–¿Estás bien?–mi esposo se detuvo abrupta mente, podía ver la confusión y enojo en su rostro.–Tú aroma es diferente ¿alguien intentó marcarte?–Lo miré confundida.–
–¿Qué? ¡No, claro que no!-lo mire exasperada. Camine por la habitación nerviosa mientras mordía mi labio.–
Tenía un presentimiento extraño y no podía resolver el por qué de lo que sentía, era muy confuso.
–Maya, hueles a Alfa–hizo una mueca de asco y en su rostro había un deje de irritación o tal vez era decepción.–
–Sí, huelo a ti–conteste más molesta.–
Miré por la ventana y respire ondo para tratar de relajarme, aún podía sentir un olor dulce y suave que no era el de mi esposo, eso me enojaba bastante.
–Hueles a canela y rosas, aquí hay dos personas con un un olor similar ¿algo que quieras decirme Maya?–cerré mis puños con fuerza. El dolor de cabeza comenzó a hacerse más fuerte y aquel aroma me daba náuseas.–
–Callate–mordí mi labio fuertemente y apoyo mi mano en el sillón cerca de la ventana.–
Sentía mi cabeza dar vueltas, mis piernas comenzaron a temblar y algunas palabras de Jeon me parecían confusas.
–Maya intentaron marcarte, ¡Maya, mierda mírame cuando te hablo!–
Me gire rápidamente hacia él y lo mire enojada–¡CALLATE!–sentí que perdería el equilibrio en cualquier momento por lo que camine hacia atrás y me senté en el pequeño sillón individual en el que antes estaba apoyada.–
Cerré mis ojos con fuerza y respire profundamente y al poco tiempo me arrepentí, no puedo sentir a mi esposo, algo está mal. Escuche los fuertes pasos de Jeon viniendo hacia mi.
Estaba molesto eso lo sabía, y yo no me sentía lo suficientemente bien para encararlo.
–Jeon Maya, alguien intentó marcarte como suya y necesito que me digas quien fue–apoyo su brazo por encima de mí cabeza en el respaldo del sillón y el otro en un costado mío, se inclino levemente hacia mí y su rostro casi chocaba con el mío.–
Tenia los ojos cerrados la luz era incomoda pero más me asustaba que no sentía su olor, ni tampoco lo sentía a él.
–Tú voz me irrita–hablé finalmente abriendo mis ojos y haciendo contacto visual con él.–
No quería tener que soportar una discusión justo ahora que me siento mal, y se que dije algo que lo lastimó. Jeon se alejo lentamente de mi con tristeza en sus ojos, asintió levemente con la cabeza y sin decir nada salió de la habitación.
Ahora estaba arrepentida y tomé fuerza para levantarme e ir tras de él y decirle que se quedara a mi lado pero sentí mi cuerpo chocar con el piso y mi vista se nublo.
(...)
Olimpo [Cielo de los dioses], Reino Odisea de-Maya.
Me levante del suelo confundida, me sentía un poco mejor pero aún ese olor dulce navegaba alrededor mío. Tomé fuerza y me puse de píe, salí rápidamente de la habitación pero la puerta estaba en una posición diferente.
¿Dónde estoy?
Gire sobre mi propio eje analizando la situacion y la habitación, de pronto reconocí la habitación... Nuestra habitación.
–Estoy en mi reino–susurré. Me quedé pensando unos segundos que fue lo que pasó pero después salí del cuarto.–
La última vez que vine aquí fue cuando dejé todo a cargo de Jeongyeon, después de que Alía junto con Hera lo incendiaran todo. A pesar de estar corriendo y buscando a mi compañera todo lucia como nuevo y era lindo.
–¡Jeongyeon!–grité. Me detuve en la venta a grande que quedaba al final del pasillo y mire hacia afuera.–
Todo afuera era hermoso, me sentía como en casa aunque su Jeon estuviera aquí seria mi hogar ideal junto con nuestros niños.
Decidí salir hacia afuera pero aún así no dejaba de gritar el nombre de "Jeongyeon" esperando que ella me escuche.
Al salir la luz del sol me caló en los ojos y se me oscureció la vista levemente molestando me un poco, las casas de las amazonas estaban un poco alejadas del reino principal y aunque grite no me escucharian.
–¡Jeongyeon!-griten por todo el alrededor.–
A lo lejos pude observar a una mujer con cabello rojo montando en caballo, venía hacia acá, camine un poco para ver mejor y ver quien era.
–Perséfone–susurré aliviada y con falta de aire.–
Corrí hacia ella rápidamente y Perséfone logró reconocerme ya que se acercó rápidamente en su caballo y al estar unos metros cerca bajo de él con rapidez.
Me miró con confusión y una felicidad mezcladas mientras yo tomaba aire para hablar.
–¡Mayita!–sus brazos me rodearon en un abrazo. Podía sentir su emoción desbordar.–¡Por Zeús! No puedo creer que hayas vuelto después de un tiempo, el reino estaba vacío sin ti.–
–Y-yo no sé cómo, no entiendo, ¿Qué hago aquí?–
–Supongo que Afrodita trató de contactarte a la fuerza, eso no es bueno. Venir del mundo mortal al Olimpo puede ser peligroso incluso para una diosa ¿Estás bien?–asentí.–
–¿Dónde está Jeongyeon?–
–Es temporada de caza, salieron todos incluso los niños, yo vengo a revisar que todo este en orden en su ausencia–sus manos tocaban mis mejillas revisando que no tuviera ninguna herida.–
–Supongo que... Sabes lo de Eros y Psique.–
–¿Psique? ¿Psique está aquí?–ahora era mucha más confusión.–
–Sí, ella vino hasta aquí para recuperar a Eros ¿no lo sabías?–
–Entonces Jeannette está aquí, si Psique vino por Eros, ella debió también buscar a Jeannette y traerla ¿verdad?–había un poco de esperanza en mi que se desmoronó en pocos minutos.–
–Vamos al centro, ahí te explicaré todo.–señalo levemente su caballo. En su rostro sólo podía descifrar preocupación y tristeza.–
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RETURN
Fanfiction5 diferentes especies divididas por un bosque en el cual cada que entras no vuelves a salir, al menos no vivo. Una familia entro en aquel lugar y solo una pequeña niña logró salir sin darse cuenta que los fantasmas de aquella noche la atormentarian...