podrían resolver algo que inicialmente empezó con ellos? —Rak mencionó después de cerrar el libro y dejarlo de nuevo en el escritorio.
—Porque no son pesadillas, los sueños con los cuales Jean fue manipulada fue con pesadillas, recuerdos de la muerte de sus padres, ver como las personas que más quería le mentían. Esto será diferente, serán sueños buenos, es la mejor manera de llegar a ella sin tener algún tipo de contacto.
—¿Y con quien debería soñar? ¿Con JungKooK? —JiMin se recargó en la silla mientas se cruzaba de brazos. Parecía una idea loca pero ciertamente tiene razón, los sueños eran la mejor manera de llegar a mi hermana.
—No, ella deberá soñar con su madre. —Subí mi mirada y lo observé.
—¿Con Psique? Ella odiara eso. —Mencioné.
—No, con su verdadera madre, la reina Sarina.
Sonreí de oreja a oreja.
ESTÁS LEYENDO
RETURN
Fanfiction5 diferentes especies divididas por un bosque en el cual cada que entras no vuelves a salir, al menos no vivo. Una familia entro en aquel lugar y solo una pequeña niña logró salir sin darse cuenta que los fantasmas de aquella noche la atormentarian...