Capítulo 2

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Llegué a la entrada del reino de mi padre siempre hay guardias alrededor por lo tanto era difícil salir y entrar. Las sirvientas iban de un lado a otro acomodando los adornos para la "pequeña" reunión por su cumpleaños y digo "pequeña" por que solo vendrán 100 personas a festejar.

Jamás fui una niña mimada, mis verdaderos padres me enseñaron como debía comportarme siempre ante las personas y después de su muerte siempre trato de ayudar a las personas antes que a mi y eso realmente no es un problema para mi. Es lo que debí hacer con mis padres, ayudarlos y haber muerto en su lugar.

Él rey siempre me trato como una princesa me daba lujos, dinero, joyas, etc. Pero yo siempre odie esos detalles cada día trataba de ganarme con objetos y no con amor.

-Princesa-caminé a lado de una sirvienta y esta hizo una reverencia.-

Jean-Hola-sonreí.-

Entre a la cocina y deje la bolsa de tela en una pequeña mesa. Salí del lugar y caminé por toda la sala hasta encontrarme con mi madre.

-Jean-detuvo su caminata.--Pensé que estaría en el pueblo.-

Jean-No, quise venir a ayudar-sonreí.-

-Linda sabes que si tu padre se entera nos cuelga a las dos-acarició mi mejilla con ternura.-

Jean-Mamá-reproche.-

-Mejor ayudame con tu hermana, tengo cosas que acomodar y ella esta afuera en el jardín jugando. Cuida que no se acerqué a ese lugar.-

Jean-Sí mamá.-

-Muy bien linda.-

Jean-Ah y mamá-la llamé antes de irme.-Feliz cumpleaños-me despedí y corrí hacia el jardín.-

Era mucho mejor estar afuera que adentro de ese gran castillo, aunque el jardín de noche era mucho más aterrador. Mi pequeña hermana se encontraba corriendo sobre el campo de rosas de mi madré.

Jean-¡Nia cuidado!-corrí hacia ella. Estaba bastante cerca del bosque.-¡Vuelve aquí!-

Nia-Papá dijo que podía jugar donde quisiera, además Hope me esta cuidando-negué molesta.-

Jean-Sí, y Hope no me dará la esperanza de que tu no te metas a ese lugar.-

Nia-Muy graciosa Jean.-

Jean-Sabes que mamá se preocuparía mucho por ti-me arrodille hacia su estatura y acaricié su mejilla.-

Nia-¿Y dónde quedas tú?-

Jean-Yo ya soy mayor de edad y se cuidarme sola tu solo tienes 7 años.-

Nia-Si algo te pasara a ti yo me moriría-reí.-

Jean-No me pasara nada, me quedare a tu lado hasta que cumplas 18 años.-

Nia-Mejor 80 años-me levante y tomé su mano para caminar lejos de aquel lugar.-

Jean-Cuando tu tengas 80 años yo seguramente este muerta.-

Nia-¡Jean!-me miro molesta.-

Jean-Esta bien, hasta los 80.-

Llegamos a una pequeña banca que estaba terminado el campo de rosas.

Nia-¿Estas emocionada por la fiesta de mamá?-

Jean-Realmente no, tanta gente es...-

Nia-Abrumante lo se. En especial para ti.-

Jean-Pero ¿tú estas emocionada?-sonreí. El viento comenzó a soplar algo fuerte y el aire se sentí fresco.-

Nia-Algo, no hay muchos príncipes de mi edad y él único que esta ya esta comprometido-abrí mis ojos sorprendida.-

Jean-¡¿Qué?!-

Nia-Él príncipe Richard, todo un encanto pero se casara al cumplir los 18 con la princesa Rose-bajo la mirada.-

Jean-¿Te gusta él pequeño príncipe Richard?-reí con sonoridad.-

Nia-Sí, es perfecto, es mi chico perfecto-sus ojos se llenaron de ilusión.-

Jean-Probablemente su compromiso con Rose se rompa-Nia dejo de mirar al cielo para verme a mi con curiosidad.-Solo el 1% de los compromisos entre niños realmente se hace realidad, el otro 99% se rompe.-

Nia-Eso tal vez sea real, pero se que ellos si se casarán y yo tendré que verlo.-

Jean-Cuando lo veas tu ya tendrás a alguien más-guiñe el ojos.-

Nia-Pero yo lo quiero a él.-

Jean-Vamos Nia, no es el único hombre.-

Nia-Todos los hombres apestan-se cruzo de brazos.-

Jean-No todos.-

-¡Princesa Nia es hora de su baño!-la voz de una sirviente nos hizo voltear hacia el castillo.-¡Vamos princesa es hora de arreglarse!-Nia se levante pero antes de irse me dió un beso en la mejilla.-

Nia-Cuenta en la noche como te fue con el psiquiatra ¿esta bien?-asentí con una sonrisa.-Te amo hermana-.

Jean-Yo más, ve a bañarte linda.-

Vi a Nia a lo lejos alejarse con la mucama mientras yo me quedaba disfrutando el aire fresco. Voltee mi mirada y justo en frente estaba aquel bosque que a tantos les aterraba.

Trate de dejar de mirarlo pero algo en él hacia que me llamara la atención, aquello que hay detrás de ese lugar me aterra.

Quisiera poder haberlos salvado.

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