Capítulo 20

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3:00 a.m

Abrí los ojos asustada, sentía mi cuello sudar y respiraba agitada. Alguien estaba gritando muy cerca pero no se escuchaba movimiento fuera de la habitación, nadie estaba alertado u asustado y eso me dio a entender que solo yo lo escuchaba.

-Jean-susurró.-

No podía moverme sentía una presión en mi pecho muy abrumadora, quería gritar y huir de esa habitación me lamente de no haber dormido con JungKooK esa noche. Cerré mis ojos con fuerza esperando que aquellos susurros en mis oídos y esos gritos en el exterior se fueran y al parecer funcionó.

Sentí como poco a poco podía volver a mover mis extremidades; me levante rápidamente mareada, vi una sombra pasar frente a mi y dirigirse a la ventana y desaparecer después.

Jean-¿Mamá?-esa silueta era muy parecida a la de mi madre.-

Me levante de la cama asustada, sabía que ya no había más voces a mi alrededor pero aún así sentía esa extraña sensación de que alguien estaba tras de mi esperando hablarme. Me acerque a la ventana había neblina alrededor y era difícil ver que sucedía, mire mi reflejo y a los pocos segundos vi como un hombre estaba tras de mi. Aquella figura era lejana pero se podía observar perfectamente.

Toque el cristal frío y lo limpie quitándole un poco de la humedad, gire mi cabeza lentamente para solo ver el cuarto oscuro y sin ninguna señal de que alguien estuviera ahí. Fruncí el ceño y volví a mirar a la ventana. Aquel hombre ahora estaba más cerca de mí y estaba sonriendo, su tez era pálida y su cabello estaba húmedo no podía distinguir bien si era castaño o moreno además que no tenia camisa.

No tenía miedo, en lo absoluto...solo sentía curiosidad ¿quién era ese hombre? ¿Quién era esa mujer que se parecía tanto a mí madre? En un abrir y cerrar de ojos aquella figura desapareció y escuché aquel grito de nuevo pero ahora mucho más cerca. Tape mis oídos con mis manos y cerré mis ojos con fuerza esperando que se fuera, dolía mucho, sentía que algo me apretaba fuertemente.

Jean-Tranquila Jean-apreté más fuerte mis manos encajando fuertemente mis uñas sobre mi cabeza.-Tranquila Jean, no es real, no es real-el grito ni cesaba y cada vez se sentía más cerca. -

Me tire al suelo asustada, sentía que mis tímpanos y cabeza iban a explotar. Apreté mis manos hasta que de la nada el grito dejó de sonar y separe mis manos lentamente agitada, mire mis manos y pude ver sangre en mis dedos.

Jean-Mierda-limpie mis dedos en mi ropa. Me levante aturdida del suelo y mire la ventana de nuevo por instinto.-

La neblina desapareció de la nada y desde lejos se pudo observar a una niña cerca del bosque, cerré los ojos y negué con la cabeza esperando que fuera una ilusión pero no fue así... Aquella niña seguía ahí caminando más y más hasta estar al borde de entrar al "bosque seco". Quería gritar pero mi voz no salía y solo escuche un rechinido atrás de mi que me hizo voltear.

La puerta se estaba abriendo lentamente y está vez si estaba asustada, mire la ventana y la puerta varias veces al mismo tiempo y por fin entendí de que trataba. Salí corriendo de la habitación tanto como mis pies descalzos podían hacerlo, baje las escaleras rápidamente saltando las últimas para acercarme más a la puerta principal trasera. La abrí rápidamente ignorado que extrañamente la puerta no tenía seguro.

Corrí hasta el borde del bosque donde recordaba haber visto a la niña la neblina volvía a aparecer de la nada haciéndome difícil mi tarea sentía que no llegaba a ningún lado pero no me detuve. Mis pies dolían sentía pequeñas piedras incrustarse en ellos haciendo que cayera varias veces por las punzadas de dolor. Me detuve un momento observando a mi alrededor esperando una señal de aquella niña, escuché el sonido de las hojas secas siendo aplastadas tras de mi y corrí hacia el ruido.

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