Maya.
Salí de forma silenciosa con un par de velas en mis manos para alumbrar la oscuridad. Hace unos días la llegada repentina de Sam hizo que pensara demasiadas cosas y realmente necesito respuestas. Rak estaba a mis espaldas siguiéndome a paso tranquilo, era más fácil para él no hacer ruido que para mí.
Odiaba este reino por su grandeza y sus extensos pasillos oscuros. Bajamos con cuidado las escaleras y antes de girar hacia la derecha una sombra se apareció a un lado de nosotros haciéndome saltar del susto y encender mi mirada como protección.
—¿Qué carajos? —Rak me sostuvo con cuidado para que no cayera mientras sacaba una daga para aquel sujeto frente a nosotros.
—¿A dónde iban? —La voz de JiMin hizo se que me tranquilizara, gracias al cielo no era JungKooK.
—¿Tú por que sigues despierto? —Rak le respondió con otra pregunta.
—Es de mala educación responder con otra pregunta.
—Y es de mala educación asustar a la gente en medio de la noche. —Gruñó, ciertamente ambos no se llevan del todo bien, pero saben trabajar juntos.
—Maya, responde.
—Te diré si prometes no decirle a tu rey. —Hablé de forma seria, sabía la lealtad que JiMin le tenía a JungKooK.
—En realidad, te respeto más a ti que a él. Ahora, responde.
—Iremos al reino cinco. —Mis ganas de seguir conversando se estaban agotando, y entre más tardemos en irnos más sospechas levantaremos.
—¿Por qué?
—Puede que alguien ahí nos pueda ayudar a saber el paradero de Jeannette, pero JungKooK no se debe de enterar. —Asintió. Parece más convencido que yo.
—Los acompañó. —Tragué grueso. —No me quedaré de brazos cruzados y el reino depende de esto.
—Estoy de acuerdo. —Lo miré atentamente y miré a sus espaldas, de nuevo la duda me invadió. —¿Por qué vienes de la habitación de Nia? —Los ojos de JiMin se abrieron con sorpresa.
—Ella no podía dormir.
—¿Crees que no me di cuenta?
—¿Darse cuenta de que? —Rak preguntó.
—La forma en la que JiMin miró a Nia la primera vez que la vio, la miró igual que cuando mi esposo me vió a mi por primera vez. —Él hombre frente a mí bajo su mirada. —Es tu alma gemela, ¿cierto? —Negó levemente mientras sonreía, parecía una sonrisa nerviosa.
—Lo es, pero no estoy interesada en ella como crees.
—Lo sé, seria muy enfermo y te golpearía por eso.
—Nia perdió más de lo que creen, y seré lo que ella necesita que sea y justo ahora ella quiere una familia. Y teniendo en cuenta que su hermana asesino a sus padres, no se como la miré después de todo.
Sonreí, sabía desde un principio que Nia era el alma gemela de JiMin, pero Nia al ser humana no podría comprenderlo tan fácil, yo tampoco lo entendía la primera vez, aunque me crié en una manada.
Incluso no se como le explicaré a mis hijos eso, supongo que de eso se encargará mi esposo.
—Vamos, será más complicado si tardamos más. —Caminé rumbo a la salida. Ambos hombres me seguian a mis espaldas mientras alumbraba el camino.
—No podremos cruzar el bosque seco, tendremos que utilizar la salida directa. —Mencionó JiMin.
—La salida directa tiene guardias, ¿Qué se supone que digamos? Solo JungKooK puede dar los permisos de salida. —Hablé mientras caminaba con rapidez, de pronto la ansiedad comenzaba a subir a todo mi cuerpo.
—JungKooK no es el único rey. —Sonreí.
Al llegar a la salida, abrí la puerta con el cuidado de no hacer mucho ruido, era grande y pesada así que Rak me ayudó para evitar ese sonido curioso al abrirla.
—Iré a preparar el auto. —Mencionó él rubio antes de salir corriendo. Rak iba a salir después pero una voz nos detuvó a ambos.
—¿A dónde van? —Miré hacia atrás. Maldije en mi interior pero también me sentí aliviada.
—¿Ella es la pequeña Nia? —Rak mencionó con una sonrisa al verla. La niña lo miró con sorpresa y una mirada brillante.
—E-es un gato, un tigre, un, un. —Señaló con su dedo a mi compañero.
—Me agrada. —Sonrió ladino.
—JiMin dijo que estabas dormida. —Finalmente hablé.
—Mentira, JiMin mencionó que no podía dormir. Escuche todo y quiero ir con ustedes. —Su mirada ahora era seria y decidida.
—Es peligroso Nia, tu...
—¿Yo qué? Es mi hermana la que está en peligro y ninguno de los idiotas que dicen conocerla la conocen lo suficiente, se que ella mató a mis padres, pero también se que ella los amaba. Así que iré con ustedes, puedo ser pequeña y frágil pero no soy una tonta. —Ambos la miramos sorprendidos.
—Vaya carácter de pelirroja. —Mencionó Rak. Suspiré sin poder decir nada, tengo opciones pero también se que ocultandole algo podría ocasionar algo peor.
—Está bien, camina. —Nia sonrió y se acercó a Rak, alzó sus brazos pidiendo que la cargará cosa que él felino hizo con cuidado. Nia lo miraba con curiosidad y mucha satisfacción.
—Eres hermoso. —Le dijó, Rak acarició su cabeza y luego un tintineo frenético se escuchó. —Y Hope también irá.
Él perro de Nia se acercó a nosotros moviendo la cola, bufé sin poder decir nada más y salimos rápidamente hacia el auto, donde JiMin estaba esperandonos. Rak abrió la puerta del vehículo y subimos con rapidez con la mirada expectante del rubio.
—¿Es una broma? ¿Por qué carajos la trajiste? Es peligroso. —Su molestia era notable. Nia lo miró aún estando en las piernas de Rak.
—Es persuasiva. —Dije eso y nada más.
—Ven aquí. —JiMin le habló para que se acercara a él, cosa que Nia ignoro y se escondió más en los brazos del Tigre. —Nia.
—No. Él es suave. —Habló con su rostro escondido. Rak le dio una sonrisa con sonra a JiMin cosa que al rubio no le agrado pero no hizo más.
El auto avanzó lo suficientemente rápido para llegar a tiempo. Esperaba que no hubiera problemas al cruzar pero a lo que dijo JiMin, todo estaría bien. Los guardias notaron nuestra presencia pero al ver que él rubio venía con nosotros, no hicieron nada más que saludar.
Esperaba que todo esto me diera respuestas.
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RETURN
Fanfic5 diferentes especies divididas por un bosque en el cual cada que entras no vuelves a salir, al menos no vivo. Una familia entro en aquel lugar y solo una pequeña niña logró salir sin darse cuenta que los fantasmas de aquella noche la atormentarian...