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Capítulo 39

Nia-Odio llorar, odio sentir las lágrimas rodar por mis mejillas-limpio sus mejillas después de decir esto.-

Maya-Te ves linda llorando pero llorar por tristeza no es un buen sentimiento claro está.-

Nia-No lo es, no quería hacerlo pero salí aquí, mire la luna y no pide evitar récordar a mamá, a Jean; a papá triste, quisiera ir a abrazarlo pero no quiero entrar y ver a mamá tendida en una cama sin vida.-

Maya-Abrazaras a tu padre cuando lo veas, creo que el necesita una abrazo de tu parte-asintió-Eres una niña muy brillante.-

Nia-Gracias, tuve que aprender de manera rápida las cosas y jamás pude comportarme como una niña de mi edad. Todo tenía que ser correcto y limpio-remarcó las últimas palabras. Nia seguía limpiando sus ojos mientras yo esperaba ver a lo lejos unos que me enamoraban.-

Maya-Deberías ir a la cama.-

Nia-Debería pero no tengo ganas de acostarme y no poder dormir. ¿Qué miras?-miro hacia el mismo punto en donde estaba concentrada mi vista.-

Maya-Nada, esperaba ver algo pero no hay nada.-

Tal vez Jeon se fue al reino 1, deseaba que se quedara, tal vez se canso de esperar. Mire a Hope y lo acaricie de manera triste algo que al parecer sintió y me miró con ojitos dulces cosa que me hizo sonreír, levante mi cabeza al escuchar un sonido proviniente del bosque y sonreí al sentir su presenció, no se había ido.

Nia-Tal vez deberíamos volver, ese ruido no me gusta-reí y me levante de mi lugar-Maya no te vayas, puede ser peligroso. Vamos a la cama.-

La mire tratando de calmarla y corrí hasta acercarme al bosque de pronto salto él lobo sobre mi lamiendo mi cara. Mire a Nia y le hice una señal de silencio, su mirada era asustada pero se tranquilo al verme sin ninguna herida.

Quite a Jeon de encima y me acompañó hasta donde estaba Nia, estos dos se miraban dudosos.

Nia-¿Es tú perro?-lo señalo cosa que hizo confundir a Jeon y voltear su cabeza a un lado.-

Maya-No, bueno sí, digo es mi compañero-sonreí nerviosa y rasque mi cuello.-

Nia-No sabía que tenías un perro y uno muuuy grande-Nia dejó su temor y acarició la cabeza de mi esposo-¿Qué le paso a su ojo?-señaló la cicatriz en su ojo izquierdo.-

Maya-Es un tipo rudo, le encanta dominar-acarició su lomo haciendo que se recostara-Iré a la cama, deberías hacer lo mismo no le digas a tu padre sobre esto-Nia asintió. Me despedí de ella y de Hope y volví adentro con Jeon atras mía.-

Entre y cerré la puerta de inmediato, él lobo entró al baño casualmente mientras yo acomodaba la cama. Escuché la ducha y me senté en la cama esperando a que mi esposo terminara para abrazarlo.

Aún debía volver al cielo de los dioses para ver el estado de papá y su Afrodita sabía algo de Jean, realmente quisiera que esto acabará pronto y volver a mi casa con mis hijos y la manada aunque las cosas cambiaron un poco después de la muerte de May y la partida de Vernon, me sentía mal sin mi mejor amiga aunque todos los demás siempre me alegraban.

Jeon salió de la ducha ya vestido con una pijama de ceda color negro que le quedaba de maravilla. Me levante de mi asiento y lo mire de manera triste.

Jeon-¿Qué sucede bonita?-No pude no retener las lágrimas sin saber el motivo principal de estas. Jeon cerró la puerta del baño y camino rápidamente hasta mi para abrazarme.-

Necesitaba sentir sus cálidos brazos alrededor de mi, quisiera que fuéramos él y yo solamente y no pude evitar llorar más al pensar que a él le pude llegar a pasar algo mientras esté aquí y yo no pueda hacer nada para evitarlo, es lo que mas me aterra.

Jeon-Todo estará bien Maya.-

Maya-Es exactamente lo que no quiero que me digan-me enterre mas en su pecho hasta sentir el latir de su corazón sobre mi rostro-No quiero que me digan que todo estará bien, quiero que todo esto acabe pero a la vez siento que debo seguir y detener a mi hermana aunque ya no me corresponda.-

Jeon-Hay personas que esperan tu ayuda y creo que JungKooK estaría algo mal si no estuvieras aquí como apoyo-negué con la cabeza-Ven siéntate.-

Se sento en la cama y tomó mi cintura para sentarme sobre él, escondí mi cara en su cuello sintiendo sus feromonas rodearme y relajarme.

Jeon-No soy de mucha ayuda ya que son temas que no me conciernen, yo soy él que está casado con una diosa puedes con esto y con más cariño.-

Deje un casto beso sobre su cuello y me aleje de él para mirar a mi esposo, cada detalle de él, su pequeña cicatriz en su mejilla, su lunar debajo de sus labios, sus delicados labios, su cicatriz en su ojo izquierdo producto de una pelea, amaba a este hombre y si lo vuelvo a perder sería el fin de mi existencia.

Jeon-Deja de pensar esas cosas, no me perderás-salí de mi trance y lo mire nerviosa olvidaba que él podía entrar en mi mente cuando quisiera y tenía el control total de mi si hacía lo deseaba-Maya-reprocho.-

Maya-Ya entiendo, dejaré de pensar-sonrió cómo conejo y beso levemente mis labios cosa que agradecí internamente y él lo supo por que me dio otro aún más largo.-

Agradecí al cielo aver dejado de llorar y tome entre mis manos el rostro de mi esposo para acariciarlo suavemente y admirarlo aún más, repartí pequeños besos por toda su cara hasta sus labios lo cual lo hizo sonreír.

Jeon-Estas muy cariñosa ¿qué quieres?-reí ante su broma.-

Maya-Te quiero a ti-abrace su cuello y bese su nariz-Te necesitaba, era demasiada gente y las feromonas de JungKooK son muy fuertes me marean un poco.-

Jeon-Aún es un poco joven y controlar las feromonas en su totalidad es algo complicado, es normal que libere más de lo debido aún siendo Alfa dominante-Asentí dándole la razón.-

Maya-¿Crees que los niños estén bien sin nosotros?-

Jeon-Sí, son listos e independientes además de que su abuela estará ahí-el agarre de Jeon se hizo más fuerte y beso mi mejilla.-

Maya-Afrodita es buena abuela, aunque físicamente no tenga nada de abuela-.

Jeon-Volveremos pronto a nuestro hogar-me levante de mi comodidad en las piernas de Jeon y me dirigí a la cama para acostarme con su atenta mirada sobre mi.-

Maya-Tú eres mi hogar-lo mire esperando a que viniera a abrazarme de nuevo.-

Jeon-Ya, dime que es lo que quieres-reí sonoramente mientras abría mis brazos para recibir a mi esposo. Su gran sonrisa me hizo sentir llena.-